La manifestación del 11 de septiembre en Barcelona fue todo un éxito independientemente de la guerra de cifras habitual. A la vista de las imágenes, los comentaristas habituales están flipándolo todavía, y lo que les queda. Es probable que en las sedes de los sindicatos todavía estén rascándose la cabeza, pensando qué puede llevar a la gente a manifestarse por la independencia (11-septiembre) y no por el trabajo (1-mayo) o por los derechos laborales (29 de marzo, huelga general). ¿Por qué la gente se moviliza por unas cosas  y no por otras? No es algo fácil de explicar, obviamente.

Básicamente, hay dos cosas que favorecen que en los territorios con un nacionalismo potente y fuertemente asentado, un porcentaje nada despreciable de la ciudadanía quiera mandar a España a hacer gárgaras:

a) El nacionalismo español arrasante y centrifugador, que no deja espacio a otros sentimientos que no se identifiquen con el toro de Osborne y que a muchos, sin sospecha de nacionalistas, nos producen alergia.

b) La desesperación a nivel económico.

Y en el segundo punto me detendré porque creo que explica bastante el éxito de la convocatoria del martes.

El discurso del expolio fiscal, España nos roba a los catalanes y en esa línea, en tiempos de bonanza resulta relativa exótico, cosas de políticos, a la que atiendes más o menos, te lo crees más o menos, pero no te va la vida en ello. Pero en tiempos de crisis como los actuales, cuando cierran centros de salud, recortan profesores, recortan la prestación del paro, ponen más difícil cobrar los 400 euros que en muchas familias significa la línea entre la pobreza y la indigencia, si el número de parados aumenta, si el número de deshaucios se multiplica, si las ONGs no dan a basto y encima te suben el IVA que afectará al recibo de la luz, del gas, de la comida, de la gasolina… Si ya la gente está con el agua al cuello y no podemos más, y nos dicen que España nos roba un montón de millones y pensamos en a cuanta gente se podría dar trabajo con toda esa morterada de euros que se llevan por la cara para que andaluces y extremeños vivan sin dar un palo al agua… pues ese discurso no solo cala, sino que germina y florece en tierra fértil.

Estamos hasta los cojones: independencia
Estamos hasta los cojones: independencia

Aznar y el PP más rancio, casposo y centralista recogiendo firmas en contra de los catalanes era una máquina de hacer independentistas, como lo demuestra el hecho de que ERC obtuviera durante la legislatura que el PP gobernó con mayoría absoluta el mejor resultado electoral de su historia.

Pero la crisis es otra máquina de hacer independentistas. ¿Que una Catalunya independiente tendría que salir de Europa? Y hasta del euro si me apuran, ¿se supone que eso tendría que ser un problema?

Vergara: Independentismo

En definitiva: lo que ha aumentado no es el sentimiento de adhesión a una difusa nación catalana; lo que ha crecido es la desesperación, y la creencia de que sin el «expolio» fiscal (real o no) al que España nos somete, Catalunya tendría más recursos para hacer frente a la crisis. En cierta medida es lógico, si le preguntas a la gente si en estos momentos de crisis están de acuerdo en reducir | mantener | aumentar el presupuesto para solidaridad internacional, en estos momentos estoy segura de que la mayoría estarían de acuerdo en reducirlo, y eso no implica que se haya reducido la solidaridad: lo que significa es que, siendo las mismas prioridades, ha aumentado la necesidad propia. Si no hay dinero para profesores para nuestros hijos, es difícil explicar que hace falta dinero para construir escuelas en África. Pues con la manifestación del martes pasa un poco lo mismo: si la gente ve paro y recortes a su alrededor que les afectan directamente, y llevan años oyendo hablar de expolio, balanzas fiscales, modelo de financiación, etc., es el momento ideal para que esa olla a presión se desborde.

Addenda: Que sí, que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, que el PP es anticatalanista porque le da votos, que si han vuelto los toros a TVE, blablabla. Todo eso no moviliza tanto como la desesperación:

Estoy en paro desde hace meses, no encuentro trabajo, me han recortado la prestación por desempleo, casi no entra dinero en mi casa, no puedo comprarle los libros del cole a mis hijos, nos han quitado la beca en el comedor, nos quieren cobrar por calentar el tupper, tengo que pagar las recetas, nos suben los medicamentos, nos recortan la prestación por el paro, las estoy pasando putas para pagar la hipoteca, me suben el IVA, casi no puedo pagar el recibo de la luz, este año nos vamos a calentar con mantas y a hostias porque no hay dinero para encender la calefacción de gas natural… y Madrid nos roba un montón millones de euros. ¡A la mierda! ¡Estamos hasta los cojones! ¡Independencia!

Es obvio.

5 comentarios

  1. 8ooones 8^D

    hago bien de no escribir mucho ya que me decepciona la sociedad hasta tal punto que mis borradores están llenos de frases que rozan la falta de respeto. Y no! yo quiero ser optimista. Como optimistas considero a la masa que acudió a la manifestación; gente desesperada con un sueño, «amb il·lusió».
    Pues bien, valorando la parte positiva, veran que en su despertar, la varita mágica del independentismo los llevará al mismo punto de donde partían, o peor, puesto que vamos todos a peor, con créditos a 100 años vista, lo que nos puede llevar a la depresión: genial plan de ruta!: Catalunya declarada zona deprimida de la Unión Europea y a esperar su misericordia.
    No se qué gen hace que en este país, llámese España o Catalunya, el fascismo esté bien visto, por un lado Rajoy que se cree que es el puto amo, tomando él las decisiones que nos afectan a todos, olvidando que existen mecanismos dentro de la democracia, denominados Referéndums, y Mas que considera que ser catalán es mejor que ser español y ya se pide un Estado Propio, para él y sus amigos.
    Y el pueblo, la masa social, a seguir sufriendo las majaderías del poder político, que saben que contra peor vaya todo, más ganancias van a justificar, porqué los necesitamos.
    Si, los necesitamos por que no hemos sido capaces de unirnos y luchar contra el capitalismo salvaje al que estamos sometidos, a gran satisfacción de la clase faraónica del poder.
    Por último, que me llama la atención, es la falta de coherencia implícita en el lenguaje, un concepto que aquí te dejo para ver si le encuentras alguna explicación:
    Estado «Independiente de la Unión» Europea
    ^^salut e indigNación 5^0

  2. Jéssica me gustaría muy mucho saber que es eso que el «resto de España», qué Madrid ha hecho a Cataluña para llegar a este punto. Por favor cuéntame tu punto de vista.

    Y si me cuentas lo de los dineros te podría dar unas cuantas razones porque es difícil hacer negocios en Cataluña, porque merman vuestros ingresos y por lo tanto los impuestos, porque ha ido empeorando con el paso de los años y no tiene pinta de que vaya a mejorar, al contrario. Basado fundamentalmente en una clase política, imbricada con una clase empresarial que llevan retroalimentándose desde hace más de 100 años. Yo tenía un conocido que trabajaba para una gran empresa nacional en Barcelona que cuando surgió lo del 3% se partía el pecho de risa, el porcentaje que trincan no es ese.

    Llevo más de 20 años haciendo negocios con Cataluña y he vivido allá dos años. Uno que está todo el día de los dos lados, como empresario y trabajador, soy autónomo, te podría contar algunas peculiaridades de la clase empresarial catalana que no son propias de otros lugares, o no tienen la misma relevancia, qué se ha dedicado a alimentar el monstruo soberanista porque les venía bien, y que concluirá, si acaba en independencia, en un estado en manos de esa clase política y empresarial que han demostrado claramente cuáles son sus prioridades desde hace muchos años. Por supuesto las generalizaciones son odiosas y hay magníficas personas en todos los lados, pero cada vez están más solos y no les queda más remedio que decantarse por el secesionismo o salir corriendo.

    Pasarse el día mirándose el ombligo es malo, la lamentación no es una actitud que ayude para nada a salir adelante y sentimientos todo el mundo tiene alguno. ¿Cuál crees que es la percepción desde España del menosprecio creciente por todo lo español desde Cataluña? ¿Cómo crees que se sienten todos esos allá que no abren la boca? ¿Piensas que en caso de que las cosas se extremen mucha gente seguirá callada, sin hacer nada? La vida, la familia, es lo más precioso que tenemos y mucha gente allí ha dejado de lado sus sentimientos durante muchos años, por un proyecto común en el que no querían ser un elemento de fricción. Pero que no abrán la boca, no significa que estén contentos.

    Ojalá encontréis alguna forma de solucionar esto, porque da lo mismo lo que «dé Madrid». Los problemas de fondo no son económicos y no se van a solucionar con dinero.

    1. Sospecho por tus palabras, leyendo entre líneas, que me presupones un sentimiento nacionalista con el que no comulgo en absoluto, pero igual es una percepción mía…

      Por otro lado, como bien dices, antes que la patria está la familia. Y a eso me refiero, a que muchos de los que se manifestaron el 11-S no lo hicieron por la patria, sino por la familia. Dime, si te dicen (que no digo que sea mi opinión) que con la independencia cada catalán verá incrementada su renta per cápita en 2.400 € anuales, esto es, si Catalunya se independiza te darán 200 € más al mes, ¿estarías a favor o en contra? Es un argumento de brocha gorda, cierto, pero el argumento del espolio fiscal, de las balanzas fiscales, del sistema de financiación, etc. se ha reducido hasta el absurdo para hacerlo más comprensible a las masas.

  3. envíe el mensaje sin querer…

    Ojo con la desesperación y quién la maneja, y como dejamos que la manejen, porque es un arma de doble filo y algo muy difícil de controlar.

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