– Tengo una buena noticia y otra mala. La buena es que a partir de ahora podrás tomar las riendas de tu futuro, cambiar tu vida, empoderarte, construir tu propio proyecto vital, ser dueña de tu tiempo, emprender…

– ¿Y la mala?

– La mala es que estás despedida.

Cuando de un día para otro te quedas en paro, y aunque lo vieras venir (porque esto se veía venir), sientes que el suelo se abre bajo tus pies y la tierra te traga. Todo tu mundo queda patas arriba como si lo hubiera arrasado un tsunami. Tanto si tienes paro como si eres autónomo, tu cabeza calcula automáticamente cuantos meses puedes resistir hasta que encuentres otro trabajo. Cuánto tiempo podrás apretarte el cinturón y aguantar sin comer para pagar la hipoteca. Sea el tiempo que sea, nunca será suficiente.

Pasado el shock inicial, toca ponerse las pilas. Actualizar el curriculum, linkedin, infojobs et al… Que todo sea consistente y coherente entre sí (¡vaya! todas las veces que me han aumentado responsabilidades resulta que están actualizadas en linkedin pero no en infojobs ni en el curriculum de la web, habrá que darle un repaso). Movilizar a los amigos (si os enteráis de algo, lo que sea, dadme un toque…). Dar el aviso en las redes sociales. Añadir unos cuantos feeds rss de canales de búsqueda de empleo a tu feedly (¡en mala hora decidió google cerrar el reader!). Actualizar el blog (llevaba tanto sin actualizarlo que ya solo pasan por aquí de vez en cuando algún responsable de recursos humanos, reclutador o head hunter. ¡Hola!). Poner el práctica los métodos aprendidos leyendo tantos blogs sobre coaching, personal branding (¡ups! A lo mejor publicar esto no era una buena idea…) y socialmedia. Esto merece un punto y aparte.

El mensaje que tienes que grabarte a fuego en la frente y leer cada mañana cuando te mires al espejo y te quites las legañas es «¡Tú puedes! Con motivación y entusiasmo saldrás de esta, ¡claro que sí!«. Ejem. Ya os lo contaré, si eso, pero os digo desde ya que todo el rollo de la psicología del pensamiento positivo me parece entre una basura los días buenos y un engañabobos los días malos. Por mucha ¡MOTIVACIÓN! Por mucho ¡ENTUSIASMO! que le pongas al asunto, si no tienes ¡DINERO! ya me contarás cómo te lo vas a montar para ¡EMPRENDER!

Otro día os contaré la parte oscura del emprendedor, esa que no os cuentan en los blogs de coaching, ni todos esos asesores en personal branding que os sugieren que si sois buenos en vuestro ámbito pero estáis hartos de vuestro jefe o aburridos de vuestro trabajo, escribáis un blog y os hagáis emprendedores.

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