La cagada del CM de la Guardia Civil publicando en twitter una campaña promovida desde organizaciones que atacan las leyes que defienden a las mujeres maltratadas ha generado una polémica tremenda. Su posterior rectificación tiene a los MRAs y a las organizaciones mandefender al borde de un ataque de nervios, por no decir que los tiene en pie de guerra, porque ese es su estado habitual.
Me gustaría comentar algunas cosas que vengo leyendo con relativa frecuencia en estos entornos masculinistas, y también entre algunas personas de buena fé pero terriblemente confundidas.
La violencia no tiene género: los hombres también sufren maltrato en el ámbito de la pareja.
Si bien es cierto que los hombres también son víctimas de maltrato en el ámbito de la pareja, es falso que la violencia no tenga género. La mayor parte de los hombres maltratados lo son a manos de otro hombre, y solo una minoría muy pequeña lo es por una mujer.
Los hombres maltratados por mujeres no lo denuncian por vergüenza.
Y las mujeres maltratadas o violadas lo van pregonando a los cuatro vientos porque están orgullosas, no te jode.
Los delitos de maltrato, por su naturaleza cometidos sobre todo en el ámbito doméstico, y los delitos contra la libertad sexual que también son cometidos en la intimidad y sin testigos, son dos de los delitos más infradenunciados de todo el código penal.
La vergüenza, el estigma («es que iba provocando«, «es una calientapollas«), el sentimiento de culpabilidad (el 30% de jóvenes cree que “cuando la mujer es agredida, algo habrá hecho”), la dificultad de demostrar la agresión en muchos casos (recomiendo este artículo de Eldiario.es sobre este tema: «yo quería sexo pero no así«), el síndrome de la rana hervida, los condicionamientos sociales («mi marido me pega solo lo normal«) y otros muchos factores llevan a que las víctimas de maltrato y de violaciones tampoco denuncien por vergüenza. No es un factor propio de los hombres maltratados por mujer.
El que desde las instituciones se promuevan campañas con el lema «si te pega no te quiere» creo que es indicativo de esta situación, de lo asentada que está entre las víctimas de violencia de género la creencia de que la violencia forma parte indisoluble de las relaciones la pareja. Hay que decirlo en alto, y mentalizarnos, porque la mayoría de las mujeres maltratadas se encuentran en una situación de indefensión aprendida, en virtud de la cual justifican los comportamientos agresivos y violentos de sus parejas («él no es así«, «ha tenido un mal día«, «se arrepiente y me quiere«, «en todo lo demás es un amor«).
Las feministas negáis que las mujeres también maltraten, os pensáis que son seres de luz incapaces de cometer maldades.
Falso. Nadie niega que las mujeres sean capaces de cometer atrocidades. Lo que negamos es que se puedan equiparar ambos tipos de violencia. Primero por cifras, segundo por causas, tercero por consecuencias, cuarto por duración, quinto por intensidad, sexto por frecuencia, séptimo por la justificación social. ¿Sigo?
La violencia machista es estructural y se basa en un sistema que la invisibiliza y la tolera («son cosas de pareja«) hasta que alcanza sus cuotas más extremas. Y entonces se lleva las manos a la cabeza. La violencia feminista o violencia hembrista no existe, no hay un sistema que lo ampare, lo minimice y lo tolere.
El maltrato es maltrato venga de dónde venga.
Correcto. Y para erradicar el maltrato, conviene ir a sus causas profundas. El maltrato infantil tiene unas causas y unas circunstancias propias y concretas, mientras que el maltrato hacia los ancianos tiene otras circunstancias propias y concretas. El maltrato entre parejas del mismo sexo tiene unas características determinadas, y el maltrato entre parejas heterosexuales tiene otras características diferentes. Los accidentes laborales tienen unas características y unas causas, y los accidentes de tráfico tienen otras características y otras causas. Y por lo tanto tienen que tratarse de forma diferente y con herramientas diferentes atendiendo a cada tipo. Parece lógico, ¿no?
Pretender eliminar las herramientas que ayudan a proteger a unas víctimas basándose en la existencia de otras víctimas, es algo absurdo y evidencia una intención no demasiado oculta: buscar la impunidad de los señalados por las herramientas que se pretenden erradicar y desproteger a sus potenciales víctimas.
El maltrato hacia la mujer es sistémico y tiene causas que lo refuerzan y que van más allá de la propia conducta individual. Por ejemplo, el creer que los celos y la posesividad son un rasgo de amor, o el ideal romántico que inculca en las mujeres un rol pasivo, hace que las mujeres sean mucho más permeables a la violencia en el ámbito de la pareja que los hombres.
Mientras que a las mujeres se nos dice «cásate y sé sumisa» en muy variadas formas (no provoques sus celos, compórate como una chica decente), a los hombres se les dice «mándala a la mierda que estás con los colegas«.
Conviene recalcar llegados a este punto que la violencia no solo tiene que ser física: la violencia también es verbal, económica, psicológica y sexual. Que sí, que los hombres también pueden ser violados. De nuevo: habitualmente por otros hombres.
Las mujeres maltratan psicológicamente. Los hombres agreden físicamente.
Falso. Esta afirmación se basa en el prejuicio de la mujer fría, manipuladora, malvada y calculadora, el arquetipo de la madrastra de Blancanieves. De nuevo me remito al síndrome de la rana hervida. Para que te agredan físicamente y no te alejes de tu maltratador, sino que le perdones una y otra vez e incluso pienses que es culpa tuya que le provocaste, es necesario mucho trabajo previo de machaque psicológico. Las mujeres maltratadas viven con su maltratador en su mayoría entre 8 y 15 de años, durante los cuales la escalada de la violencia es ascendente, agudizándose en periodos como el embarazo o los intentos de separación.
Casi todas las denuncias por violencia de género son falsas. Solo se condena alrededor del 20% de los denunciados y la mitad de ellos es porque se declaran culpables por miedo a una condena mayor.
¿Declarte culpable por miedo a que el juez te imponga una condena mayor te convierte en un inocente víctima de una denuncia falsa? Curioso razonamiento. A ver si lo he entendido:
- Si ella retira la denuncia por miedo -> Denuncia Falsa
- Si él se declara culpable por miedo a que el juez le imponga una condena mayor -> Denuncia falsa
OK, fenómenos.
En cuanto a la mayoría de denuncias falsas, quienes hacen esta afirmación parten de una falacia: todo lo que no sea condena equivale a denuncia falsa, y ahora si te declaras culpable, por lo visto, también: aunque el CGPJ afirme que solo tiene constancia del 0,010% de denuncias falsas, ellos afirman que son el 90%, y se quedan tan anchos. Poner una denuncia falsa es delito, ellos acusan de cometer un delito a la inmensa mayoría de las mujeres que denuncian maltrato, y a la vez exigen presunción de inocencia para los denunciados. Todo correcto.
¿De dónde sale el dato? Fácil: como diría la inefable Ana Botella, suman peras con manzanas y así les sale lo que ellos quieren
Denuncias retiradas
(la mayor parte de las ocasiones por miedo o por volver con el maltratador)
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Denuncias no ratificadas
(no basta sólo con denunciar: después tienes que ir al juzgado a ratificar la denuncia, y es otro mal trago)
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Casos archivados en el juzgado
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Casos desestimados por falta de pruebas (no se investiga de oficio)
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Se llega a juicio (el juez aprecia en la denuncia indicios de delito)
pero una vez en el tribunal el juez considera que es inocente o que no hay pruebas suficientes para condenar
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Se llega a juicio y el acusado llega a un acuerdo con la fiscalía y el abogado de la otra parte: el denunciado se declara culpable para conseguir una condena menor
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TOTAL DENUNCIAS FALSAS
Supongo que no hay más que ver los datos de mujeres asesinadas que habían denunciado: el el 2014, 15 mujeres asesinadas habían denunciado previamente. Para 14 de ellas, la policía apreció riesgo bajo o nulo. Porque eran denuncias falsas según el criterio de la tabla de arriba. Al apreciar que no existía riesgo, no se solicitó para ellas medidas de protección especial, no vaya a ser que pongamos en riesgo la presunción de inocencia de quienes acabaron asesinándolas, pobrecitos.
Por otra parte, resulta curioso que para los hombres se exija la presunción de inocencia ante una denuncia por maltrato, pero para las mujeres no exista esta presunción de inocencia y sin sentencia de denuncia falsa los colectivos varonistas ya les adjudican este delito a toda mujer que denuncia.
Las mujeres que de verdad sufren violencia de género son las que no denuncian, porque tienen miedo.
Argumento envenenado este, que presupone no ya que el 90% de las denuncias son falsas: el 100% lo son, porque las auténticas víctimas(c) no denuncian por miedo, si denuncias es que no tienes miedo y por lo tanto no eres una víctima, es una denuncia falsa. Brillante.
La violencia de la mujer contra el hombre no se castiga porque la ley integral de violencia de género solo protege a las mujeres.
Menuda estupidez. Este argumento presupone que hay impunidad para las mujeres para maltratar, cuando no es cierto. Es el equivalente a decir que la violencia contra los ancianos no está perseguida por la ley por el mero hecho de que exista una ley específica para erradicar el maltrato infantil. O que conducir bebido y provocar un accidente no se castiga porque la ley en materia de seguridad laboral solo protege a los trabajadores y no a las víctimas de accidentes de coche. Absurdo y ridículo.
Que exista una ley que contempla las causas y circunstancias específicas que concurren en la violencia de género no implica que dejen de perseguirse otros delitos, o que la violencia doméstica quede sin castigo. Simplemente son delitos distintos recogidos en leyes diferentes, como es lógico.
Tal vez llegados a este punto es un buen momento para recordar que el 80% de las mujeres que asesinan a su maltratador acaban en la cárcel. Piénsalo.
Cada año hay alrededor de 600 suicidios de hombres separados, divorciados o en proceso de divorcio.
Esto me encanta. Por un lado, todas o casi todas las denuncias por violencia de género son falsas, y por otro la culpa de que un hombre decida suicidarse es de su exmujer que se queda con todo tras el divorcio. Creo que me estabas contando algo sobre presunción de inocencia, pero ya no me acuerdo qué era.
Las mujeres tenemos completo poder de decisión sobre quién tiene acceso a nuestro cuerpo y los hombres deben respetarlo; no creo que un beso, un trago o una cita mágicamente les otorgue libre y absoluto acceso al cuerpo de las mujeres. Es por esto que una cultura que fomenta estos principios debe erradicarse y esto únicamente será posible cuando el rechazo a su práctica sea absoluta y En vez de enseñar a las mujeres a defendernos deberían enseñar a los hombres a no violar.
Leer más en: https://erudeite.wordpress.com/
Esta uno hasta las narices de vuestra propaganda nazi. Os ponéis en ridículo y ponéis en ridículo al resto de mujeres, con vuestra protección estatal y hembrista. Y si tenéis menos pensión, trabajar más, que nadie os obliga a casaros, ni a ser madres.
En parte tienes razón: lo que lastra las carreras profesionales de las mujeres no son los hijos, sino los maridos. Por algo las feministas de los 90 tenían por grito de guerra: MANOLO, HOY LA CENA TE LA HACES SOLO. Y añado: los calzoncillos te los lavas tú, que la lavadora no muerde.
En cuanto a lo de que estás hasta las narices de nuestra propaganda nazi, siento decirte que te queda más mili que al palo de la bandera.
jajajajaja muy bien dicho.
Otro que está cagado por si dejan de ser el sexo dominante. ¿Miedo a dejar de tener derechos sobre las mujeres?, ¿te sientes amenazado, quizá? o ¿miedo a no poder pisotear al género femenino?
Por cierto, buscamos la igualdad, el nazismo es dictatorial, de nada. 😉
Exacto, tienes que denunciar, una vez que lo haces te llaman para declarar y el juez te pregunta si estás segura de que quieres declarar contra tu marido…