manuela carmena cartel

Manuela Carmena, de 71 años, jueza de profesión y actual alcaldesa de Madrid, es una mujer que rompe esquemas. Acaba de aparecer publicado el libro Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres, en el que a lo largo de sus conversaciones ambas mujeres charlan entre otros muchos aspectos de la trayectoria personal de la alcadesa y ex-jueza, y comentan diferentes aspectos de su vida íntima que no han dejado indiferente a nadie.:

Afirma tener con su marido desde hace 48 años “una relación abierta” con la premisa de “contarle siempre la verdad. Nosotros lo hemos llevado bien, nuestros hijos también. Horizontes amplios. Siempre”. La alcaldesa aclaró que siempre han querido estar el uno con el otro y que “en el sentido más íntimo, mi marido y yo siempre hemos funcionado muy bien».

 

“la masturbación ayuda a tener conciencia de uno mismo. Da mucha pena que todavía existan tantísimas mujeres que no conocen el amor propio y que no llegan al orgasmo con nadie. El mundo del sexo sigue siendo muy oscuro porque no se habla, no se comenta”y considera que ha habido “una involución. Un día me puse a mirar por Internet el tema del orgasmo femenino, y encontré unos datos terribles de mujeres que lo fingen”.

 

Hay una gran cantidad de placeres sin penetración. A mí el punto G como que no… El clítoris es un gran invento porque eso es lo seguro, lo mires por donde lo mires. el tema de la penetración clásica limita mucho”, “los hombres tienen que trabajar aún para asumir la cantidad de placeres que hay sin penetración”.

 

Al ser consultada respecto a cuándo debe comenzar a hablarse sobre sexualidad con los niños, Carmena indica que lo mejor es «no llevarse las manos a la cabeza» cuando el conocimiento del cuerpo «llega pronto». En ese sentido, apunta que la falta de comunicación es un error y critica que «no se hable, no se comente».

Fuentes: Golfxs con principios e Infobae.

Se trata de unas declaraciones polémicas por varios motivos:

Las realiza una política en activo, la alcaldesa del primer municipio de España, siendo como es la política un entorno caracterizado por la hipocresía a nivel personal, por políticos con relaciones heteronormativas porque «es lo que se espera de ellos». Son de sobra conocidos los consejos que Manuel Fraga Iribarne dio a Mariano Rajoy al rsepecto de su futuro político: «Cásese y aprenda gallego, y luego hablaremos de lo suyo«. O en un par de episodios escabrosos relacionados con Alberto Ruiz Gallardón: la polémica sobre el «outing» y sobre la presunta amante que el ex-alcalde de la capital tenía, de nombre Montserrat Corulla y con quien se rumorea que mezclaba política, negocios y placer vinculando a Gallardón y a Corulla en el Caso Malaya. No, definitivamente la política no es el ambiente más propicio para hablar de relaciones sexo-afectivas diversas con normalidad.

 

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Son declaraciones hechas por una mujer. Cuando lo habitual es que la sexualidad femenina se esconda con pudor, Carmena hace estas declaraciones en las que afirma ser una mujer sexualmente activa y que además sus relaciones sexuales no se limitan a las relaciones matrimoniales bendecidas por la Santa Madre Iglesia, sino que se masturba, que practica el sexo por placer con otras personas que no son su marido, y con el conocimiento y la aprobación de sus hijos. Si la masturbación femenina ha sido un tema tabú hasta hace relativamente poco, en un país en el que un video de una concejala de un pueblo perdido se masturba para un hombre que no es su marido genera una polémica a nivel nacional, que Carmena admita practicar la masturbación y mantener una relación abierta que además les viene funcionando bien durante casi 5 décadas y en la que no tienen que esconderse cada uno para tener sus «apaños» mientras mantienen una relación ficticia de cara a la galería es algo inaudito en la política española.

Son declaraciones hechas por una mujer mayor, de 71 años, que reivindica el sexo activo como para de una vida sana y feliz incluso en la tercera edad. Una mujer que por edad podría llevar ya varios años jubilada, que es reconocida en algunos medios de comunicación como «la abuela del milagro», nos habla abiertamente de la sexualidad en la edad dorada de la vida, una sexualidad a la que (viagras y vaginesiles aparte) se le presta poca atención.

Y, por último, porque huyo de la concepción coitocéntrica y falocéntrica de la sexualidad, que basa la mayor fuente de placer en la penetración. Me declaro totalmente fan de Manuela Carmena cuando reivindica el trabajo que tienen que hacer las mujeres por conocer sus propios cuerpos mediante la masturbación, y también los hombres por salir del «sota, caballo y rey», descentralizar el coito, huir de la idea de que su pene es el centro del universo sobre el que gravita la sexualidad heterosexual.

Lo grave es que, finalizando el 2015, estas declaraciones resulten polémicas. El escándalo generado por la publicación del libro de Maruja Torres, si algo pone de manifiesto, son las grandes carencias en materia sexoafectiva que tenemos como sociedad.

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