Servidor nuevo a prueba de machitrolls y una reflexión sobre la estrategia del activismo feminista en internet

Los Reyes Magos me han traído un servidor nuevo. Ni tan mal para lo mala que he sido durante el 2015.

Desde mayo del año pasado las estadísticas de visitas han empezado a dispararse, yo también he vuelto a escribir con relativa frecuencia. Además, os habéis vuelto locas y algunos de los posts que he escrito los habéis compartido en Facebook, Twitter y hasta Linkedin miles de veces, provocando tal avalancha de visitas que por momentos el hosting económico que tenía contratado se me quedaba corto.

Si a esto le sumos que las Locas del Coño, que están alojadas en el mismo hosting, lo están petando fuerte y juntas tenemos un imán para atraer a machitrolls, el resultado es que estas navidades las he pasado canutas para que el servidor no se me muriera en los brazos por falta de recursos: ni cache de base de datos y cosas varias, ni cloudflare para derivar la mayor parte del tráfico, ni el pararallos de la torre del aeropuerto. Cuando no hay recursos suficientes para tanto tráfico, no hay y punto.

Así que para el año nuevo nos pasamos a banahosting, un flamante hosting nuevo professional unlimited deluxe con purpurina y unicornios.

Parece una chorrada, pero el hecho de tener todo el contenido que creamos en un hosting propio del que tenemos control total, me da cierta seguridad a pesar del tiempo y el esfuerzo que hay que dedicarle. De esta forma sé que el contenido es mío, está protegido contra ataques organizados, y que aunque una horda de machitrolls decida denunciar mis perfiles a Facebook o a Twitter dará igual.

Le pasó a Ro de la Torre con el texto Qué Niña Tan Bonita, que Facebook le borró por acumulación de denuncias cuando había sido compartido más de 5.000 veces. También han intentado cerrarme la boca vía denunciar mis fotos en Facebook por «contener violencia explícita» (son tan sensibles que incluso la foto de una cena en un restaurante japonés ofende tanto su sensibilidad que también la denunciaron por «contener violencia gráfica») y la cuenta de Twitter también me la han intentado cerrar.

Se equivocan en la estrategia: yo no soy líder de nada ni represento a nadie, y cerrar mis perfiles en redes sociales me daría un poco por saco durante unos días pero no sería ningún logro para la causa de los Men’s Rights Activists. La ventaja de las redes distribuidas con respecto a las redes centralizadas es precisamente esa: que destruir un nodo de la red no afecta a toda la red, porque cada una de nosotras, cada una en la medida de sus posibilidades, con nuestras diferencias y nuestras incoherencias particulares, formamos parte de un movimiento que nos empodera a todas. Si tocan a una, nos tocan a todas. Pero si una cae, el grupo tiene el suficiente poder como para continuar adelante. No necesitamos líderes que nos pastoreen: Cada una, de forma individual, somos poderosas, pero juntas somos imparables.

El feminismo nos ha enseñado la importancia de no depender de terceros, de depender únicamente de nosotras mismas. Utilizar las redes sociales como herramientas para dar difusión a lo que creamos es genial, pero darles el control de nuestro contenido nos sitúa en una posición de vulnerabilidad frente a empresas como Facebook o Twitter, incluso tumblr o wordpress, que pasan a ser centrales en el momento en que son los titulares del contenido que subimos ahí: artículos, imágenes, cómics, fotos, meses… A partir del momento en que lo subimos, perdemos el control y nos ponemos en sus manos. Si reciben varias denuncias en poco tiempo de colectivos organizados, lo borran y adiós. De ahí que la existencia de webs donde todo el contenido creado es propiedad de sus autoras nos hace más fuertes.

Así que ahí va mi pequeña contribución a esta red que estamos construyendo entre todas. Algunas webs que he conocido a lo largo del 2015 y que ya se han convertido para mí en imprescindibles:

• Parece Amor Pero No Lo Es
• Antiseductor
• Feminicidio
• Autopsia
• Cajón desastre
• Porque tú lo digas
• Indica con género
• Joder Hermana
• Marisa Soleto
• Así hablo Cicerón
• El demonio blanco de la tetera verde
• Domingos en chándal

Nota: en el momento de escribir esto las DNS aún no se habían propagado alrededor del mundo, así que si aún no puedes ver este post significa que estás viendo el blog en el antiguo hosting. También parece que durante el proceso de migración hay algunos desajustes y hay páginas que dan un error 404. Supongo que tardará unas horas en estabilizarse hasta que las DNS se hayan propagado del todo. Si puedes leer y comentar este post, significa que ya estás viendo el blog en el nuevo host. Levanta la manita y di «¡HOLA!»