La Hembrista, así como la Feminista Radical y la Feminazi son imaginarios creados por el Patriarcado para controlar la emancipación de las mujeres y mantenerlas en los grados de libertad que le acomodan, dos metros antes de que los privilegios y la desigualdad estructural sean cuestionados y denunciados.

Son inventos machistas para que las mujeres rechacemos la emancipación de otras, cuando ellas no complacen al Patriarcado. Nos hace creer que existen feministas buenas y malas, de acuerdo al grado de aprobación que el sistema concede, cuando la verdad es que la mejor feminista es la que pone de cabeza al sistema, sin misericordia.

Un lavado de cerebro tan efectivo, que son las mismas mujeres las que demonizan a sus pares, cuando “van muy lejos” en sus procesos de liberación, tan lejos que se “arriesgan” a perder la simpatía, la validación y la anuencia de los hombres en sus luchas a cambio de ganar total autonomía sobre sus vidas y su sexualidad.

La Hembrista, la Feminista radical y la Feminazi son los epitetos que el machismo usa para nombrar a las mujeres sin miedo. Para el sistema patriarcal, que se alimenta de nuestros miedos y nos tiene sujetas de las inseguridades que ello provoca, no hay nada más peligroso que una mujer que no tiene nada que perder.

El miedo es un mecanismo de control para que vivamos aterradas a expresar opiniones, a ser feas, a engordar, a contradecir, salir a la calle, a que nos violen, al ridículo, a la soledad, a no casarse, al rechazo romántico, al despido, a la celulitis, al infierno, a viajar solas, a que nos peguen, a quemar la comida, a creer en nosotras mismas, etc.

 

Leer el artículo completo en el blog de Vanessa Rivera de la Fuente, que es la autora de este texto que me encantaría haber escrito yo.

Un comentario

  1. Yo sabía que esa particular manera de escribir la conocía, @DivinaFeminista es verdaderamente une mujer de admirar, así como tu, mil gracias por este espacio.

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