Ya pasó la polémica por el doble tick azul de whatsapp que creíamos que iba a provocar un cataclismo mundial y la ruptura de millones de parejas, porque claro, que lean tus mensajes y no te contesten de inmediato es una cosa intolerable… Una creería que, llegados a la edad adulta, este tipo de chorradas estarían superadas, pero parece que no. Os cuento:

– Oye, has leído mis mensajes. Ha salido el tick azul hace un rato, por lo menos podrías contestar que no te cuesta nada.

+ Perdona, ¿qué?

– ¿Estás enfadada conmigo por algo que he dicho? Es que ya no sé ya qué pensar porque como ahora todo es machismo…

+ Mira, chaval, para esos casos en que no te contesto y tú no sepas qué pensar y dudes sobre si todo es machismo o si has dicho algo inapropiado, te doy unas cuantas opciones. Presta atención:

1) No me apetece hablar en general.
2) No me apetece hablar contigo en particular.
3) Estoy con otras personas y no me va bien hablar ahora.
4) Estoy viendo una peli y no es el momento.
5) Estoy leyendo un libro.
6) Estoy en el gimnasio
7) Estoy en la ducha.
8) Estoy conduciendo.
9) Estoy trabajando.
10) Me estoy masturbando.
11) Estoy en la piscina
12) Estoy en la playa
13) Estoy en el cine
14) Estoy en el teatro
15) Estoy en un concierto
16) Aburres a las ovejas.
17) No tengo cobertura.
18) No tengo batería.
19) No tengo móvil.
20) No tengo ganas.
21) Estoy follando.
22) Estoy de fiesta.
23) Estoy durmiendo.
24) No eres tan importante como para que tenga que prestarte atención cuando a ti te sale de la punta del cimbrel.
25) Eres un machista controlador y victimista al que tengo que darle 25 explicaciones de qué hago con mi tiempo y por qué no puedo/quiero hablar contigo.

Ale, machote, ya sabes qué pensar, tienes donde elegir.

A pastar. Mi tolerancia con quien exige atención inmediata y encima se hace la víctima es NULA. ¿Que te parece una exageración? No, si ya. Pero si consiento esta invasión de mi tiempo y esta exigencia de atención inmediata cuando me la reclama un tío que se cree con derecho a disponer de mi tiempo cuando a él le de la gana y pasando por encima de mis necesidades, ese comportamiento tenderá a ir a más. Y en unos años vendrás a decirme «¡¿Pero por qué no le dejaste A LA PRIMERA?!«, así que mira, eso hago: dejarle A LA PRIMERA. A las relaciones se viene enseñado de casa.

Autora: Iris Brosch
Autora: Iris Brosch