Ayer hablé de la conferencia de Helen Mukoro, Presidenta del comité español de ONU mujeres, y hoy continúo con el resumen de las conferencias sobre trata de mujeres con fines de explotación sexual con la intervención de Montserrat Fernández Garrido, abogada, mediadora y vocal de la asociación Dones Juristes.

Montse nos contó, desde el punto de vista judicial, la sentencia a dos de los clubes de alterne más grandes de Barcelona: el Riviera y el Saratoga, a principios del 2009, durante la investigación judicial llevada a cabo por la audiencia provincial de Barcelona.

Según acredita la sentencia de la Audiencia Provincial de más de 600 páginas, el club Saratoga facturaba entre 6 y 8 millones de euros anuales, mientras que el Riviera facturaba alrededor de 12 millones de euros al año. Allí trabajaban mujeres de lunes a domingo, en jornadas de más de 11 horas ininterrumpidas, y ni siquiera podían descansar en las habitaciones que teóricamente tenían alquiladas en el hotel. Nos explicó que la sentencia también consideraba acreditada una trama de policías y abogados corruptos cómplices, que cobraban de 3 a 6 mil euros mensuales por avisarles cuando iban a hacer redadas.

En la Audiencia Provincial, un tribunal compuesto por 3 juezas logró cerrar estos clubes. No obstante, los dueños apelaron y cuando el caso llegó al Tribunal Supremo, un tribunal compuesto por 5 magistrados revocó la sentencia y les rebajaron la pena.

En su sentencia, los cinco señores del Tribunal Supremo admitían que las mujeres que allí estaban se encontraban en una situación de profunda vulnerabilidad económica y social, que se prostituían debido a sus factores sociales, pero no encontraron nada de eso fuese importante para el caso porque ellas estaban allí porque querían. Mientras que según la Audiencia Provincial las mujeres habían sufrido violencias precedentes y tenían profundas carencias económicas y personales de las que sus proxenetas se habían aprovechado, y por lo tanto no se podía considerar que fueran realmente libres y por eso dictaron sentencia; para los magistrados del supremo nada de eso era jurídicamente relevante porque ellas estaban allí por voluntad propia y por lo tanto aprovecharse para obtener beneficio económico de la prostitución de estas mujeres en situación de extrema vulnerabilidad no lo consideraron legalmente punible, así que les condenaron por delitos menores, como el soborno a los policías.

Según la audiencia, las mujeres no eran libres y por eso dictaron sentencia. Sus prostituyentes no usaban contra ellas la fuerza física pero sí presión sociológica y un régimen de trabajo de tipo coactivo. El Supremo, aunque reconoció que no estaban en los burdeles por voluntad propia y que eran mujeres en una situación socioeconómica vulnerable, se limitaban a constatar que nadie les obligaba de forma violenta y por lo tanto jurídicamente no tenían nada que objetar al respecto.

Terminó Montserrat su conferencia con algunas cifras en un terreno que es siempre pantanoso por la dificultad de obtener datos fidedignos.

La prostitución tiene una mortalidad 40 veces superior a la de cualquier otra profesión, un nivel de estrés solo equivalente al de los militares en zonas de guerra, y 18 veces más probabilidades de contraer enfermedades. Todos los estudios consultados con mujeres en situación de prostitución demuestran que si existen alternancias laborales aceptables ellas dejan la prostitución, no quieren ejercerla ni ellas ni que la ejerzan sus hijas.

También mencionan que ellas utilizan una estrategia psicológica de supervivencia que consiste en la disociación para ejercer. Este fenómeno solo se conoce en situaciones de peligro y sufrimiento extremo.

Fernández hizo un breve repaso a la situación legal en Europa: En Alemania, donde la prostitución está regulada, el 67% de los hombres declara haber tenido sexo de pago alguna vez; en Suecia, donde está prohibida y a quien se penaliza es al putero, solo el 8% hombres admite el mismo hecho; en Francia prohibida desde el 2016; Holanda se está destruyendo el barrio rojo porque hay cada día más maltrato contra prostitutas y más menores prostituidas.

Y cerró su conferencia con una cita de Pala, el director de la plataforma por la abolición en Francia:

Los hombres tienen que trabajar por la erradicación de la prostitución, porque es un problema de los hombres que afecta a las mujeres, y no al revés.

Otras conferencias:

Conferencia de Helen Mukoro sobre trata de mujeres con fines de explotación sexual: el caso de Nigeria

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