Si algo tiene youtube es que ha democratizado la producción audiovisual, nos acerca realidades que hasta no hace mucho quedaban en los márgenes de las producciones de los medios de comunicación masiva, y cuando aparecían era con un tratamiento sensacionalista, amarillento y pro statu quo.

Cuando son otros medios quienes van a informar sobre un colectivo determinado, es importantísima una buena estrategia de gestión de portavoces, para evitar en la medida de lo posible que el mensaje que vamos a transmitir se manipule o se desvirtúe. Pero cuando emitimos el mensaje en primera persona, cuando por fin tenemos el poder de controlar el contenido de lo que queremos transmitir, no podemos echarle la culpa a terceros de que nuestro discurso se vacíe de contenido político. Y eso es lo que creo que ocurre con este documental de Néstor Navarro sobre la vida como okupa del gallego Aleixo Carreira en Londres.

Son tantas las frases que me han rechinado que he tenido que parar el documental a la mitad, volverlo a poner desde el principio, y tomar nota para escribir este post porque me estaba poniendo de mala leche. Se supone que son documentales hechos desde dentro del colectivo para transmitir una imagen distinta a la que dan los medios de comunicación, menos relacionada con la delincuencia marginal y más con una visión socioeconómica. Lo cual me parece fantástico. Pero coño, no caigas en tonterías de adolescente jugando a ser revolucionario sin un discurso articulado, porque entonces se va todo a la mierda.

El documental ya empieza mal. Antes de enseñarnos las primeras imágenes, con el título sobre fondo negro, la voz en off de Néstor Navarro nos cuenta:

«Empecé a grabar este reportaje junto a mi amigo Aleixo. Lo que empezó siendo un proyecto personal, por culpa del sistema lo fui abandonando hasta el día de hoy.»

Eso de «por culpa del sistema» me lo vas a tener que argumentar. ¿Te metieron en la cárcel? ¿Te obligaron a irte a hacer la mili? ¿Has tenido que vivir oculto y sin acceso a una cámara y un PC debido a tu activismo? Porque hobbies tenemos todos, y el sistema no nos impide realizarlos, es más, teniendo en cuenta que youtube tiene un sistema de publicidad que promueve la creación de contenidos para monetizarlos, diría que tu documental por muy antisistema que pretenda aparentar, entra de lleno en la producción del sistema capitalista. No se me ocurre nada más pro-sistema que aprovechar tu contenido para servir de soporte publicitario a marcas y que te paguen por ello (y lo dice alguien que tiene puesto google adsense en el blog, sé muy bien de lo que hablo), así que tu «por culpa del sistema lo fui abandonando«, me suena a excusa mala, a «el profe me suspende porque me tiene manía«.

«Intentamos luchar y dar una cara de que la okupación puede ser responsable y organizada, que no es el típico yonki que está ahí metido pinchándose y que le da igual todo.»

Aleixo intenta desmarcar el movimiento okupa de la drogadicción y de la delincuencia, lo cual está muy bien si no fuera porque en el minuto 2, de manera totalmente gratuita, ¿aparece fumándose un porro, o soy una malpensada y es tabaco de liar? De hecho, aunque lo fuera, colaborar con las empresas tabacaleras mientras mantienes una pose de antisistema no parece precisamente coherente ni propio de quien tiene un discurso articulo. Ser okupa, anarquista y fumador y cagarte en los yonkis, tampoco. Más bien parece algo propio de adolescentes revoltosos. De tener un discurso político sobre los estragos de la droga en las clases más desfavorecidas, ya ni hablamos.

Pero es que el argumentario de Aleixo Carreira es aún peor. Algunas perlitas:

«Hemos barricado la puerta principal para que el dueño no pueda entrar»

Coño, que se trata de okupar edificios vacíos en los que los dueños ni están ni se les espera. Este tipo de comentarios son feos de cojones.

«¿A qué te dedicas aparte de la okupación? / Hago rap y voy a manifestaciones»

«Tenéis un baño muy limpio… / Sí, venía un hombre a limpiar»

«¿Has tenido problemas en el Reino Unido? / Sí, he sido arrestado en una contramanifestación, he pasado 6 horas en el cuartelillo y durante un mes no he podido manifestarme.»

«¿No te pueden intentar sacar fuera de la casa o del edificio? Pueden intentarlo si ven que pones pancartas, que eres una persona política activa. Entonces, como puedes crearle problemas al Estado pueden intentar quitarte, pero si eres una persona NORMAL que lucha por sobrevivir van a tener muchos problemas.»

La verdad, me parece desmoralizante que precisamente sean documentales como este que parte por un lado de las herramientas de empoderamiento ciudadano de la que el cambio de paradigma que supuso la web 2.0 nos ha dotado, de poder por fin transmitir su mensaje en primera persona… muestren una imagen tan superficial, un discurso político tan plano, tan vacío. De hecho, me parece triste que el activismo en general tenga un discurso tan plano, tan de eslogan, tan de hilo de twitter o post de tumblr; mientras el activismo está tan alejado de la academia, a la academia (según mi percepción personal) le cuesta horrores bajar al plano del activismo: se van haciendo cositas, pero lo que percibo es que son pequeñas, minoritarias, puntuales y sin un continuum.

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