Secuencia de acontecimientos: un concejal del PP se introduce en el hashtag coñón en twitter con en el que habíamos estado jugando desde mediodía, Cosas que no pueden hacer los sindicalistas, inspirado en la portada de La Razón de hoy: los sindicalistas no pueden irse de cañas porque es una traición a la clase obrera.

Fran Coronado, concejal del PP en Morón de la Frontera, dice que Comisiones Obreras, UGT y el PSOE quieren ganar en la calle lo que no ganaron en las urnas. Y le replico que es exactamente lo mismo que hizo el PP con las docenas de manifestaciones que convocaron en su día: en contra del aborto, del matrimonio gay, de educación para la ciudadanía, de la negociación con ETA, etc. Me responde que él twittea sobre lo que le da la gana opinar y que lo único que a mí me queda es respetarlo. En ningún momento le he faltado al respeto, faltaría más. Pero ¿cómo que lo único que me queda es respetarlo? ¿Me está diciendo que no puedo comentar en mi twitter lo que dice un cargo público en twitter? ¿Por qué? ¿Lo único que me queda hacer es callarme la boca? No me da la gana.

Le pregunto si en el PP no pretendía ganar en la calle lo que perdió en las urnas cuando se manifestaba en contra de todo lo mencionado más arriba, y si eso no es incoherencia. ¿Y cómo me responde? Llamándome Gárgola.

Pero no queda ahí la cosa: observen, observen…

Este concejal del PP no soporta que le lleven la contraria con argumentos, me acusa de ser una aburrida, ¡¿de increparle?! por no pensar como yo… A ver dónde ven ustedes que le increpe o que le falte al respeto en algún momento. Lo único que hay es sana discrepancia, y sorpresa porque ahora considere que la oposición pretenda ganar en las calles lo que no ganó en las urnas, y sin embargo cuando el PP se manifestaba en contra de las leyes aprobadas en el parlamento esas manifestaciones sí le parecieran legítimas. Perplejidad por la manera tan burda de desacreditar las manifestaciones que no le gustan por la vía de tirar de argumentario y de desmemoria, como si las manifestaciones que protagonizaba el PP no estuvieran tan recientes en la retina de todos. Pregunto si es así, nada más, porque me resulta incoherente, y su actitud es la de hacerme callar primero e insultarme a continuación.

El único que falta al respeto es el cargo público del PP, que me dice que cambie la foto de perfil, que parezco una gárgola. Y que me marche de su twitter (juas!). Y que él dice las cosas a la cara. Y a continuación, privatiza su perfil en twitter.

Todo un ejemplo de coherencia pepera, como puede observarse.

11 comentarios

  1. Un argumento «científico» más en defensa de la reforma laboral de este especialista en sociología, derecho del trabajo, broker de la bolsa, ejecutivo de éxito u otras ocupaciones «privadas» válidas cuando se es del PP. Y de las que, por supuesto, carece todo izquierdista de pura raza. Bueno, justo y necesario, como dios manda.

  2. Ellos solitos se descubren. Sólo hace falta decirles que no estás de acuerdo con algo para que les falte tiempo para descalificar al personal…

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