Este artículo de El País titulado «Joven, y para colmo, mujer» es un auténtico mazazo. Explica los motivos de la brecha salarial entre hombres y mujeres, por qué ellos acaparan la mayor parte de los puestos de responsabilidad en las empresas, y por qué la tasa de nacimientos baja y la edad media de la maternidad se retrasa. Hay pocas soluciones a corto plazo y la última reforma laboral no contribuye lo más mínimo a solucionar el problema. El futuro pinta cada vez más negro.

Hay un párrafo del artículo con el que me siento identificada desde hace años:

La mayor espinita que tiene Leticia es no poder permitirse ser madre. “Me encantan los niños. Y siempre pensé que, pasara lo que pasara, sería madre antes de los 30. Tengo 29 y ya lo he descartado. Es imposible. Me frustra pensar que quizá nunca esté en una situación suficientemente buena como para ser madre”, lamenta.

Quizá nunca esté en una situación suficientemente buena como para ser madre. Se me ocurren pocas cosas más tristes.