Sí, claro, y Sergio Ramos camarero, no te jode…
Soy de la opinión de que se aprende más de un error que de 20 aciertos. Y si de algo puede presumir Zapatero es de haber cometido miles de errores, y quizá incluso puede que haya aprendido de la experiencia de algunos de ellos. Pero la oratoria nunca ha estado entre sus virtudes. Zapatero es un orador aburrido. En sus mitines, donde a la estrella de la pista se le supone la capacidad de arengar a las masas, ante un público entregado que además viene ya motivado de casa, él era capaz de dormir a las ovejas.
Estoy dispuesta a admitir que pueda aprender economía en dos tardes, pero si en 12 años al máximo nivel no ha sido capaz de mejorar su oratoria hasta un nivel aceptable, habrá que concluir que aparte de práctica y técnica, carece de las habilidades innatas necesarias. Zapatero no sabe hablar bien en público. No pasa nada, no todos valemos para todo.
Lo que me sorprende es que, con esas credenciales, vaya a ser el ponente estrella en una cumbre venezolana. Recomiendo a la organización que, en el coffee-break, sirva a los delegados el café bien cargado.