Creo que, por primera vez en nuestra democracia, los jueces han decidido que son un poder del Estado sin ser ni un poco legisladores ni un poco gobierno. (…)
En España, eso de que los delitos se pagan no está en la conciencia colectiva. Entre otros motivos, por culpa de los jueces. Los jueces han sido cómplices de una degradación de la idea de Justicia. Con retrasos, con dudas, con temores, con cambios de papeles. No se pueden quejar los jueces: podemos quejarnos los ciudadanos.
Pero algo ha pasado en estos meses que ha llevado a los jueces a empezar a tomarse muy en serio su labor. (…)
Si los jueces se lo toman en serio, muchas personas y muchos personajes públicos van a tener que pagar en dinero y/o en libertad abusos de años y años, pero el sistema democrático se podrá consolidar. Hoy no es de fiar.
Vía: Luis Solana, en Están volviendo los jueces