Que #EXISTEN campañas organizadas para desprestigiar la Ley Integral Contra la Violencia de Género no es nuevo. Ya escribí en un post anterior sobre la presunción de inocencia, las denuncias falsas, y otros memes difundidos por el machismo organizado. No obstante, justo es reconocerles a los lobbies machistas MRA1 que están haciendo realmente bien su trabajo. La horda cuñadista, a cualquiera que le preguntes, tiene claro que con por culpa de la Ley Integral Contra la Violencia de Género:
- Los hombres han perdido la presunción de inocencia, y por lo tanto es una ley inconstitucional.
- Sólo hace falta que tu pareja haga una llamada de teléfono para meterte en la cárcel.
- Si tu pareja te denuncia por violencia de género, te condenarán con solo su testimonio.
- El 90% (o más) de las denuncias por violencia de género que se ponen son falsas.
- Las mujeres denuncian a sus ex-parejas por violencia de género para conseguir mejores acuerdos de divorcio, sentencias más rápidas y porque son unas arpías frías y calculadoras que amenazan a los pobres hombres con quitarles la custodia de sus hijos.
- Las mujeres que denuncian, consiguen una orden de alejamiento de sus parejas y además les dan una paga de 426 euros.
Ya expliqué hace unas semanas que nada de esto es cierto, pero el cuñadismo irredento y el machismo militante son aliados e inasequibles al desaliento, no hay dato, testimonio o documentación que les vaya a hacer recular porque lo suyo es una campaña de intoxicación masiva que les reporta beneficios.
¿Cómo justifican esta campaña de intoxicación masiva? Aludiendo a la importancia que tienen las «denuncias falsas», que destruyen vidas de hombres inocentes. Mi argumento favorito es el que sostiene que el 80% (como mínimo) de las denuncias son falsas porque sólo terminan en condena aproximadamente el 20%. Es decir, que si la denuncia se archiva por falta de pruebas, o si el denunciado es absuelto, la denuncia es automáticamente falsa según su versión. Un escándalo. Dejando al margen informes de la propia fiscalía que cifran el número de denuncias falsas en cuanto a violencia de género por debajo del 1% (muchísimas menos que por ejemplo falsas denuncias por robo, y no os veo escandalizaros), y dejando al margen que las violaciones y la violencia de género son de los delitos más infradenunciados, aquí hay un problema de base: que una denuncia tenga como resultado la absolución o el archivo del denunciado no la convierte automáticamente en una denuncia falsa. Menos aún en un tipo de delito difuso y continuado en el tiempo, que suele cometerse en la intimidad del hogar (no por casualidad se la ha denominado durante años violencia doméstica) y alejada de los ojos de testigos. Un ojo morado o un brazo roto son hechos muy concretos y fáciles de probar, pero no todo el maltrato se circunscribe a eso, y sería un error contemplarlo así. Hay maltratadores que no necesitan ponerte la mano encima para serlo.
Cito de este artículo: Maltratadores que no necesitan pegar
Los maltratadores someten a sus compañeras a un desgaste psicológico tal, que ellas llegan a creer que tienen lo que se merecen, que todo es culpa suya, que nunca, nadie -que no sea su torturador- las va a querer.
Los maltratadores que no necesitan pegar torturan psicológicamente a sus compañeras, les minan la autoestima hasta hacerlas creer que él es el único hombre que podría aguantar a una mujer inútil, insoportable y carente de todo atractivo, como ellas. Insultan, humillan en público, desprecian a sus compañeras, hasta hacerlas creer que no valen para nada.
Esos hombres que no necesitan pegar alejan a sus compañeras de todas las personas que las quieren. Las enfrentan a su familia, a su gente, encuentran argumentos para desprestigiar y espantar a cualquiera que pueda querer a su presa.
Su estrategia es, precisamente, hacer creer a su compañera que está sola, que nadie la quiere, que necesita su protección. Pero, a cambio, se quedan con su libertad. Y esta sociedad que legitima el binomio hombre-protector, mujer-protegida da cuerda a ese juego.
Y así, las mujeres que viven con un maltratador que no necesita pegar, no encuentran el momento exacto en que poder decirle a su gente, al teléfono contra el maltrato, a la policía, que están viviendo en una situación de tortura. Porque esta sociedad que identifica la violencia contra las mujeres con muertas y ojos morados, no es capaz de ver las heridas que te hace quien dedica cada día a hacerte creer que le necesitas para vivir, pero te hace la vida imposible. ¿Cómo explicar que te ha dejado sin libertad, sin autoestima, sin vida?
El maltrato psicológico, las humillaciones constantes, el control constante, el apartarte de tu círculo de amigos y familia, provocar que te despidan del trabajo o que renuncies a él para perpetuar tu situación de dependencia respecto al maltratador, las broncas, los gritos, los insultos más o menos velados, el mantener relaciones sexuales bajo coacción o verte obligada a realizar prácticas que te desagradan, la limitación de tu libertad… Todo eso son agresiones constantes y constituyen maltrato. Pero ¿cómo lo pruebas? ¿Cómo lo denuncias teniendo en cuenta que tú, como víctima, has permitido durante años esas agresiones, has colaborado activamente con tu maltratador renunciando a tus propios espacios de libertad personal por los motivos que fuera? Es muy difícil de probar y de ahí que la violencia de género sea de los delitos más infradenunciados, y que las denuncias que se interponen con frecuencia acaben en absolución por falta de pruebas. Lo cual choca frontalmente con la afirmación de que tan sólo hace falta el testimonio de la denunciante para que vayas a la cárcel, ¿no es un poco incongruente todo, las pocas condenas con la afirmación de que con el solo testimonio de ella ya te meten en la cárcel? Fuck logic!
Aunque a estas alturas, ni la lógica ni la coherencia les va a frenar. Si es duro vivir durante años el maltrato en tus propias carnes sabiendo que si denuncias buscando protección y no eres capaz de demostrar el maltrato que sufres, encima te expones a que te acusen de denunciar en falso, imagínate lo duro que es que la policía te considere un peligro extremo y te meta un fin de semana en la cárcel. ¡Uf, qué duro, madre mía! Me dan tanta pena que lloro lágrimas como mi puño de grandes.
El truco consiste en decir que las auténticas víctimas(c) son las que no denuncian porque le tienen demasiado miedo a su maltratador, o si finalmente se atreven a ir a la policía, enseguida retiran la denuncia. Por lo tanto, todas las denuncias son falsas y se ponen para poder cobrar una paguita del Estado. La trampa es evidente: solo eres una auténtica víctima(c) si no denuncias. Porque la idea es precisamente esa: amparar la impunidad, estigmatizar a la mujer que denuncia, extender la idea de que todas las denuncias (o la inmensa mayoría) son falsas, y de esta manera coaccionar a las mujeres para que no denuncien a sus maltratadores. ¿Para qué, si nadie las va a creer? ¿Para qué, si encima las van a acusar a ellas de intentar joderle la vida a su maltratador? ¿Para qué, si no pueden probar los malos tratos porque no tienen partes médicos, encima se exponen a ser denunciadas por poner una denuncia falsa? ¿Para qué vas a denunciar y buscar protección? Ese y no otro es el objetivo de esta campaña que intenta magnificar la importancia real de las denuncias falsas: que las mujeres no denuncien, buscan la impunidad de los maltratadores y la desprotección de las víctimas.
No se cortan un pelo además al pedir la derogación de la Ley Integral Contra la Violencia de Género para volver a la situación anterior al 2004, cuando si denunciabas que tu marido te maltrataba y podías probarlo con un parte médico de lesiones, la cosa se saldaba con una falta por lesiones o como mucho con un delito por lesiones que casi nunca tenía cárcel y se finiquitaba con una simple multa, y eso si podías demostrar que había sido tu pareja el agresor porque «es tu palabra contra la mía y voy a decir que te has resbalado en la ducha, que eres muy patosa«, o si denunciabas que tras años de humillaciones tu marido ha amenazado con matarte, te mandaban de vuelta a casa con él porque hablar es gratis, hasta que no la mate de verdad no podemos hacer nada, señora. A esa situación de desprotección quieren devolvernos.
¿Su técnica? Siento mucho que existan hombres maltratadores PERO. Yo no soy machista PERO. Yo no soy racista PERO. Yo no soy homófobo PERO. El truco ya nos lo sabemos.
Además, existe una ley no escrita equivalente a la ley de Godwin, por la cual en una discusión en internet con un MRA las probabilidades de que en algún momento de la discusión te diga a mí me denunciaron en falso o bien conozco un caso cercano de denuncia falsa tiende a 1. A esta ley la llamamos Ley del MRA Llorica.
Os voy a decir una cosa sobre la Ley del MRA Llorica: Si un hombre me dice que ha pasado unos días en el cuartelillo por una «denuncia falsa» o que le dejaron sin poder ver a sus hijos por una «denuncia falsa», automáticamente ese hombre para mí queda catalogado como peligroso. ¿Prejuicios? No, para nada: información. Como ya expliqué, con una simple denuncia no te ocurre nada, no te meten en prisión provisional tan solo porque tu mujer te denuncie. Hace falta una evaluación de riesgo por parte de la policía, y es la policía quien evalúa de 1 a 5 el grado de peligrosidad potencial del sujeto. Si la policía determina que el grado de peligrosidad del hombre denunciado es el máximo, riesgo extremo, entonces y solo entonces ese hombre puede pasar hasta 72 horas en prisión provisional como medida cautelar. Entre la palabra de un hombre denunciado y la evaluación de riesgo de la policía, para mí tiene más valor la evaluación de la policía. Llámalo prejuicios si quieres. Si la policía ha evaluado tu caso y ha considerado que eres un riesgo extremo y que es más seguro para todos sacarte de la circulación durante unos días para evitar que hagas daño a alguien, a mí no me cuentes rollos, que no me interesa para nada «tu versión» sesgada y subjetiva. Tampoco me importa la versión de tu ex-pareja, no te hagas pajas mentales: me fío más de un intermediario ajeno y objetivo como es la policía, que de ti. Tú lo llamas «prejuicio», yo lo llamo «precaución» y «sentido común». ¿No te gusta que duden de tu versión y que te contradigan? Mala suerte. Plantéate qué dice eso de ti y si no estará contribuyendo a reforzar precisamente la idea de ti que quieres combatir.
Partamos de la base siguiente: cuando tienes tan arraigado que tus privilegios sobre otros constituyen un derecho propio e irrenunciable, cualquier avance en materia de igualdad te parecerá un ataque intolerable a tus derechos al que te resistirás con furia. Y eso es lo que encontramos aquí: machistas convencidos de que están siendo atacados en sus derechos como hombres, «derechos» que no son otra cosa que el statu quo de privilegio.
Una cosa que me tiene particularme harta son las explicaciones por parte de los hombres de lo que es el auténtico feminismo y la auténtica igualdad. Todo lo que pase de sus líneas rojas, nos dicen, en feminazismo, hembrismo y hace un flaco favor al auténtico feminismo(c), a las auténticas víctimas(c) ya sea de violación, de violencia de género, de discriminación o de lo que sea. Ellos son los guardianes del tarro de las esencias del auténtico feminismo(c) y todo lo que se salga de sus líneas rojas es intolerable.
En realidad, lo que se oculta detrás del «flaco favor» y de los límites del auténtico feminismo(c) no es más que un eso que dices no me gusta, me parece demasiado radical o me hace sentir incómodx y no sé cómo desactivarlo con argumentos. Si el mansplaining2 ya es habitualmente cansino y condescendiente, en este caso se torna agresivo con frecuencia, cuando no en un discurso victimista del estilo estás intentando humillarme por señalar los agujeros argumentales de un discurso determinado.
Y, por si fuera poco, quieren darnos lecciones de lo que lo que es la auténtica igualdad(c) y no este feminazismo antihombres que promovemos, que quiere quitarles derechos a ellos (exactamente, ¿qué derechos queremos quitarles?) y poner a la mujer en un plano superior al hombre (¿en qué?).
Bien, pues llevo algunos días lidiando el twitter con la turba machista organizada. No hablo de machistas individuales, de hombres divorciados con rencor acumulado por su ex y por todas las mujeres en general, por hombres denunciados por violencia de género o de actitudes machistas en general con las que nos encontramos todos los días. No, eso es algo habitual. En esta ocasión me refiero a organizaciones defensoras de maltratadores, con una estrategia planificada, cientos de perfiles fake en twitter y facebook simulando ser mujeres anti-feministas y defensoras de los pobres hombres humillados y maltratados por el lobbie feminazi, que sufren mucho las denuncias falsas.
El epicentro de esta campaña en cuestión es la admisión de la denuncia falsa por la chica de Málaga. No me extenderé en más detalles sobre esta cuestión, en internet puedes encontrar abundante documentación sobre el caso.
El periodista y redactor jefe de La Información Bosco Martín Algarra se ha convertido en tonto útil en esta furibunda campaña del machismo organizado al denunciar el tratamiento de la noticia en TVE. Según su punto de vista, TVE le hace un flaco favor a la mujeres violadas ‘informando’ así.
Según su particular punto de vista, el informativo de TVE dedicó medio medio minuto a narrar la noticia de la denuncia falsa de Málaga, y a continuación Ana Blanco introdujo un reportaje de cuatro minutos donde (copio-pego) cuentan lo siguiente:
- Que las organizaciones de atención a víctimas de violencia sexual dicen que hay muchas dificultades para que se condenen la agresiones sexuales.
- Que, según el ministerio del Interior, en 2013 se produjeron entre 4 violaciones y 25 agresiones sexuales al día.
- Sólo ha habido detenciones en el 70 por ciento de los casos denunciados
- Que muchas veces se alega que ha sido una relación consentida, un concepto jurídico complejo.
- El reportaje se adereza con la opinión de Concepción Torres Díaz, profesora en Derecho Constitucional, que habla de los elementos que puedan afectar al consentimiento en el curso de una relación sexual…
- Que las asociaciones de violencia de género informan que 9 de 17 disponen de recursos específicos para atender la violencia sexual…
Continúa la batería de datos:
- Que todavía hoy en la realidad muchas agresiones sexuales a mujeres que quedan impunes.
- Que falta apoyo psicológico para las víctimas de las violaciones.
- Que se necesitan más recursos para formar a la policía y a la judicatura
- Que hay que revisar los criterios de los casos en los que pueda considerarse una relación consentida.
Ya llevamos más de dos minutos y medio de reportaje. Y sigue:
- Se alerta sobre el término “denuncia falsa”, que hay que distinguirla de las denuncias no probadas.
- Una periodista de TVE nos vuelve a recordar que al día se producen entre 3 y 4 violaciones y que el 30 por ciento quedan impunes, por si Ana Blanco no lo había dejado suficientemente claro.
- Tina de Alarcón, del Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Aexuales, denuncia que los agresores sexuales son cada vez más jóvenes. Antes tenían entre 30 y 40 años de media y ahora comienzan a agredir a sus amigas desde los trece en adelante.
- Blanca Estrella Ruiz, de la Asociación Clara Campoamor, nos recuerda que cuando una mujer dice que no, es que no, y que cualquier movimiento a partir del no… es una violación.
- Turno para María Jesús Girona, presidenta de la Asociación de Mujeres Jóvenes, que más o menos viene a decir la mismo que Blanca.
- Ahora la delegada del Gobierno para la prevención de Violencia de Género se queja de que haya quienes culpabilizan a la mujer de la propia violencia que sufre. Y propone penalizar actitudes vejatorias para la mujer, como aquellos establecimientos tristemente famosos por invitar a una copa a las mujeres que se prestaran a ciertos actos sexuales.
Y concluye: la tolerancia de la sociedad es uno de sus principales problemas.
Que se explique esto a Bosco Martín Algarra, redactor jefe de La Información, le parece mal. No es el momento, dice. El telediario de TVE debería haberse limitado a informar sobre los cienes y cienes de denuncias falsas. Porque las mujeres españolas tenemos tres entretenimientos principales a los que dedicamos nuestro tiempo libre: ir de compras, abortar y denunciar en falso. Que el telediario de TVE desvirtúe una noticia sobre EL AUTÉNTICO DRAMA de las denuncias falsas hablando sobre esa cosilla sin importancia que son las agresiones sexuales, no procede, está feo. Y claro, que si flaco favor (¡CHUPITO!). Pero no se queda ahí, sino que además dice que a las auténticas víctimas(c) también les parece mal. ¿Ha hablado el periodista Bosco Martín Algarra, redactor jefe de La Información con alguna víctima de violación, a ver qué le cuenta? ¿Entonces a cuanto de qué esa arrogancia de presuponer que las auténticas víctimas(c) opinan como él? … Ya, sí, exacto.
Así que usando el artículo de Bosco Martín Algarra, redactor jefe de La Información, como piedra de toque y la «denuncia falsa» de Málaga como punta de lanza, al machismo organizado que le parece mal que las campañas de concienciación para prevenir el maltrato y la violación, al machismo organizado que le parece mal que se anime a las mujeres a no tolerar las situaciones de abuso y a denunciarlas porque eso les parece un ataque intolerable a sus derechos como hombres… este machismo organizado entorno a las asociaciones mandefender y de defensa de los hombres denunciados «en falso» por violencia de género, se lanza a una campaña de bots mediante perfiles fake muchos de ellos que simulan ser mujeres para presionar a influencers, para llenarles los perfiles de twitter de replys a políticos, periodistas y comunicadores en una campaña por el flaco favor (¡CHUPITO!) que hace esta manera de informar centrándose en el insignificante detalle de las agresiones sexuales y no en el problema verdaderamente importante, que es como todo el mundo sabe, las denuncias falsas. Animan el cotarro con unas cuantas fotos de la campaña Why I don’t need feminism? (campaña que, por otro lado, evidencia un terrible desconocimiento de lo que es el feminismo, pero ese es otro tema) y el sempiterno hashtag #EXISTEN.
He sacado unas cuantas capturas para que podáis comprobar el alcance de la campaña, las numerosas cuentas fake controladas desde la misma app para publicar todas el mismo contenido, unas detrás de otras, de manera centralizada desde las asociaciones que dan cobertura y amparo a los maltratadores. Fijaros que además de los mismos slogans y los mismos enlaces en todos los tweets, también mencionan a toda una larga ristra de influencers (políticos, periodistas y comunicadores) a los que pretenden hacerles llegar esta campaña de spam masivo. Una lista que incluye, como se puede ver en la primera captura, incluso a reputados periodistas como Enrique Meneses, que desgraciadamente falleció en enero del 2013.
Son muchísimas capturas, son tantas cuentas fake en una campaña organizada que ríete tú de los followers árabes comprados al peso por Mariano Rajoy, así que las subiremos en pequeñito y las puedes ampliar haciendo click encima. Estas son de las que simulan ser cuentas de mujeres preocupadas por el avance del feminismo que les está robando derechos a sus ONVRES, porque no todas las mujeres son unas histéricas feminazis hembristas odia-hombres locas del coño, esto del feminismo es una cosa de mujeres que no se casarán nunca, las mujeres de verdad están a favor de los derechos de los ONVRES DE VERDA.
Y claro, también los ONVRES DE VERDAD tienen perfiles en twitter para defender sus derechos atacados por el lobbie feminazi de las denuncias falsa, porque claro, si todos los bots fuesen perfiles de mujeres sería un cantazo demasiado grande (más aún, quiero decir).
Estos perfiles, cuando no están siendo teledirigidos como un ejército de robots, tienen la misión de entablar conversación entre sí transmitiendo la idea de que entre hombres y mujeres puede existir un amistoso diálogo porque también #EXISTEN MUJERES DE VERDA y no todas son feminazis odiahombres. Cada uno de estos perfiles atrapa en sus redes a una miríada de incautos que entran en la conversación como moscas en la tela de araña. Y también tienen la misión de localizar perfiles reales de gente en twitter que ocasionalmente traten temas sobre violencia de género, y soltarles su retahíla de argumentos copi-pegados sobre las denuncias falsas. Llevo varios días lidiando con docenas de estos perfiles en mis replys hasta el punto de haber tenido que echar el candado a mi propia cuenta de twitter, tal era el acoso. Bloqueaba un perfil y al minuto tenía otro con el mismo rollo, un no parar. Como manejan cientos de cuentas, bloquear unos cuantos perfiles no sirve de nada, y al final ganan por agotamiento. Un equipo de community managers del equipo de comunicación de organizaciones de activistas por los derechos de los hombres tienen mucho más tiempo, recursos y energía que una única twittera/bloguera, es una guerra por saturación en la que acaba venciendo no quien más razón tiene, sino quien más medios puede poner en la batalla.
A estas organizaciones, con estos métodos y con estos objetivos es a los que Bosco Martín Algarra, redactor jefe de La Información, está haciendo el caldo gordo con sus artículos, sirviéndoles de tonto útil y dándoles munición para sus demandas.
(1) MRA: Men’s Right Activism, o Activista por los Derechos de los Hombres. Porque los pobres hombres blancos y heterosexuales están viendo atacados sus derechos por el furibundo lobbie homosexual feminazi y antiracista opresor. Claro que sí.
(2) Mansplaining: Déjame que te explique. Sucede generalmente cuando un hombre asume que su interlocutora está menos informada o preparada en algún tema por ser mujer, y procede a dar explicaciones vagas de manera condescendiente en áreas en que ella suele ser experta. Esto va muy de la mano con las llamadas micro-agresiones.
Es increíble hasta dónde puede llegar el odio hacia las mujeres. Te felicito por cómo estás llevando el tema. Ánimo!
Hola, Jessica. Acabas de hacer fav en un twit mío que tiene relación con este artículo, asi que si no te importa te extiendo la pregunta a ti.
En este artículo mencionas que sólo un 0,01% de las denuncias son falsas. Te basas en un informe de la Fiscalía que, si no me equivoco, se basa a su vez en el número de denuncias falsas condenadas.
Dar por bueno ese 0,01% implica, entiendo, aceptar que no existen más denuncias falsas que las condenadas. Siguiendo esa lógica, tendremos que aceptar que tampoco existen más violaciones que las que resultan condenadas.
Por el contrario, si aceptamos que existen violaciones que no acaban en condena, la coherencia nos exigirá aceptar a su vez que existen denuncias falsas que no son condenadas. Y que por tanto ese 0,01% no refleja la realidad.
Yo me inclino por esta segunda opción. Obviamente no digo que sean un 80%, ni que sean mayoría. No tengo ni idea de cuántas hay. Lo que digo es que no tienen por qué ser ese 0,01%.
Entiende que con esto no pretendo trivializar los malos tratos ni las violaciones, ni exculpar a los acusados, ni inculpar a las acusadoras. Es una simple observación sobre un dato concreto que tú das, y que creo que no se ajusta a la realidad.
Gracias de antemano por tu respuesta.
Hola David,
No solo no tengo ningún problema en estar de acuerdo contigo, sino que eso mismo lo escribí aquí: http://www.jessicafillol.es/2014/09/violencia-de-genero-denuncias-falsas-presuncion-de-inocencia/
Gracias por la coherencia y (de verdad) por una respuesta tan cordial.
Supongo que si estás de acuerdo realizarás las ediciones correspondientes en este post y en el otro, para reflejarlo.
Gracias de nuevo, realizar esta pregunta y que me den una respuesta directa en lugar de calificativos de machista es toda una novedad para mí.
No veo que ediciones tendría que hacer, puesto que ya están hechas…
En este artículo haces referencia a «informes de la propia fiscalía que cifran el número de denuncias falsas en cuanto a violencia de género por debajo del 1%».
En el otro (goo.gl/QXO2kZ) de nuevo dices que «según la Fiscalía General del Estado, las denuncias falsas por violencia de género suponen un 0,01% del total», y luego basas en ese dato tu argumento principal.
En ambos artículos hablas de «denuncias falsas» aunque en realidad te refieres a «condenas por denuncia falsa», y te apoyas en los números de la Fiscalía pese a que sabes que dichos números no tienen por qué reflejar la realidad.
Si la Fiscalía tuviera la poca vergüenza de decir que sólo el 20% de las denuncias son auténticas, y yo supiera que el dato es falaz, luego no escribiría artículos mencionando ese informe y mucho menos me apoyaría en él a la hora de argumentar. Creo que tú en este caso has hecho algo similar, y que lo correcto sería corregir ese error.
Dicho eso, y puesto que se trata de tu blog, tuya es la decisión. Gracias de nuevo por tu atención.
Pues yo he sido una de las ingenuas que ha contestado en ocasiones a estos tweets en los que me mencionaban para colar el argumento de las denuncias falsas o similar. Me acabo de quedar de piedra, mi cabeza no asimila tal maquiavelismo. Brillante artículo y gracias por toda la información…
cuando la tal jessica esta escriba, pobrecitos los hombres y que pena me dan, no hay que tener ni 2 dedos de frente para ver la subjetividad,que pena que haya tantas mujeres poseidas por la misandria, que basen su vida en destruir al hombre, aunque ello destruya a destruir la vida de otras mujeres como sus madres o sus propios hijos, la mafia feminazi se extinguira con sus propios delirios hitlerianos, y luego que pongan en el ministerio de igualdad, instituto de la mujer es un descojone increible
Madre mía, no puedo hacer ningún comentario para mejorar esto…
En lo que sí te doy la razón es en lo del descojone increíble.