En su doble lenguaje orwelliano, el PP ha llamado a su segundo intento de reforma del ley del interrupción voluntaria del embarazo Ley Orgánica para reforzar la protección de las menores. Sin embargo, el contenido se contradice con el título: el Gobierno del PP se niega a proteger a las mujeres embarazadas de entre 16 y 18 años que sufren maltrato por parte de sus progenitores. Es así de duro: El Gobierno del PP apoya con su propuesta de reforma de la ley del aborto, que padres maltratadores y violentos influyan en los embarazos de sus hijas en contra de la expresa voluntad de estas.

La anterior reforma de la misma ley impulsada por el Ministro Gallardón no llegó a término por el rechazo frontal de la sociedad a que los fuerzapartos obligaran a las mujeres a llevar a término embarazos no deseados en contra de su voluntad o con graves malformaciones incompatibles con una mínima calidad de vida. Y ahora lo vuelven a intentar de nuevo ensañándose con un colectivo que ni siquiera tiene todavía derecho a voto: las mujeres de entre 16 y 18 años.

Con la ley actual, más conocida como la ley de plazos aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el procedimiento establecido consiste en que las chicas de 16 y 17 años que quieran abortar deberán comunicárselo a uno de sus padres o tutores legales salvo que aleguen una situación de conflicto familiar grave: peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos (…), desarraigo o desamparo. 

Cito textualmente de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo

Artículo 13. Requisitos comunes.

Cuarto.–En el caso de las mujeres de 16 y 17 años, el consentimiento para la interrupción voluntaria del embarazo les corresponde exclusivamente a ellas de acuerdo con el régimen general aplicable a las mujeres mayores de edad.

Al menos uno de los representantes legales, padre o madre, personas con patria potestad o tutores de las mujeres comprendidas en esas edades deberá ser informado de la decisión de la mujer.

Se prescindirá de esta información cuando la menor alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se produzca una situación de desarraigo o desamparo.

Creo que queda bastante claro que, en el caso de las mujeres de 16 y 17 años, se informará a al menos uno de sus progenitores SALVO que exita peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos. etc.

Quien quiera consultar la ley completa, aquí tiene el texto completo publicado en el BOE.

La actual reforma propuesta por el PP deja a las menores maltratadas completamente desamparadas, en manos de sus maltratadores, obligándolas a informarles de su voluntad de abortar incluso aunque esto les cause una situación de peligro cierto de violencia intrafamiliar o se produzca una situación de desarraigo o desamparo. El gobierno del PP obliga a las menores embarazadas a informar a sus padres aunque las exponga al peligro fundado de recibir una paliza o a que las echen de casa.

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No cabe mayor crueldad, siendo esta además una de las 3 únicas excepciones recogidas en la ley de autonomía del paciente, que confiere los menores de entre 16 y 18 años plena autonomía para prestar consentimiento en actos médicos salvo en la práctica de ensayos clínicos y de técnicas de reproducción humana asistida, para los cuales se requiere la mayoría de edad (artículo 9.4 de la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica). Y ahora también para abortar.

Cito a Comandante Vimes en su imprescindible entrada sobre el tema (las negritas son mías):

La posibilidad de no comunicar a los padres la decisión de abortar está abierta a cada mujer, que tendrá que solicitarlo expresamente. ¿De qué forma esta regulación le priva de la asistencia de sus padres? Al contrario, le permite elegir si la desea o no la desea. Más aún porque la ley actual sólo permite dejar de informar a los padres si hubiera un “peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos (…), desarraigo o desamparo”. El texto vigente permite que las menores de edad sean apoyadas por quienes las aman y, a la vez, que los maltratadores y violentos sean expulsados de su lado. ¿Dónde está el problema?

En ninguna parte, claro. La proposición de ley ha tenido que inventárselo para justificar el querer cargarse una regulación ponderada y razonable. (…). Es necesario inventarse que la ley que ampara a las menores de sus agresores en realidad las desprotege. Creado este falso desamparo puede venir la ley del PP a “arreglarlo”, aprobando una ley que deja a las jóvenes en manos de la buena voluntad de sus progenitores. ¿Y si hay desacuerdo? No hay problema: que resuelva el juez atendiendo al superior interés de la menor. Y si el pleito sale años después, cuando el feto ya es un niño con la comunión hecha… pues bueno, mala suerte.

Ser menor de edad, tener un padre maltratador y quedarte embarazada sin desearlo. Triple combo. Por si no tuvieras suficiente, con el gobierno del PP estás aún más jodida.