Feminazi desenmascarada: «¡Cómo cunde la paga de feminazi!» Así manipulan y acosan GenMad y los #EXISTEN (2)

Escribir esta entrada un viernes por la noche en vez de irme por ahí a cenar o a tomarme una piña colada es de las cosas que menos me apetecen. De hecho creo que es la entrada más absurda e idiota que he escrito en toda mi vida, y mira que el nivel para eso está alto¹.

Resulta que mis viejos amigos² del colectivo #EXISTEN llevan haciéndome un seguimiento exhaustivo desde al menos octubre del año pasado, aunque hasta ahora se habían mantenido en un perfil bastante bajo. Bueno, ellos por su lado y yo por el mío, hace tiempo que decidí que no voy a debatir en twitter y bloqueo a la mínima que me vienen con sus historias, que es TODOS LOS SANTOS DÍAS, pero prefiero dejarlos con su pataleo y seguir con lo mío. Es mi perfil y me lo follo cuando quiero.

Que yo intente no engancharme en conversaciones estupidas no implica que me libre de los replys estúpidos o de verme envuelta en conversaciones que ponen los pelos de punta. Un ejemplo: la conversación giraba entorno a si los padres condenados por maltrato deberían perder la custodia, y aquí este agradable personaje apodado «StopFeminismo» argumentaba que la mujer maltratada es culpable de su maltrato y no debería tener la custodia de sus hijos por ser consentidora y no protegerlos como marca la ley.

Si la mujer no los cuida ya que es su obligación según la ley, es consentidora de su maltrato.

La mujer maltratada no mira por sus hijos, si no denunciaría y se los llevaría.

Los hijos no tienen culpa de eso. Si no sabe cuidarlos, que no los tenga.

Encantandor.

Esta es la clase de basura que me encuentro a diario en mis menciones. Subo la foto de un moratón que me he hecho jugando con mi perro, y la respuesta que me encuentro es que al menos no he utilizado ese moratón para poner una denuncia falsa. Y así constantemente, un día tras otro la misma mierda.

– Jugar con tu perro y que le ponga demasiado entusiasmo: definición gráfica #pupa

– Al menos no ha acusado a nadie de malos tratos aprovechando el hematoma que le ha provocado el perro

Todos los santos días tengo que aguantar la misma mierda. Llega un momento que aguantar tanta basura, tanto odio reconcentrado y que te den siempre por el mismo lado, cansa, aburre y desmoraliza. La mala suerte que tienen es que soy cabezota y protestona, y no se me calla fácilmente. Además soy de esa clase de personas que se ríen de todo y de todos, empezando por mí misma. El sentido del humor no consiste en reírse de los demás: consiste en saber reírse de uno mismo.

Y con este panorama tan negro y con mi misma situación, yo misma me permito bromear. He hecho bromas sobre que soy una especista de mierda porque los mosquitos me comen viva, he hecho bromas sobre irme de vacaciones con el iMSERSO porque a las 9 de la noche ya me caigo de sueño, he hecho bromas sobre que soy una choni de Sant Cosme, he hecho coñas sobre la guía del PP en la que dicen que la promiscuidad sexual es un «factor de riesgo» para sufrir violencia de género sobre lo que he dicho que si tu pareja te agrede será porque eres un poco puta, he hecho bromas sobre la propuesta de Ciutadans a PP y PSOE de un pacto entre todos y lo he definido como poliamor, he hecho bromas sobre mi propio sobrepeso ironizando si que daiquiri de fresa o un bol de fresas con nata cuentan como fruta, he hecho bromas con mis sobrinos postizos en el zoo porque vieron un dinosaurio rinoceronte y lo confundieron con un triceráptos o sobre lo vieja que me hacen sentir porque no saben quienes son Timon y Pumba… Por favor, he hecho bromas hasta comparando los macarrones sin queso con el sexo sin amor, sobre una señal que indicaba el mismo sitio Parlament de Catalunya y Zoo, o sobre que podría solucionar la querella que le he puesto a mi ex por la vía rápida con un asesinato hembrista ya que por lo visto eso sale gratis. Constantemente estoy haciendo bromas sobre cualquier estupidez. Incluso he bromeado a raíz de una noticia en la que un hombre juzgado por violencia de género decía no recordar si había agredido a su ex-pareja con un bate.

He hecho miles de bromas, he utilizado el sarcasmo y el humor negro porque es mi manera de sobrellevar mi propia situación en lugar de regodearme en la pena, y he dicho y escrito a lo largo de mi vida miles de frases llenas de autoescarnio. No pretendo que nadie me conozca y sepa a priori mi manera de expresarme, no es la primera vez que me insultan por una frase sacada de contexto que han interpretado de manera literal, y lidio con ello como puedo advirtiendo del sentido de mis palabras en la mayoría de los casos. Si os tienen que enseñar el cartelito de «Advertencia: sarcasmo» para comprender el sentido de cada jodida frase, el problema lo tenéis vosotros, no yo.

Y sí, también he hecho coñas con la dichosa «paga de feminazi» que dicen que cobramos todas las que vivimos «del negocio de la violencia de género».

No hace falta ser muy inteligente para ver que estoy de coña. Es tan frecuente que nos salgan con #LoDeLaPaguita que alguien ha hecho incluso un meme para responder, de lo hartas que estamos de que nos digan siempre lo mismo pero nadie nos sepa decir dónde narices se cobra la maldita paga de feminazi.

Así estaba la cosa cuando ayer Jesús Muñoz, conocido por ser el administrador de la web malostratosfalsos.com, y según él «víctima de 7 denuncias falsas«, decidió empezar a mover mi perfil por grupos privados donde activistas en defensa de los pobres hombres maltratados y en pro de la costudia compartida se organizan. Además colgó una foto sacada de mi perfil de facebook en su muro, donde se ve claramente la procedencia: uno de los grupos en pro de la custodia compartida.

No contesto con esto, Jesus Muñoz y su entorno se dedican a difundir que además de gastarme la paga pr víctima de violencia de género en fiestas (?), también me dedico a inducir a mujeres a violar hombres. Todo de nuevo por un tweet sarcástico y sacado de contexto en una conversación en la que me una persona me contaba que se había visto envuelto en una discusión en la que un activista man-defender le argumentaba que había el mismo número de mujeres que violan que de hombres que violan… A lo que yo respondí muerta de la risa y con la imagen de la captura que sí, que hay mujeres armadas con falos de plástico violando machimonguers. La conversación completa y mi tweet se pueden ver aquí. Pero claro, para sus intereses es más adecuado sacarlo de contexto, hacer como si se tratara de una inducción real a cometer violaciones en masa, y pintarme como una persona violenta que cobra una paga del Estado por poner una denuncia falsa y que me la gasto en irme de fiesta.

Jesús Muñoz pone el cebo, y el buque insignia de estos actvistas, la cuenta de @mereces_saberlo, se dedica a difundirlo entre los militantes de #EXISTEN. Publican mi foto de perfil, mis tweets sacados de contexto, borran todas las menciones de la cantidad de personas que les decían que no habían sabido ver el sarcasmo de la frase (aunque dejan las respuestas a esas mismas personas…), dan a entender que me gasto las ayudas del Estado para las víctimas en violencia de género en divertirme y que hago alarde de ello, y ponen en duda que «una verdadera maltratada hable así sobre la RAI pensada para quienes han sufrido violencia de género«.

Que haya gente que intenta manipular para sus propios intereses es algo que entra dentro de lo esperable en el género humano. Que tantos tontos se crean ese discurso y estén dispuestos a creer que el Estado me da una paga de feminazi y a pedir que me la quiten por gastármela en una cena, es realmente del género idiota, gente que vive en su propia distopía particular.

Y a partir de ahí, se desata un debate de alto nivel argumental. Ejemplo:

Los líderes señalan, y sus peones entran al trapo con insultos y amenazas de muerte. Lo normal en gente pacífica denunciada en falso por maltrato que serían incapaz de agredir a nadie.

Que los que vienen amenazando de muerte tampoco es que sean los más listos de la clase, y además esto tampoco es la primera vez que ocurre. Ya lo puse en conocimiento de las cabecillas de la organización, y en su momento frenaron el acoso. Esta vez no han hecho nada y han permitido que siguiera.

No solo han permitido que siguiera, sino que además alardean de tener conversaciones privadas mías con «amigas» en las que les confieso que he solicitado una ayuda por violencia de género que está tardando mucho en llegar. Un perfil «anónimo» me exige que justifique mis ingresos y que diga a qué paga me refería en el pie de una foto que han sacado de mi perfil, y confiesa tener conversaciones privadas mías con los que consideraba «mis amigos». Todo bien.

Que no es que sea una cosa que me ocurre solo a mí: el odio y la rabia que tienen en esos colectivos amparados bajo el paraguas de #EXISTEN contra las mujeres es enorme y las amenazas son constantes. Algunos ejemplos ilustrativos:

Mujeres que te invitan a asesinarlas para acabar contigo y joderte la vida con sus muertes falsas. Pero asesinarlas en defensa propia, ojo.

Si todas las mujeres fueran como tú, vería lógico el maltrato a las mujeres.

Mujeres asesinadas por haber puesto una denuncia falsa a un pobre hombre inocente y pacífico incapaz de hacerle daño a nadie…

Incluso Chusa Fernández Pinilla me ha reconocido que bajo el paraguas de #EXISTEN se ocultan maltratadores, algo muy lógico cuando se les da cobertura argumental para su maltrato y protección legal con la asistencia jurídica que les presta la asociación a todo el que llega diciendo que ha sido víctima de una denuncia falsa. Que digo yo que los maltratadores que dicen haber sido víctima de una denuncia falsa le hacen un flaco favor a las auténticas víctimas de denuncias falsas, ¿o eso ahí no aplica?

Como comprenderéis, que activistas en defensa de los pobres hombres maltratados, muchos de ellos con antecedentes penales, con órdenes de alejamiento en vigor, con esta rabia, que no pueden agredir a sus mujeres porque tienen órdenes de protección o porque están inmersos en juicios por la custodia de sus hijos… que entre estos grupos haya maltratadores tal y como ellos admiten, Jesús Muñoz, Chusa Fernández Pinilla, Antonia Carrasco (presidenta de GenMad, promotores de #EXISTEN) y el community manager de @mereces_saberlo estén compartiendo mi perfil y mis fotos, manipulando y alentando a acosarme en esos grupos llenos de hombres resentidos, rabiosos y algunos violentos maltratadores… es un tema peligroso. Que yo esté recibiendo amenazas de muerte porque en esos grupos llenos de hombres violentos y resentidos con las mujeres se ha compartido mi perfil y se me haya señalado como una aprovechada de la Ley Integral contra la Violencia de Género y de los mecanismos que prevee para defender a las mujeres maltratadas, es peligroso. Que yo puedo ser una choni de Sant Cosme y cambiarme las Nike por las botas revienta-huevos, pero aún así sigue siendo peligroso. Y los responsables directos son quienes han propiciado esta situación, poniéndome en el punto de mira de hombres con antecedentes por violencia, quienes han jaleado el acoso y quienes han alentado a los violentos.

Por supuesto, todo esto está ya en conocimiento de la policía. Si alguien me toca un solo pelo, sabréis por qué ha sido y quienes son los responsables.

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Y llegados a este punto, tengo que aclarar una serie de cosas que me parecen tan OBVIAS que es hasta vergonzoso tener que escribirlas.

A ver, por partes.

Punto 1: si soy o no soy una «verdadera maltratada» lo determinará un juez. La querella contra mi exmarido por maltrato continuado, abuso sexual continuado y agresiones sexuales está actualmente en fase de instrucción, y será un juez quien determine si lo que viví fue constituvivo de delito o no.

Punto 2: utilizo el sarcasmo, la ironía, el humor y el autoescarnio como mejor me parece. No me parece adecuado, pasado un tiempo producencial, seguir regodeándome en la pena. Viví lo que viví, lo pasé fatal, y estoy en fase de superarlo y seguir adelante. No creo que sean ellos nadie para invalidar mis armas para superar mi situación.

Punto 3: aunque fuese verdad, podría gastarme la paga en lo que me diera la gana. Me han llegado a decir que «las mujeres maltratadas necesitan protección, y no se gastan el dinero de la VG en salir de fiesta«. ¿Es que acaso las mujeres maltratadas necesitan protección y quedarse en casa encerradas TODA LA PUTA VIDA O QUÉ? A mí me ha costado UN AÑO desarrollar nuevas rutinas sin miedo, ir a desayunar al bar de siempre o ir a tomarme una copa al pub de siempre, para mí ha sido un triunfo, porque ir «al sitio de siempre» implicaba ponerme a tiro de que mi ex me pudiera encontrar. No he pedido orden de alejamiento porque entiendo que mi ex no es ningún idiota y que tiene un abogado que le asesora lo bastante bien como para no cometer ninguna idiotez, lo que no quita para que no me apetezca lo más mínimo tener un encuentro icómodo «casualmente buscado». Si conoce mis movimientos es fácil que pueda provocar un encuentro desagradable y una situación violenta que prefiero evitar. Un año me ha costado recuperar poco a poco mi vida, caminar por las calles de mi pueblo sin mirar hacia atrás, no pegar un salto cada vez que veo un coche negro aunque no sea ni la misma marca y modelo que el suyo. Como para que ahora me digan que si salgo un día a cenar es que he sufrido maltrato de verdad, o que si hago bromas sobre mi situación es que no me han maltratado de verdad. Llega un momento en que tienes que empezar a dejar el miedo a un lado y rehacer tu vida. Si eso hace que estos activitas por los derechos de los pobres hombres denunciados por violencia de género no me otorguen el seal of approval de verdadera maltratada, YA VES TÚ.

Punto 4: es curioso que sean ellos quienes establezcan la relación entre «paga de feminazi» y «RAI para quien ha sufrido violencia de género». ¿Qué respeto tiene por las víctimas quien llama a la ayuda que reciben las mujeres maltratadas «paga de feminazi»? ¿Quién les falta al respeto a las víctimas que necesitan la ayuda?

Punto 5: No he sido yo quien ha dicho que cobre la RAI por violencia de género, por el pequeño, casi insignificante detalle de que NO COBRO NINGUNA PAGA. Me han stalkeado lo suficiente como para saberlo, no es ningún secreto y yo misma lo dije aquí en abril. Ni siquiera la he solicitado, y aunque lo hiciera no cumplo los requisitos: tengo trabajo, vivienda, no tengo hijos y puedo mantenerme por mis propios medios. Aunque haga coñas al respecto.

Y ya que estamos con las preguntas retóricas, ahí van las mías:

Pregunta 1: ¿creeis que un hombre denuncido en falso 7 veces por malsos tratos falsos, justificaría el asesinato de unas niñas a manos de su padre, porque supuestamente su exmujer le llevó al límite?

Pregunta 2: ¿Creéis que la presidenta de una asociación que dice buscar la igualdad y luchar contra todo tipo de violencia, puede hacer afirmaciones como estas y pretender seguir teniendo legitimidad?

Pregunta 3: ¿Creéis que alguien a quien han pillado mintiendo para manipular y ha confesado su mentira con justificaciones ridículas, puede tener algún tipo de credibilidad a estas alturas?

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Actualización:

El segundo intento coordinado de callarme consiste en denunciar mi perfil de Facebook, probablemente también de twitter, y acosarme vía redes sociales. Mientras todo quede ahí, ni tan mal. Soy de Sant Cosme: los trolleos por internet me comen el coño de canto. Lo preocupante es que las agresiones pasen del ordenador a la calle. El BLOCK en la vida real es un puñetazo en la boca.

El resumen de Chusa Fernandez Pinilla, líder de GenMad, es que he jugado con fuego ironizando con temas sensibles y hay gente que está «escocida» con el tema. Pues mira, si están escocidos que se den una cremita o polvos de talco, si quieren hacernos creer que son víctimas de denuncias falsas por malos tratos falsos comportándose de forma agresiva con quien hace un chiste que no les gusta, mucha credibilidad no les queda.

Por otro lado, hay quien no diferencia entre publicar un perfil fácil de ubicar geográficamente con nombre, apellidos y foto en grupos de casi medio millón de participantes y con el apoyo coordinado de varias asociaciones, de mostrar de forma individual las burradas que me dicen desde cuentas anónimas. Tienen el puño de hierro y la mandíbula de cristal.

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Actualización:

Las campañas de acoso tienen consecuencias, y yo no soy de las que dispara con balas de fogueo. Una cuenta con casi 50.000 seguidores, bye-bye.

Por otro lado, es sintomática su definición de «denuncias falsas». Se han hartado a reportar mi cuenta de facebook porque según ellos «contenía violencia gráfica explícita» como he mostrado más arriba (una cena en un restaurante, oh, cuanta violencia), lo que en sentido estricto vendría a ser denunciar en falso, y cuando denuncio la campaña de acoso a la que me están sometiendo y twitter actúa, ellos se hacen la víctima y dicen ser víctima de una denuncia falsa. Condenados que se hacen pasar por víctimas de denuncias falsas, y víctimas que son acosadas.

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos…

La tercera consecuencia es que incluso ellos mismos han empezado a darse cuenta de que están amparando maltratadores y acosadores, que se hacen pasar por víctimas de denuncias falsas cuando de víctimas no tienen nada.

Por decir esto mismo que dicen sus propios «fans» en su página de facebook, Antonia Carrasco a través de Chusa Fernández Pinilla me amenazó con querellarse si no me retractaba públicamente. Y ahora mira, ellos mismos me dan la razón y admiten que maltratadores multicondenados se amparan bajo su paraguas.

Notas:

1: autoescarnioooooooo!!! Uuuoooooo!!!!

2: ¿Amigos? ¿Con amigos así quien necesita enemigos?