Fui a ver Sufragistas el fin de semana de su estreno con 3 amigas, y salimos las cuatro del cine así:

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¿De qué va? Narra la historia de los primeros movimientos feministas en Inglaterra a principios del siglo XX. Años antes de que estalle la Primera Guerra Mundial, las mujeres exigen derechos políticos y en concreto el derecho al voto. Las sufragistas inglesas están divididas entre las que defienden las protestas pacíficas, y las que están ya hartas de ser ignoradas por el gobierno y defienden pasar a métodos más expeditivos.

Un poco como ahora las feministas partidarias de la pedagogía, la dulzura, el pedir las cosas por favor y hacer la revolución con besos y sonrisas, y las feminazis que estamos ya hasta el mismísimo coño de ser educadas sin que nos hagan ni puto caso. La diferencia entre el feminismo blandito de Emma Watson y el de cualquiera de las locasdelcoño, son unos años de activismo y varias toneladas de mierda machirula soportada durante el proceso. Llega un momento en que dices BASTA: a partir de ahora voy a hacer las cosas a mi manera, y a quien no le guste que arree.

 

feminazis

 

La protagonista de Sufragistas es Maud Watts (Carey Mulligan), una joven de clase obrera, explotada en una lavandería desde niña, trabajando más horas que los hombres, en condiciones más duras y ganando un sueldo inferior. Y doblando jornada al llegar a casa y tener que encargarse de las tareas domésticas y de la crianza de su hijo.

La historia evoluciona a la par que Maud, hasta el punto en que cuanto menos tiene que perder es cuando más radical es su lucha. Trabajadora, esposa, madre… y rebelde luchadora hasta el final, por sus derechos y por los de las próximas generaciones de mujeres. Porque son muchos los derechos que hoy en día damos por supuestos como si siempre hubieran estado ahí, pero lo cierto es que hasta no hace tanto en la «avanzada Europa» las mujeres no podían votar porque eso supondría el desmoronamiento del orden vigente y la destrucción de la familia».

Con demasiada frecuencia vienen a decirnos que el «feminismo» excluye a los hombres porque la palabra tan solo hace referencia al sexo femenino. Tal vez si la historia «del hombre» no hubiera excluido sistemáticamente a la mitad de la humanidad, no haría falta reivindicarnos desde la misma palabra que nos define.

 

 

historia del hombre

 

La película tiene algunos momentos duros, muy muy duros. A partir de aquí [ALERTA SPOILERS]:

  • Las mujeres que eran detenidas por la policía de Scotland Yard lucían con orgullo sus detenciones como una muestra de su compromiso con la lucha sufragista, pero también vivieron momentos terribles en las cárceles inglesas. Hicieron reiteradas huelgas de hambre para reivindicar su condición de presas políticas, y su negativa a ingerir alimentos movió a las autoridades carcelarias a practicar alimentaciones forzosas. Uno de esos momentos se ver en la película y verlo es tremendo.
  • Otro de los momentos para mí muy impactantes fue la reacción de Maud cuando su marido da al hijo de ambos en adopción. Él la rechaza por su activismo, la considera una vergüenza y la echa de casa. Pese a ello, Maud se las ingenia para poder seguir viendo a su hijo a escondidas, pero es su marido quien tiene que hacerse cargo de la crianza. Al no ser capaz ni de freír un huevo, no te digo ya de lavar los calzoncillos de los dos, decide optar por la solución más rápida: dar al niño en adopción. Muerto el perro, se acabó la rabia. La sensación de impotencia traspasa la pantalla, y las ganas que te dan de agarrar a ese tío por el cuello y sacudirle es probablemente a lo que llaman «violencia hembrista».
  • Otro de los momentos tenebrosos de la película es el único hombre aliado del feminismo que aparece en los más de 100 minutos de metraje, decide que hasta aquí hemos llegado, que como hobbie ha estado bien pero que os estáis pasando de la ralla, feminazis. Y encierra a su mujer, una de las líderes del movimiento, en un armario.
  • En cuanto a la escena final, ¿qué decir? Impactante, conmovedor. Te corta la respiración y te dejan pegada a la butaca.

En fin, si aún no habéis ido a verla (y no os la he destripado suficiente), os la recomiendo. Y para más antecedentes históricos sobre la lucha de las Sufragistas os recomiendo este artículo de Cynthia Lub.

 

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4 comentarios

  1. Estava pensant com a última escena en quan torna a la bugaderia, però no 😉

    La vaig veure la setmana passada i em deixà una mica fred. Em fa l’efecte que m’agrada més com a document, molt interessant, que com a pel.li. Amb tot, molt recomanable!

    Sortosament hem avançat una mica, encara que siga; el poder legal del marit (en el cas del polític) per controlar els comptes de la dona el coneixia, però que unilateralment el pare poguera donar al fill en adopció (vendre?) em deixà de pedra.
    Per contra, la desinformació per tal de desprestigiar el feminisme (com la publicació de la llista de sufragistes considerant-les terroristes, tela!), està tan d’actualitat que desespera. En la pel·li, en una altra època, es tirava privadament del «què diran de tu si estàs fadrina», «ets una mala mare» o, a l’altre, «és que no saps cuidar de la teva dona?», mentre que avui dia… oh, wait!

  2. Hola
    Este sábado fui a ver la película con mi marido y nos encantó a los dos. Salí del cine emocionadísima, se la estoy recomendando a todo el mundo. Es terrible pensar que para que ahora podamos disfrutar de nuestros derechos con total comodidad haya habido gente que ha tenido que luchar y sufrir tanto. Fueron realmente valientes. Y lo mismo en todas y cada una de las luchas por los derechos humanos, mucho deberíamos aprender. Me da rabia que ahora algunos no consideren necesario votar, con toda la gente que se ha sacrificado para que podamos hacerlo.
    Como mensaje positivo de la película: por más difícil que parezca, por más que todo el mundo diga que no se puede conseguir, no hay nada imposible. Hay que aplicarlo también hoy en día, que aun quedan muchas cosas por mejorar.
    Como mensaje negativo o un poco triste: a veces por las buenas no te hacen ni caso y hay que actuar a las malas. Por desgracia muchas veces parece que es así.
    Recomiendo también la película de Clara Campoamor, es muy diferente, la lucha fue en el Congreso, no en la calle, pero también me gustó mucho.
    Acerca de tu análisis, me gustaría comentarte que no creo que el marido de Edith la encerrase en el armario porque considerase que se estaban pasando de la ralla y que el movimiento fuese un «hobbie», lo que entendí es que lo hacía porque ella estaba enferma y tenía miedo de que su corazón no pudiese soportarlo. Está mal que lo hiciese, ya que ella es quien debe decidir eso, pero al menos los motivos no fueron tan bajos como los que describes. Bueno, eso es lo que me pareció entender, aunque puede que me haya perdido algún matiz, ya que vi la película en versión original.
    Saludos

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