Leyendo este artículo (23 cosas que solo podrán entender las personas a quienes les encanta pasar tiempo solos) de repente me he sentido un poco menos bicho raro de lo habitual. Lo cierto es que siempre he pensado que la gente que no sabe pasar tiempo a solas, en el fondo es que no se aguantan a sí mismos con sus propios pensamientos.
Recuerdo cuando el innombrable se vino a vivir a mi piso de una habitación y casi me vuelvo loca, me subía por las paredes. Y cuando nos mudamos a un piso más grande y yo quise tener una habitación propia, me montó una buena tangana porque decía que no le quería lo suficiente y estuvo enfurruñado dos semanas.
Por otro lado, acabo de descubrir lo que significa ser una persona altamente sensible. Pensaba que tenía relación con un puntito de fotofobia, con padecer de migrañas, y aunque no me siento ni tímida ni insegura, sí que permito con más frecuencia de la que me gustaría que me afecten cosas que deberían sudármela ampliamente, y el sufrimiento ajeno me conmueve con especial intensidad.
Yo creo que he hecho méritos suficientes para que me canonicen ya.