Esta semana no hay píldoras dominicales porque cuando este post aparezca publicado yo estaré tostándome los pezones en la playa bajo el sol malagueño y aullando a la luna de Andalucía junto a otras 10 lobas. Y por todas las estrellas del cielo que me estaba haciendo falta este respiro para recargar pilas como el comer.
Ha sido una semana dura, de poner a prueba la solidez de mis promesas, de comprobar hasta qué punto soy fuerte, de superar las dudas por los detalles morbosos y tener más altura que eso, de que la tristeza me golpee de la forma más tonta cuando menos me lo esperaba y de remontarla como una leona, de constatar que la sororidad en ocasiones puede dejarte emocionalmente exhausta pero compensa, y el chute de energía posterior te deja en todo lo alto.
Mi semana en algunas frases sueltas que querremos recordar cuando todo esto pase y baje la marea.
# Tres años manteniendo el engaño. Joder. TRES. AÑOS. Piénsalo… Será un cabrón, pero es mi puto héroe. Admitamos que no es fácil manipular a tanta gente durante tanto tiempo, hace falta ser muy inteligente y tener una habilidad fuera de lo común para conseguirlo.
# No, en serio, cuanto más lo pienso más me maravillo: TRES PUTOS AÑOS engañándome. Y yo que me creía muy lista. Hay que tener unos huevos de acero. Él cree que le odio, pero lo que estoy empezando a sentir es admiración.
# Es como hablar con un androide. No es capaz de seguir una conversación en ningún registro: alegría, tristeza, enfado… Nada. Me está empezando a dar pena. Tengo que recordarme a mí misma lo cabrón mentiroso que ha sido durante años para que no me dé lástima.
# No es que me importe a estas alturas, pero es una liberación saber que no era yo la loca.
# Se equivoca conmigo y mucho. Chesi no es una gatita: es una leona.
# La solidaridad entre mujeres es poderosa. Si la sororidad no es lo más puto grande que nos ha pasado en la vida, yo ya no sé.
– Si pudieras hablar con ella, ¿qué le dirías a la mujer que te robó el marido?
+ ¿A «la mujer que me robó el marido«? Jajajajajaja. Si pudiera hablar con ella, le diría dos cosas: gracias, y perdón por las molestias.
# Chesi, estás vengada.