Esta semana no hay píldoras dominicales porque cuando este post aparezca publicado yo estaré tostándome los pezones en la playa bajo el sol malagueño y aullando a la luna de Andalucía junto a otras 10 lobas. Y por todas las estrellas del cielo que me estaba haciendo falta este respiro para recargar pilas como el comer.

Ha sido una semana dura, de poner a prueba la solidez de mis promesas, de comprobar hasta qué punto soy fuerte,  de superar las dudas por los detalles morbosos y tener más altura que eso, de que la tristeza me golpee de la forma más tonta cuando menos me lo esperaba y de remontarla como una leona, de constatar que la sororidad en ocasiones puede dejarte emocionalmente exhausta pero compensa, y el chute de energía posterior te deja en todo lo alto.

 

Foto de Marta Arteak
Foto de Marta Arteak

 

Mi semana en algunas frases sueltas que querremos recordar cuando todo esto pase y baje la marea.

# Tres años manteniendo el engaño. Joder. TRES. AÑOS. Piénsalo… Será un cabrón, pero es mi puto héroe. Admitamos que no es fácil manipular a tanta gente durante tanto tiempo, hace falta ser muy inteligente y tener una habilidad fuera de lo común para conseguirlo.

# No, en serio, cuanto más lo pienso más me maravillo: TRES PUTOS AÑOS engañándome. Y yo que me creía muy lista. Hay que tener unos huevos de acero. Él cree que le odio, pero lo que estoy empezando a sentir es admiración.

# Es como hablar con un androide. No es capaz de seguir una conversación en ningún registro: alegría, tristeza, enfado… Nada. Me está empezando a dar pena. Tengo que recordarme a mí misma lo cabrón mentiroso que ha sido durante años para que no me dé lástima.

# No es que me importe a estas alturas, pero es una liberación saber que no era yo la loca.

# Se equivoca conmigo y mucho. Chesi no es una gatita: es una leona.

# La solidaridad entre mujeres es poderosa. Si la sororidad no es lo más puto grande que nos ha pasado en la vida, yo ya no sé.

–  Si pudieras hablar con ella, ¿qué le dirías a la mujer que te robó el marido?
+ ¿A «la mujer que me robó el marido«? Jajajajajaja. Si pudiera hablar con ella, le diría dos cosas: gracias, y perdón por las molestias.

# Chesi, estás vengada.