El manipulador conoce muy bien nuestros puntos débiles, incluso nuestros secretos, y este conocimiento es el  que suelen utilizar para formular amenazas o ejercer presión cuando no están consiguiendo lo que desean.

1. Culpabiliza a los demás en nombre de la amistad, el amor, la profesión…

2. Traspasa su responsabilidad a otros.

3. No comunica abiertamente sus peticiones, necesidades u opiniones.

4. Responde de manera poco precisa.

5. Cambia de opinión y comportamiento según las personas o situaciones.

6. Alega razones lógicas para disfrazar peticiones que no lo son.

7. Quiere hacer creer a los demás que tienen que ser perfectos, que no tienen que cambiar nunca de opinión, que tienen que saberlo todo y responder inmediatamente a sus requerimientos.

8. Pone en duda a otros; critica sin que lo parezca, desvalora y juzga.

9. Hace transmitir por los demás o por intermediarios sus mensajes; te llama por teléfono o deja notas escritas.

10. Siembra discordia y crea suspicacias.

11. Sabe hacerse la víctima para que lo compadezcan.

12. Hace caso omiso de las peticiones que recibe, aunque asegura ocuparse.

13. Utiliza los principios morales de los demás para satisfacer sus necesidades (conceptos de humanismo, de racismo, de “buena” o “mala” madre, etc.).

14. Suelen comportarse como si cada desacuerdo fuera el factor decisivo de la relación.

15. En el curso de una conversación, cambia radicalmente de tema.

16. Usa la falta de información de los otros para demostrar su superioridad.

17. Miente.

18. Pregona falsedades para saber verdades,  que deforma e interpreta a su manera.

19. Es egocéntrico. Hables de lo que hables, cree que tiene que ver con él.

20. Puede mostrarse envidioso.

21. No soporta las críticas y niega la evidencia.

22. No tiene en cuenta los derechos, las necesidades o los deseos de los demás.

23. A menudo espera el último momento para pedir o dar órdenes, cuando tu margen de maniobra para negarte o negociar es reducido o nulo.

24. Su discurso puede parecer lógico o coherente, mientras que sus actitudes, sus actos o su modo de vida responden a un esquema opuesto.

25. Produce un malestar o un sentimiento de falta de libertad (obstrucción).

Situaciones como el divorcio, la jubilación, el rechazo amoroso, la pérdida de trabajo, la enfermedad, la crisis económica, entre otras, suelen desencadenar con más facilidad el comportamiento manipulador.

Kory Zuccarelli
Autor: Kory Zuccarelli

Características de personalidad de un manipulador.

Las personas manipuladoras, suelen ser sumamente inseguras, a pesar de que tratan de demostrar todo lo contrario. Sus temores al cambio, a la pérdida, al rechazo o al desgaste del poder, son encubiertos por actitudes egoístas y dominantes.

La inseguridad del manipulador hace que emplee técnicas para resolver sus problemas basadas en la agresividad activa o pasiva. Este individuo tiene un importante déficit de habilidades sociales, especialmente en el plano de la conducta asertiva, que le lleva a emplear primero medios sutiles para conseguir que los demás hagan lo que él quiere, y después cada vez más agresivos pudiendo llegar hasta la violencia.

Les falta confianza en ellos mismos. Aparentan una autoestima de la que carecen. Se sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la verdad.

Tienen baja tolerancia a  la frustración. Cada vez que la persona manipuladora experimenta situaciones de riesgo o que ponen en cuestionamiento su poder, se dispara su potencial manipulador.

Muestran intolerancia, crítica destructiva e incluso agresividad física y verbal cuando su posición parece verse amenazada.

Tienen un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les escape de su control.

Sienten miedo ante la evaluación social. Necesitan dar una buena imagen. La inseguridad les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales. Aunque aparenten todo lo contrario, tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se encuentran en un medio social amplio y puede ser descubierto su carácter manipulador.

Características de la persona manipulada.

No exite un perfil de personalidad propio de las personas fácilmente manipulables, pero sí dos tipos de rasgos que lo propician: por evitación o pasivo-dependientes. Quienes tengan rasgos que se aproximen deben cuidarse de ser manipulados.

El evitador (de coflictos, de enfrentamientos de opiniones, por ejemplo):

1. Tiene un intenso sentimiento de incompetencia personal.

2. Dependen de la aprobación de los demás.

3. Son hipersensibles a las críticas.

4. Les duele terriblemente el rechazo.

El pasivo-dependiente

1. Tiene necesidad excesiva de ser cuidado.

2. No sabe lo que desea o necesita.

3. No está en contacto con su mundo interno.

4. Teme al abandono, a la separación, a la soledad.

5. Tiene dificultad para expresar desacuerdo por miedo a perder el apoyo o aprobación.

6. Presenta comportamientos sumisos.

7. Es inseguro de sí mismo, pesimista, tiende a minimizar sus valores.

8. Prefieren adaptarse a los demás, aunque esto signifique ponerse en sus manos y perder autonomía.

Extraído de este artículo de Psicotesa.

Kory Zuccarelli
Autor: Kory Zuccarelli