# El olor de la ropa limpia que despide la secadora
# Meterme en la cama tras la ducha con las sábanas recién cambiadas
# Los calcetines de colores
# Mi pijama favorito
# La camisa recién planchada
# El aroma de su aftershave
# El te de vainilla
# El yogur de coco y melocotón
# Los mochis de fresa
# La horchata bien fría y con una pizca de canela molida
# Desayunar en la terraza de mi cafetería preferida disfrutando de los primeros rayos de sol
# Comer en el Watatsumi
# Afterwork con daiquiri frozen en el John Duck
# Cenar en el Shoko
# Dejarme mimar
# Quedarme dormida viendo una serie
# Dormir sola
# Quedarme a dormir contigo y que no pienses que estoy haciendo planes de boda
# Los besos en el cuello al despertar
# La tranquilidad de saber que tener pareja no me valida como persona, y que no tenerla no me convierte en algo diferente o menos válida: si acaso en una persona y poco más triste durante un tiempo.
# Los rayos de sol que entran por la ventana las mañanas que no tengo que madrugar
# Remolonear perezosa en la cama
# Despertarme con mi perrita acurrucada junto a mi estómago
# Esa lista de spotify con las canciones que escucho en modo repeat una y otra vez
# Coger un avión hacia cualquier lugar del mundo en cuanto tengo 4 días libres
# Fantasear con el próximo viaje a Roma
# Liarla parda con las amigas
# Ese mensaje de Telegram que siempre consigue sacarme una sonrisa
# Mimarme
# Leer un buen libro en el sofá, con la luz baja y la casa en silencio
# No tener que dar explicaciones a nadie
# Hacer lo que me apetece en cada momento sin tener que negociar
# Vivir sin gritos, sin broncas, sin estrés
# Disfrutar del silencio
# Vivir sola
Después de que el otro día me abriera en canal, necesitaba una buena dosis de buen rollo y autocuidados para recuperarme.