Tal vez hayáis notado que desde hace unos días, los comentarios del blog están cerrados y únicamente admito comentarios de usuarios registrados o bien comentarios con login de Facebook.

El enésimo comentario de un tipo anónimo llamándome loca enferma hembrista odia hombres ha terminado por agotarme la paciencia. A partir de ahora, quien quiera vomitar su misoginia, su despecho porque su mujer le dejó y no le dan la custodia compartida, su rencor porque su ex se está follando a otro, o su rabia porque un juez feminazi le metió en la cárcel… y quiera desahogarse ejerciendo violencia verbal contra mí, que lo haga dando la cara.

 

Hola, soy un hombre, esta es mi polla y vengo a decirte que estás enferma y a enseñarte lo equivocada que estás en un comentario de 3.000 palabras.
Hola, soy un hombre, esta es mi polla oprimida por el feminismo que lucha por erradicar la violencia de género, y vengo a decirte que estás enferma y a enseñarte lo equivocada que estás en un comentario de 3.000 palabras, pero sin ánimo de ofender.

 

Ya está, esto entró hac e dos domingos domingo y fue el comentario que agotó mi paciencia. Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Se acabó. Ya no voy a tolerar más mierda así. Comentarios de este tipo o más bestias me llegaban una docena al día, todos de HOMBRES que pretenden sacarme de mi error con agresiones verbales más o menos elaboradas, y ya estoy harta. Desde que puse este sistema, se acabó el rollo. Se conoce que insultar a mujeres les gusta, pero dar la cara ya un poquito menos. Cobardes.

Es muy fácil venir a mi casa a insultarme desde el anonimato mientras la única que da la cara soy yo, pero eso AQUÍ se ha acabado. Han abusado de mi tiempo, de mi espacio y de mi paciencia. A partir de ahora, para enviar un comentario es obligatorio registrarse con un email válido (se enviará un link para verificar el correo y hasta que no se verifique la cuenta no se activará), o bien habrá que hacerlo desde un perfil de Facebook.

Me han dicho que supere mis traumas y que deje en paz al resto de la humanidad… Pero no soy yo quien va al resto de la humanidad a tocarle los cojones, resulta que es el resto de la humanidad quien viene a mi blog a dejarme mensajes intentando provocarme. Porque venir a mi casa a escupirme que «maltratada sin lesiones = farsante» son ganas de provocar. Ni debate, ni libertad de expresión, ni hostias en vinagre. Esto son ganas de tocarme los cojones de manera gratuita. Y estoy aburrida de esas ganas que tenéis de venir a incordiar a ver quien dice la estupidez más grande y después daros palmaditas en la espalda y reíros como idiotas.

 

Maltratada sin lesiones = farsante
Maltratada sin lesiones = farsante

 

Calculo que esta medida de limitar los comentarios a usuarios registrados me evitará tener que ver del orden del 80-95% de su mierda desquiciada, y me ahorraré tener que banear a medio Madrid y casi toda la Comunidad Valenciana. Seguirán poniéndome verde en vuestros grupos secretos de hombres denunciados en falso donde todo el mundo es malo menos vosotros, donde el odio hacia las mujeres es tan brutal que han logrado expulsar incluso a gente que en principio les apoyaba porque no soporta tanta violencia verbal y tanta misoginia reconcentrada. Me da igual que hablen de mí en esos grupos en los que tienen que esconderse entre sus iguales para que no se sepa ahí fuera de sus ideas criminales, mientras no vengan a mi casa a escupirme su bilis a la cara. Mi máxima aspiración en la vida llegados a este punto es vivir tranquila y que me dejen en paz.

Sé perfectamente que el mundo es un lugar horrible donde habitan hombres como estos, que no son conscientes del maltrato que ejercen y que incluso creen estar en su derecho agredir a quien sostiene una opinión que les ofende. Sé perfectamente que #EXISTEN hombres peligrosos que se asocian para agredir a mujeres en grupo. Todo eso lo sé. Pero no quiero tener que convivir con ellos y estoy harta de aguantar que vengan a buscarme para darme el coñazo.

 

Cristina Hoch
Autora: Cristina Hoch