Los masculinistas tienen mucho en común con los fans de la homeopatía y con el movimiento anti-vacunas: frente a informes y estadísticas de la ONU, del Instituto Nacional de Estadística (INE), del Ministerio que corresponda (salud, igualdad, bienestar social, interior…) o del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ellos muestran informes de dudosa solvencia, cuestionable metodología y autoría desconocida aunque de sonoro nombre, cuyas conclusiones sesgan a placer cuando no directamente se las inventan.
Una se ha acostumbrado ya a preguntarse dónde está el truco cada vez que un beligerante antifeminista suelta una cifra aleatoria que supuestamente demuestre que las mujeres matan más, son más violentas, tienen penas más leves o se libran más porque son más torpes y fallan más a menudo o son muy listas y no las pillan.
Muéstrame los datos que confirmen tu teoría, y encontraré dónde está la trampa formal, metodológica o argumental que te están intentando colar.
