Los periodistas en España tienden a confundir con frecuencia el uso correcto del término «presunto», de tal modo que no respetan la presunción de inocencia de los detenidos o acusados de algún delito, sino que lo que ponen en duda de forma sistemática es a las propias víctimas. Hace mes y medio lo contaba María González en El diario con una colección de titulares impresionante.

En un caso reciente ocurrido durante las fiestas de San Fermín en Pamplona, el ABC de Sevilla nos cuenta que ha ocurrido una PRESUNTA VIOLACIÓN por la que hay 5 detenidos.

ABC Sevilla

 

A ver. ¿Presunta violación? Según consta en el auto del juez de guardia, los acusados rodearon a la joven en el portal y, «valiéndose de su superioridad física y de la imposibilidad» de la víctima «para solicitar auxilio», llevaron a cabo varias agresiones sexuales «mientras grababan los hechos» y finalmente le quitaron el móvil de la riñonera y abandonaron el lugar. En concreto, el juez considera «muy claro» el relato de la víctima en cuanto a la mecánica de los hechos y la imposibilidad de pedir auxilio tanto por tratarse de un lugar aislado como por la «desproporción física» entre la víctima y los agresores, y además destaca que en la grabación «se aprecia la participación colectiva de todos ellos». (Fuente: Diario Vasco). Por lo tanto, de «presunta violación» nada de nada. La violación ocurrió. Lo que es presunta es la inocencia de los detenidos. Son los detenidos quienes tienen presunción de inocencia.

Parece un detalle inofensivo, pero no lo es. Porque aquí lo que se está cuestionando no es la inocencia de los detenidos, sino la veracidad de la víctima. Ese «presuntamente» mal colocado está cuestionando si la víctima fue agredida o no. Observad la diferencia:

  • La violaron, ¿fueron ellos? Presuntamente.
  • ¿La violaron? Presuntamente. Igual se lo inventa

Los medios no respetan la presunción de inocencia del detenido, sino que dudan de que el delito se haya cometido. Así, se dan casos en los que el redactado de la noticia está todo mal. Este caso, por ejemplo: la víctima está en coma, ingresada en estado muy grave con una fractura en el cráneo y síntomas de estrangulamiento… y ABC lo presenta como una «presunta agresión». Porque por lo visto el periodista que redactó la noticia no tiene claro si hubo agresión o no. En cambio, se refiere en varias ocasiones en el texto al «agresor». No al «presunto agresor», sino al agresor a secas. No respeta la presunción de inocencia del detenido, pero duda de que una mujer en coma, ingresada en estado grave con síntomas de estrangulamiento y el cráneo abierto ha sido agredida realmente o no.

 

presunta agresion

 

Puede parecer un fallo «inocente» pero no lo es porque cuestionar de forma sistemática a las víctimas abona el fantasma de las denuncias falsas y la errónea idea de que los hombres no tienen presunción de inocencia. ¿Y qué ocurre entonces? Que las víctimas no denuncian por miedo a que no las crean y ser culpabilizadas también en su entorno personal. Un informe elaborado por el ayuntamiento de Málaga refleja el alto grado de aceptación y permisividad social en los hombres ante la violencia machista: casi la mitad de los hombres no actuaría si un amigo maltratara a su pareja, mientras que casi el 70 por ciento (69 por ciento) afirma conocer algún caso de denuncia falsa por violencia de género.

Manual sencillo para periodistas: cómo usar el adjetivo PRESUNTO

  • «El autor de la presunta agresión» -> MAL
  • «El presunto autor de la agresión» -> BIEN

 

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Autora: Dara Scully
Autora: Dara Scully