Llevo meses dándole vueltas y más vueltas, pensando en ampliar la familia y adoptar un grandullón.

Pepper pasa muchas horas sola en casa mientras estoy en el trabajo, y ese es tanto el motivo para planteármelo como la principal razón que me frena. No sé si será complicarme la vida a lo tonto para los próximos 10 años mínimo, porque ahora las dos estamos muy tranquilas y muy a gusto. Llevamos casi 5 años juntas y entre las dos hemos establecido una relación muy bonita, nos entendemos a la perfección, ella conoce mis gestos y mis rutinas, nos entendemos sin palabras y nos hemos adaptado fenomenal la una a la otra, donde voy yo va ella. No sé si incorporar un nuevo miembro a la familia perturbará nuestra paz o si por el contrario a ella le vendrá bien tener un compañero en casa y no estar tanto tiempo sola.

Sé lo que es tener más de un perrete y no me asusta, estos últimos meses es la primera vez en 4 años que Pepper es la única perra en casa. Cuando aún estaba casada teníamos a Ruby y a Taca. Pepper llegó unas semanas después de que él se largara y se empeñara en llevarse a las dos (para tenerlas de mala manera, pero ese es otro tema). A los dos meses de adoptarla llegaron Bruno y Shena, el perro y la gata de Gloria, mi compañera de piso. Poco tiempo después de marcharse ella, Pepper y yo fuimos a vivir con mi hermano y Pachi, su bóxer. Unos meses después llegó Nalita y ya en casa los cánidos eran mayoría sobre los humanos. Ahora estamos las dos solas y tranquilas, pero también sin ayuda.

De hecho, si a eso vamos, ni siquiera sé si yo misma y mi ritmo de vida ahora mismo, con los turnos cambiantes a lo loco, con todas las horas que paso fuera de casa trabajando, será el más adecuado para adoptar un animal que necesitará mucho tiempo, atención, cuidados y educación para adaptarse a una nueva familia. Mejor que en el refugio desde luego estará, pero probablemente yo no sea ni mucho menos la adoptante ideal. Por no hablar de que mi enana también necesitará tiempo y paciencia para adaptarse y compartir espacio, cama, juguetes, comida y mimos con otro perrete.

Soy un mar de dudas. Llevo así varios meses dándole vueltas y no me acabo de decidir.

6 comentarios

  1. Como loca de los gatos, (a.k.a. persona incapaz de ver sufrir a un animal, pero aún menos si es gato, razón por la que en casa hay ahora mismo 6), te diré que las adaptaciones son difíciles, pero que nunca me he arrepentido de las adopciones que he hecho (ni siquiera cuando no me dejan dormir, me lo rompen todo, me encuentro marcajes gatunos en zonas como el cuchillero o la máquina de coser, me dejo mis escasos euros en veterinarios y no me compro ropa desde…). No es el lío en el que nos metemos, es que salvamos vidas y enriquecemos las nuestras (menos económicamente, claro). Pese a lo cual, entiendo todas tus dudas. Ya nos contarás qué decides. ¡Ánimo!

  2. Es un tema delicado y es normal que estés en un mar de dudas. Yo, desde que tengo memoria, he tenido siempre dos perretes en casa. Es bueno que haya dos para que jueguen y se hagan compañía. Quizás ahora es un mal momento ¿y si esperas a tus próximas vacaciones largas? ¿Semana Santa? Así tendrías unos días para educarlo. Es el único consejo que se me ocurre. Decidas lo que decidas, Pepper te lo agradecerá, seguro 😉

  3. Te entiendo, es un dilema. Mi única sugerencia es que, al menos durante un tiempo de adaptación, y dado tus turnos y tiempos de trabajo, me buscaría un apoyo externo, un poco de ayuda, por si es imprescindible que alguien les saque, les acompañe, aunque no sea continuo si no esporádico. Tu peludita es preciosa, besotes

  4. Yo tengo un perrete de tamaño mediano como tu Pepper y a veces también me planteo otra adopción precisamente por el tema de hacerse compañia. Lo que tengo claro es que creo que es mejor un perro de tamaño pequeño, no grande. Ya sabemos que no depende del tamaño la actividad que necesiten y la energía que tengan, que hay de todo, pero yo elegiría un perrito pequeño de minimo 1 o 2 años para que ya sepas cómo es su carácter, cuánta actividad necesita, etc… y ver si se adapta a tu modo de vida. También elegiría uno pequeño porque es fácil cargarlo, no me quiero imaginar llevar a un perro de 30 kg yo sola al veterinario en caso que no pueda caminar. Una locura. Y también es bueno que si al final te decides, antes lo pre-adoptes y veas como es la convivencia… suerte con tu decisión.

  5. Buenas Jessica. Llevo mucho retraso y acabo de leer tu post (tengo unos cuantos en pendientes de leer). Depende mucho del carácter de Pepper. Yo tuve a Barny hace casi 11 años. Homer llegó 2 años después y a Barny «le jodió la vida», en el sentido de que si ya de por sí Barny debía tener algún trauma de nacimiento o algo (lo trajimos con mes y medio a casa sólo) pasó a ser más arisco, más solitario y Homer le causó tanto estrés que su pelo dorado se cubrió de canas en apenas un año. Y Homer es un buenazo, pero es un macho alfa que, aunque esté castrado, sabe que es el que manda desde que llegó a casa siendo un enano. Más allá de los celos que pudiera despertar el Pepper, que parece llevarse bien con otros perros, está el tema de que, como comentas, es «complicarte» la vida otros 10 años más. Es una decisión muy complicada. Estoy segura de que pondrás en una balanza pros y contras y llegarás a la mejor solución. Siento no poder ayudarte pero soy demasiado consciente de que es una decisión excesivamente personal en el que cada un@ sabe sus circunstancias.

    Un besote.

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