Violencia de género y victimización secundaria en los juzgados. Maltrato institucional a las mujeres que denuncian

La Mutua de Terrassa organiza, con motivo del 8 de marzo, día Internacional de la Mujer, unas jornadas sobre violencia de género, gratuitas y abiertas al público aunque con aforo limitado. Yo ya me he escrito y estoy a la espera de confirmación oficial de la lista de personas admitidas. Este es el programa de las jornadas:

El Ilustre Colegio de Abogados de Terrassa (ICATer) anuncia en su cuenta de twitter estas jornadas, abiertas a todos los interesados en la materia:

Abogados/as de víctimas de violencia de género y, en general, todas las personas interesadas en la materia: el próximo 8 de marzo Mutua Terrasa organiza las VIII Jornadas de Violencia de Género. ¡Inscripciones gratuitas y limitadas! Más información: https://mutuaterrassa.com/jornades/es/jornada-violencia-genero/violencia-genero-presentacion

Maudili Prieto es abogado colegiado, miembro número 1225 del Ilustre Colegio de Abogados de Manresa. Y considera que estas jornadas sobre violencia de género son una vergüenza, organizar jornadas para «cosas de mujeres» como «hablar de dildos» y «pagarles strippers», y que está muy cerquita de la malversación de fondos públicos. En serio:

ICATer: – Abogados/as de víctimas de violencia de género y, en general, todas las personas interesadas en la materia: el próximo 8 de marzo Mutua Terrasa organiza las VIII Jornadas de Violencia de Género. ¡Inscripciones gratuitas y limitadas! Más información: https://mutuaterrassa.com/jornades/es/jornada-violencia-genero/violencia-genero-presentacion

Maudili Prieto: – Una vergüenza organizar estas cosas de mujeres. Si quieren hablar de dildos, de cómo quedarse preñadas o de cómo ir al Zara que se lo paguen las compañeras y que el Ilustre Colegio de Abogados de Terrassa (ICATer) ni ningún otro colegio de abogados ponga el stripper y la cama. Basta de jugar con el dinero de los compañeros.

En primer lugar, no he encontrado por ningún lado que el ICATer ni ningún otro colegio de abogados esté financiando estas jornadas que organiza Mutua Terrassa. Por lo que yo he visto, el ICATer tan solo se limita a difundir la convocatoria de estas jornadas. Quizá Maudili tiene más información que yo, es posible.

En segundo lugar, entiendo que aunque así fuera, las compañeras también aportan su cuota al Colegio de Abogados en el que estén colegiadas, y no solo se financia con aportaciones de los abogados hombres. Podría incluso tomarme la molestia de buscar el número de abogados y abogadas colegiadas y obtener los % por género para determinar quien aporta más, pero no vale la pena, porque no es el tema que me interesa.

El tema que me interesa es el siguiente:

  1. Imagina que eres víctima de violencia de género
  2. Imagina que, tras muchos años de aguantar el infierno de una relación caracterizada por la violencia, por fin logras reunir el valor para denunciar.
  3. Imagina que, como la mayoría de mujeres que responden a este perfil, no tienes recursos suficientes como para pagarte asistencia letrada particular, y te asignan un abogado de oficio.
  4. Imagina que ese abogado de oficio es Maudili Prieto.

O algún otro que piense igual que él, que la violencia de género es un tema de mujeres, que no es capaz de diferenciar unas jornadas sobre maltrato sobre la mujer de una reunión de tupper-sex, pero con la prudencia suficiente como para no decirlo en público y por escrito. O imagina que quien opine como él sea el juez. ¿Te imaginas el sufrimiento añadido a una víctima de violencia de género, que tras años de maltrato por fin consigue reunir el valor suficiente para denunciar a su torturador, tiene que sufrir además en la administración de justicia al encontrarse con gente que piensa así? Pero ya sabes: ¡denuncia, mujer! Si no denuncias, no podemos ayudarte. Y si denuncias, tampoco.

Bien, pues a esto es a lo que nos referimos cuando hablamos de violencia institucional y de victimización secundaria provocada por la justicia en casos de violencia de género. Y, por desgracia, es mucho más frecuente de lo que os podéis llegar a imaginar. Hasta el punto que las asociaciones feministas que ayudan a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género recomiendan no callar ante los abusos y atropellos a sus derechos que se cometen en los juzgados.

Hasta qué punto serán numerosas las quejas por el maltrato judicial y el trato humillante y vejatorio que reciben víctimas de la violencia machista en los propios juzgados, que la asociación Jueces para la Democracia emitió un comunicado tildándolo de ataque contra la independencia judicial. 

En lugar de investigar las denuncias por el trato humillante y vejatorio hacia las mujeres que denuncian por parte de algunos jueces en los propios juzgados de violencia contra la mujer, estos sienten atacada su independencia judicial y en un alarde de corporativismo vergonzoso emiten un comunicado pidiendo que les dejen hacer en sus salas lo que les salga de sus togados cojones. Y a callar todo el mundo.

Mearse (metafóricamente) sobre los derechos de las víctimas de violencia de género en sede judicial no es independencia judicial. Es una reclamación legítima de que se respeten los derechos de las víctimas, de que se las trate con humanidad, de no agravar gratuitamente su padecimiento. En pocas palabras: de que se respete el Convenio de Estambul.

¿Por qué siguen ocurriendo estas situaciones? Porque no pasa nada. Porque un abogado puede decir burradas como esas en público y no pasa nada. Porque una jueza puede preguntar en sede judicial a una mujer que está relatando y reviviendo los detalles de su violación si «cerró bien las piernas» y la denuncia por este trato vejatorio por parte de la jueza acaba archivada sin sanción alguna.


Actualización 1: Maudili Prieto, que recordemos es abogado, se ha puesto en contacto conmigo para amenazarme con las consecuencias legales de «difamar a alguien públicamente y negar el derecho a réplica«. En la misma cadena de emails en la que me acusa de estar obsesionada. Adelante.

Actualización 2: Maudili Prieto sigue coronándose y ha hecho el que probablemente sea el análisis más vomitivo de la sentencia por el juicio de La Manada.

Está demostrado que cuando una mujer no sabe comer 5 pollas, que no se meta. Que los chavales son unos imbéciles es evidente, pero la chica es una golfa.

Actualización 3: Maudili Prieto tampoco tiene problema alguno en determinar cómo debían actuar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el caso de Juana Rivas. Abatiéndola a tiros. Yo, la verdad, ha llegado un punto en que ya no sé si esta hombre es simplemente un provocador o un resentido lleno de odio.

Una respuesta a “Violencia de género y victimización secundaria en los juzgados. Maltrato institucional a las mujeres que denuncian”

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