El Guardia Civil de ‘la Manada’, Antonio Manuel Guerrero, ha escrito una carta abierta que ha publicado un medio de comunicación que se ha caracterizado por su apoyo cerrado a los miembros del grupo y el ataque a la víctima hasta el punto de mostrar sus fotos, su nombre completo, dedicarle una editorial y una columna vomitivas y victimizarla aún más. Es obvio por qué no voy a enlazar la carta, asumo que quien quiera leerla ya lo habrá hecho y quien quiera encontrarla sabe cómo hacerlo. A estas alturas ya todos los medios le han dado bola a la carta, la mayoría sin crítica alguna, por lo que no os resultará difícil.
Lo que me llama la atención de esa carta abierta es el llamamiento a todos los hombres a empatizar con los miembros de La Manada en prisión. Al parecer, eso de salir una noche de juerga con los colegas y acabar metidos en un portal con una desconocida, ponerle los cuernos a la parienta, «follarse a una buena gorda entre cinco«, sin precauciones, dejarla tirada y sola, en una ciudad desconocida y robarle el móvil es algo que hacéis todos. Y que si una mujer se está besando con un hombre en plena calle, ¿cómo no va a querer ser penetrada en un portal mugriento por él y por sus cuatro amigos por todos los agujeros de su cuerpo, sin preservativo, arriesgándose a contraer múltiples ETS y un embarazo no deseado sin saber quien es el padre?
¿Veis como no somos «las feminazis» quienes consideramos a todos los hombres violadores en potencia? De hecho, las feministas tenemos bastante más respeto por los hombres, no los consideramos unos animales asalvajados incapaces de reprimir sus instintos con la excusa de la testosterona ni los justificamos pensando que los pobres no entienden las señales y violan porque las mujeres mandan mensajes ambiguos y ellos están confusos. No, las feministas alzamos la voz contra esa visión de los hombres y de su sexualidad hidráulica, las feministas nos negamos a dar por normalizadas esas situaciones.
SPOILER: En un metaestudio realizado sobre violadores en prisión, se demostró que sus niveles de testosterona ni siquiera son más elevados que la media.
Quien está normalizando estas situaciones es precisamente quienes están interesados en mantener vivo en el imaginario colectivo la idea de las mujeres mentirosas, malvadas y manipuladoras, que primero te seducen y después se arrepienten porque no quieren que nadie se entere de lo zorras que son en realidad y te denuncian para mantener intachable su reputación. Que después las propias víctimas vayan a ser sometidas al escarnio público y a la humillación permanente por haberse atrevido a denunciar, que miles de hombres se unirán para convertir sus vidas en un infierno por no haber callado, no es que no lo contemplen: es que consideran que es el justo castigo por no asumir lo putas que son. ¿Quien saca beneficio de mantener viva la idea de que es culpa de las mujeres que los hombres no piensen con racionalidad? Aquellos que pretenden que sus actos sean disculpados y tener a quien culpar. La pervivencia de la idea de que es culpa de las mujeres que los hombres pierdan la cabeza y actúen por impulsos incontrolables no es SIENSIA, es cultura de la violación.
https://www.facebook.com/JessicaFillolBlog/videos/1224420547692775/
Más info:
Las feministas no consideramos que todos los hombres son violadores
¿Por qué violan los hombres? Víctor Lapuente tiene las claves
Violadores confundidos porque las mujeres les mandan mensajes ambiguos (?)
Por un lado tienes razón. Estos tíos son unos cerdos, y no, no le puede pasar ni a mi padre ni a mi hermano, porque no somos unos animales que se follan entre cinco a una en un portal.
El tema es que Antonio Manuel no se refiere a su nivel de cerderío, que muy hábilmente pasa por alto. Se refiere específicamente a si hubo violación, en pocas palabras, a si la chica era igual de cerda que ellos. Creo que también es machista, en cierto modo, dar por sentado que una chica no puede querer eso, que eso es sólo cosa de hombres.
He conocido a chicas que se dejan llevar, se dejan follar y, a toro pasado, piensan o quieren pensar que las han violado, antes de aceptar que ni siquiera pronunciaron un NO (no hace falta oponer ninguna resistencia para pronunciar un monosílabo) y que, tal vez, incluso participaron ya puestas. ¿Qué, mandamos al tío 25 años a la cárcel? ¿Nos hemos vuelto locos o qué?
En este sentido, lo que está claro, al margen de opiniones y demás, es que hay cinco tíos condenados a nueve años. Que la sociedad haya pedido «su cabeza», habiendo unos jueces y unos procesos jurídicos, y según todo indica una serie de dudas, es preocupante. Preocupante, que no revelador: ya sabemos que vivimos en una sociedad de borregos.
No sé qué pensará la autora de este post. Personalmente creo que las penas de 25 años son para violaciones puras y duras, donde entre gritos, con dolor, puede que maltrato y amenaza, una chica es violada sin contemplaciones. Por tanto, la condena a mí de hecho me parece en este caso perfecta. No sé exactamente qué está pidiendo la gente, la verdad.
El problema es que lo que tú consideras «violaciones puras y duras entre gritos, con dolor», rara vez encajan en la realidad, no representan ni el 1% de las agresiones sexuales que se cometen aunque ese relato forme parte del imaginario colectivo, y tampoco encaja con la reacción de la víctima tal y como señalan todas las asociaciones de psicología. Y cuando hay gritos y mujeres tratando de defenderse, acaban siendo asesinadas, como por ejemplo le ocurrió a Nagore Laffage o más recientemente a Diana Quer. Por eso no entiendes lo que está pidiendo la gente: estamos pidiendo que se conceptualicen las violaciones atendiendo a la realidad y no al mito.
Pues entonces, querida Jessica, dejando ya de lado el tema de la Manada y centrándonos en el aspecto general de lo que dices es una violación, te digo que desde mi punto de vista es una BARBARIDAD condenas de 25 años por eso. O sea, porque la mujer no exprese claramente su consentimiento, se quede medio callada, se sienta coaccionada, etc., venga, cogemos al tío y le metemos en la sombra 25 años. Entonces, ¿qué mas da eso o que la viole a guantazo limpio y luego se la cargue con un cuchillo? Total, estáis pidiendo las mismas condenas, ¿no?
Si esa es la sociedad donde quieres vivir, adelante. Yo pienso que hay otras soluciones, empezando por devolver a la sexualidad la importancia que tiene.
Puede que para ti la sexualidad no tenga ninguna importancia, al menos no la femenina. Es una opinión que no puedo compartir. ¿25 años de cárcel a un tío por violentar un cuerpo que no quiere ser sometido? Razonable.
Bastaría si os planteárais que la ausencia de un «NO» rotundo no es la premisa básica para tener sexo con alguien: lo es que ambas personas deseen tener sexo. Lo de a guantazo limpio es un agravante por un delito adicional, no un eximente porque para que sea violación (según tú) tenga que haber guantazos y gritos. Que una mujer se quede bloqueada de miedo o decida someterse para evitar males mayores no implica que violentar su cuerpo sea menos lesivo para ella a todos los niveles, empezando por el psicológico y emocional. Pero si lo único que te importa es mojar el churro con garantías, te recomiendo que no te acerques a ninguna mujer y optes por esta alternativa 100% segura:
Simple y llanamente inaceptable. Como persona siento vergüenza de que alguien pueda asumir por mí cómo me siento y cómo debería sentirme por ser un hombre.
He leido varias entradas en tú blog y me ha venido a la cabeza lo «de moda» que está «ser o aparentar ser» feminista. Todo el mundo tiene una opinión y todos tienen razón (o no). Siempre he dicho que la libertad de una persona termina donde empieza la de otra, pero a veces los límites no están demasiado marcados y se sobrepasan.
No discuto sobre los síntomas de la abstinencia sexual, jamás los he experimentado, pero no los discuto porque no los entiendo. Entiendo por tanto que la mayor parte de los hombres que apoyan, acogen, vitorean o enmascaran cualquier tipo de agresión sexual no han conocido la autoestimulación como vía de escape a dichos problemas o creen en «la inferioridad a su condición como hombres» el usarla. Debería realizarme pruebas quizás, mis niveles de testosterona no serán suficientemente altos o seré «una maricona» o «un pajuno», aunque sí que he descargado muchas veces mi «agresividad» en otros hombres mientras que solamente un par de veces en alguna mujer, no sé, seré raro, maltratador, misógino o androfóbico dependiendo del prisma de quien me juzgue. Debo aclarar que esa «agresividad» utilizada, en su práctica totalidad ha sido en defensa de terceros o en la mia propia y casualidades de la vida, más de la mitad ha sido por defender a una mujer de algún hombre.
No es que la mujer necesite ningún tipo de trato especial en cuanto a defensa, con instrucción son igual de temibles que un hombre, sólo han sido casualidades de la vida. Quizás es que me educaron para no permitir actos en contra de los más débiles y por esas casualidades de la vida solamente me haya cruzado con mujeres en problemas. Recuerdo un caso muy especial en que una chica quería denunciarme por tumbar a su novio mientras se limpiaba la sangre de su labio por la paliza que éste le estaba dando ¿Qué raro que alguien quiera hacer algo así verdad? Dejaré atrás este humor negro / ironía absurdo:
Yo creo que más bien es una cuestión de educación desde bien pequeños. Mis padres nos educaron para que pudiéramos valernos por nosotros mismos en casi cualquier situación y, aunque también lo he hecho por una cuestión de preparación, mi hermana no ha necesitado mi ayuda en demasiadas ocasiones, ha sabido valerse por sí misma la mayor parte de las veces. Incluso contra mi en nuestra niñez. Nos educaron (con algunos matices machistas de la época) para ser personas e identificar al resto de nuestros semejantes como personas más allá de su condición, credo, género y/o poder adquisitivo.
Lo que quiero decir con todo este libreto es algo muy sencillo, hay que educar a las personas y no los géneros. Si un hombre tiene «sensaciones acuciantes de sexo» que se busque la vida, hay muchas opciones disponibles, pero jamás atente contra la libertad de otra persona porque como ya he dicho (y no soy el único) las cosas se le pueden poner muy feas si cerca se encuentra alguien que no desee permitir ese tipo de actuaciones. La justicia está mal hecha la mires como la mires. Cuando da derecho a una persona suele quitárselos a otra y no saben ni por dónde empezar para remediarlo. Puede que mis acciones no sean las más adecuadas, pero a veces el fuego se debe combatir con otro fuego que extinga el oxígeno que alimenta al primero. De mi madre aprendí, que si un hombre te pega y le pegas con el tacón del zapato en el pecho, el hombre aprende que no debe volver a levantarle la mano nunca más. Hoy, después de muchísimos años siguen siendo los mejores amigos y nunca volví a ver una pelea física en casa a pesar de que mi padre se criara en el hogar de un maltratador. Parece que «esa testosterona» le abandonó y jamás volvió.
He tenido suerte de encontrar una mujer que me quiere por cómo soy y ella (aunque a veces yo mismo dude) se siente afortunada de tenerme según me dice. Somos iguales porque somos personas, ni más ni menos. Si yo cocino, ella limpia y si ella barre, yo frego. Después de once años seguimos igual que el primer día. Tenemos una educación intelectual normal o todo lo normal a como debería ser y ella centra su carrera en el reconocimiento a la mujer mientras yo intento por todos los medios apoyar los derechos de los hombres, pero ante todo,de las personas.
Me alegra haber encontrado por casualidad este blog feminista y ya iré contando si alguien se queda sin dientes por utilizar la palabra feminazi delante mía… jajaja. Esas cosas ocurren cuando no se sabe ni lo que significa el feminismo ni lo que significó y por desgracia significa hoy en día la cultura nazi. Aqui en Alemania nadie tendría narices a usar ese tipo de apelativos porque entienden perfectamente las connotaciones que tiene.
Como despedida expondré que, jamás he sido una persona violenta. Solamente utilizo estas «anécdotas» para que otros «hombres» vean que es posible dejar de ser hombre y llegar a ser «persona». Son 100% reales, pero, sinceramente, no me siento especialmente orgulloso nada más que de haber ayudado a otros utilizando un medio que era capaz de utilizar. Hoy en día intento enseñar a mi novia a defenderse ella misma «por lo que pudiera pasar» en lugar de para que aprenda un deporte como mi hermana y yo lo hicimos y me parece lamentable llegar a eso.
Pero si señores, si alguien tiene agresividad y frustración sexual no hay nada como apuntarse a un gimnasio y dejarse los nudillos en un saco de arena o agua, él no te va a responder y sentirás la misma sensación de dominio que pegando a una mujer pero nadie saldrá herido. Si, por «esas casualidades de la vida» no hacéis algo para remediarlo e insistís en sentiros superiores a una mujer mediante la violencia y el control físico y/o psicológico, puede que algún día quizás os encontréis de frente con mi hermana, mi hija, mi novia o cualquiera de mis amigas y no sean tan amables como ese saco de arena que está dispuesto a ayudaros con esa testosterona que no sois capaces de controlar, cerrándo el círculo de las risas de esos otros hombres que se rien de los que han sido agredidos físicamente por mujeres.
Va a ser difícil (que no imposible) cambiar la mentalidad de una sociedad que desde hace más de 10.000 años está basada el el «culto al pito» si ese pito no hace nada por cambiarlo.
PD: Siento el libreto.