
RESUMEN
La construcción de la identidad nacional está actualmente en deconstrucción, gracias a la cada vez mayor visibilidad política y social que están adquiriendo personas con orígenes familiares extracomunitarios. Este es un proceso bidireccional, en permanente revisión, y que se ve notablemente influido por los estereotipos y prejuicios aún vigentes en el grupo social mayoritario.
INTRODUCCIÓN
La primera vez que recuerdo haber escuchado el término “inmigrantes de segunda generación” fue en el año 2005 durante los disturbios producidos en los barrios más deprimidos de París, donde el paro, la pobreza y la precariedad se cebaban con la población mayoritariamente de origen inmigrante, y sus descendientes de nacionalidad francesa, los hijos de aquellos que emigraron al corazón de Europa en busca de un futuro mejor, una generación sin futuro.
10 años después de aquel episodio, el periodista de la agencia EFE Luis Miguel Pascual resumió a la perfección la situación:
“Los disturbios pusieron en tela de juicio el modelo de integración francés y escondían el malestar de una población que, aunque de orígenes extranjeros, había nacido y crecido en Francia, pero que en Francia se sentían como extranjeros.” (Pascual, 2015).
“INMIGRANTES DE SEGUNDA GENERACIÓN”. La identidad española desde una perspectiva sociohistórica
Aunque estrictamente hablando, si nos atenemos a la definición de “inmigrante”, el concepto es incorrecto (López Rodrigo, 2007), la expresión “inmigrantes de segunda generación” se ha abierto camino en el imaginario colectivo.
Pese a que la expresión, como hemos apuntado, es incorrecta (inmigrante es quien se desplaza, su descendencia ya no es inmigrante: es nativa del país de destino) y pueda parecer que no tiene sentido, sí lo tiene por cuanto es útil en términos de reproducción social de las desigualdades.
Una expresión desafortunada que señala las diferencias entre “nosotros” (blancos, bajitos, morenos, vagamente católicos) y “ellos” (cualquiera que sea la diferencia física, cultural o religiosa que queramos señalar para excluirles del grupo mayoritario y negarles el ejercicio pleno de unos derechos de ciudadanía que les corresponden por derecho). La popularización del término “inmigrantes de segunda generación” tiene consecuencias en la reproducción de la realidad social: evidencia las resistencias a admitir la permeabilidad de la identidad colectiva a conceptos que llevan siendo ajenos a la idea de España desde el momento de su nacimiento. Desde las gestas de Don Pelayo a la expulsión de moros y judíos por parte de los Reyes Católicos, conceptos como la pureza de sangre y el estatus de cristiano viejo han formado parte de nuestra identidad social.
Podríamos pensar que remontarnos varios siglos atrás es un ejercicio irrelevante para evaluar la identidad social española del siglo XXI, si no fuera porque el expansionismo cultural disolvente de Castilla ha permanecido presente. El establishment español sigue teniendo una relación problemática con la diversidad: desde el “España una y no cincuenta y una” del franquismo, el llamado “café para todos” de la transición, la tan denostada “alianza de civilizaciones” preconizada por el presidente Rodríguez Zapatero, o más recientemente el programa político de la derecha en lo que respecta a las lenguas cooficiales[1].
Sólo observando la conformación de la identidad española desde una perspectiva sociohistórica, recordando de dónde venimos, es posible comprender por qué nos resultan ajenos aquellos pueblos que o disolvemos culturalmente, o colonizamos, o expulsamos, podremos comprender el contexto actual en el que nos movemos.
EFECTOS DE LA CATEGORIZACIÓN SOCIAL EN LA REPRODUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
Es en la conformación de la identidad de aquellos cuyos rasgos físicos y/o vestimenta no concuerda con el canon estereotípico asociado a categoría de “español” donde se pone de manifiesto de una manera evidente el carácter flexible, social, emergente y relacional de la identidad: tener piel oscura, ojos rasgados o usar hiyab provoca una reacción en el grupo de mayoritario de situar a su portador/a fuera de la categoría “nosotros”, en la posición de alguien ajeno al grupo socialmente dominante, aunque su estatus administrativo le incluya en ese grupo por derecho de nacimiento.
Esta categorización por razón de origen étnico, cultural o religioso tiene efectos perversos en la estratificación social: según el informe AROPE, los extranjeros extracomunitarios tienen tres veces mayor riesgo de pobreza y exclusión social (Llano Ortiz, 2018), y más del doble de desempleo (EPA, IV trimestre 2018) que la población autóctona, distancia que ha permanecido estable a lo largo de la última década pese a las fluctuaciones del ciclo económico.


A esta situación de vulnerabilidad de la población adulta de origen inmigrante, hay que añadir que sus hijos no lo tienen mejor: El fracaso escolar entre hijos de inmigrantes casi duplica al de autóctonos (Mouzo Quintáns, 2018). Si tenemos en cuenta que, tal y como pone de manifiesto el informe España 2012 sobre educación y movilidad social en España (Martínez Celorrio & Marín Saldo, 2012) la tasa de herencia social (esto es, que los hijos mantengan la misma clase social que sus padres) en la segunda década del siglo XXI es cercana 50%, obtenemos un panorama muy similar al que dio origen a los disturbios de las barriadas de París en el año 2005: jóvenes desarraigados, con unas perspectivas de futuro igual de precarias que las de sus padres, cuando no peores.
Ante el rechazo recibido por parte del grupo mayoritario motivado por diferencias físicas o de origen cultural que se dotan de un contenido imaginado por los prejuicios, las personas con un origen familiar distinto del español tienden a buscar colectivos afines o del mismo origen geográfico con el fin de satisfacer sus necesidades de relaciones sociales entre iguales. Es decir, es al encontrarse cara a cara con unos prejuicios en los que no se reconocen, cuando la construcción de su identidad evoluciona a partir de la imagen que la sociedad mayoritaria proyecta sobre ellos, acentuando esas diferencias intergrupales y dificultando la cohesión social.
Cuando analizamos fenómenos sociales tan impactantes como la radicalización islamista y el reclutamiento por parte del Estado Islámico de jóvenes nacidos y educados en Europa[2], o los disturbios de París, conviene tener presente este fenómeno de transformación de la identidad colectiva de determinadas categorías, y el papel determinante de la sociedad en el sentimiento de desarraigo social de los jóvenes que marchan a hacer la yihad o participan en revueltas violentas en protesta contra el establishment que les mantiene en perpetuo estado de exclusión.
LA IDENTIDAD ESPAÑOLA, EN DECONSTRUCCIÓN
Los atributos tradicionalmente asociados a la categoría de “español” pierden fuerza al ser puestos en tela de juicio y ser contrastados con conjuntos nuevos de atributos que hasta hace unas décadas no eran posibles, en cuanto no tenían relevancia estadística que destacara su presencia.
Héctor Cebolla, profesor de Estructura Social de la UNED, explica el desarrollo de la identidad española en nuestro contexto actual:
“Existen dos Españas en este asunto: una sería la de los mayores de 60 años, a quien les cuesta ver a los hijos de inmigrantes como españoles y otra la de menores de 40, quienes lo ven con mayor normalidad” (Carretero, 2016).
Entre ambas, toda una generación cuya identidad se encuentra en transición.

CONCLUSIÓN: IDENTIDADES EN PERMANENTE EVOLUCIÓN Y COHESIÓN SOCIAL
Si construimos nuestra identidad a partir de lo que se refleja de nosotros en las miradas de los demás (Cooley), y las miradas de los demás condicionan el mí, a lo que responderé haciendo ajustes o modificaciones en el yo (Mead); y si la sociedad española no me percibe como parte integrante sino como un cuerpo extraño, tengo dos formas posibles de reaccionar:
- Realizaré aún si cabe mayores esfuerzos por ser asimilada en el grupo dominante, en un falso ejercicio de integración ocultando las diferencias.
- O bien reaccionaré aferrándome con mayor intensidad a esos elementos de mi patrimonio cultural que resultan ajenos a la cultura dominante.
Esta reacción de reivindicación de lo ajeno que se resiste a la asimilación tiene como consecuencia un enquistamiento de la visión etnocéntrica y a su vez hacer explícitas las relaciones de poder y desigualdad, mientras las mantiene.
Por el contrario, el reivindicarse como parte de la sociedad de nacimiento no como un derecho sino como un hecho, con sus diferencias incluidas, contribuye a dinamitar el orden establecido, a repensar el significado y el contenido de la identidad “ser español” y a que el grupo mayoritario nos sintamos interpelados. Así nuestra identidad relacional pasa del estado sólido al líquido (Bauman, 2017), es emergente, recíproca y negociada, en un proceso de deconstrucción mutua de lo que era una identidad biológica, racial, cultural y religiosa imperativamente homogénea.
Que esta reivindicación de la diferencia como parte del corpus identitario compartido sea un proceso menos violento en términos de costes económicos y sociales sobre los cuerpos de las personas descendientes de inmigrantes que no encajan en el canon ibérico-normativo es un trabajo que nos corresponde al grupo mayoritario.

NOTAS A PIE DE PÁGINA
[1] Pablo Casado (PP) promete relegar el uso del catalán a lengua opcional (El Periódico, 28/02/2019). C’s ultima una ley para eliminar las lenguas cooficiales como requisito previo en cualquier oposición (ABC.es, 09/02/2018). El ideario de Vox para iniciar su «reconquista»: desde eliminar las autonomías hasta derogar la ley de violencia de género (La Voz de Galicia, 3/12/2018)
[2] A diciembre de 2013 había entre 3.300 y 11.000 yihadistas extranjeros peleando en Siria, según datos del Centro Internacional de Estudios de la Radicalización. Se estima que entre un 30% y un 40% de los actuales combatientes extranjeros que pelean hoy por establecer un califato islámico en Siria e Irak proceden de países occidentales, como Francia, Bélgica, Reino Unido, Alemania y los países nórdicos. (Chamy, 2014)
BIBLIOGRAFÍA
Bauman, Z. (2017). Tiempos líquidos. Tusquets.
Carreño, R. (3 de 12 de 2018). ‘Café para todos’: la España de las autonomías. Obtenido de RTVE.es: http://www.rtve.es/noticias/20181203/espana-autonomias-cafe-para-todos/1847781.shtml
Carretero, N. (18 de 09 de 2016). «Yo también soy español». Obtenido de El País: https://elpais.com/politica/2016/09/13/actualidad/1473758176_296143.html
Chamy, C. H. (23 de 8 de 2014). ¿Cómo llega un joven occidental a convertirse en yihadista? Obtenido de BBC News: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/08/140822_yihadistas_occidente_europa_como_llegan_ch
EPA. (IV trimestre 2018). Encuesta de Población Activa. Obtenido de INE: https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259941637944&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios/PYSLayout
Llano Ortiz, J. (2018). El Estado de la pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España (2008-2017). European Antipoverty Network.
López Rodrigo, J. (2007). La segunda generación no es inmigrante. Obtenido de Revista Documentación Social “Migraciones y desarrollo”, nº 147.: https://obimmigraciosbd.wordpress.com/2009/02/20/la-segona-generacio-no-es-immigrant/
Martínez Celorrio, X., & Marín Saldo, A. (2012). Educación y movilidad social en España. En Informe España 2012 (págs. 117-172). Madrid: Fundación Encuentro.
Mouzo Quintáns, J. (17 de 7 de 2018). El fracaso escolar entre hijos de inmigrantes casi duplica al de autóctonos. Obtenido de El País: https://elpais.com/ccaa/2018/07/16/catalunya/1531767783_385408.html
Pascual, L. M. (27 de 10 de 2015). Francia sigue igual diez años después de los disturbios en los suburbios. Obtenido de La Vanguardia: https://www.lavanguardia.com/internacional/20151027/54437497729/disturbios-suburbios-franceses-diez-anos.html
Regué, J. (28 de 2 de 2019). Casado promete relegar el uso del catalán a lengua opcional. Obtenido de El Periódico: https://www.elperiodico.com/es/politica/20190228/pablo-casado-ley-lenguas-catalan-uso-opcional-7329544
Sánchez, A. I. (9 de 2 de 2018). C’s ultima una ley para eliminar las lenguas cooficiales como requisito previo en cualquier oposición. Obtenido de ABC.es: https://www.abc.es/sociedad/abci-ultima-ley-para-eliminar-lenguas-cooficiales-como-requisito-previo-cualquier-oposicion-201802091439_noticia.html
Sánchez, O. (3 de 12 de 2018). El ideario de Vox para iniciar su «reconquista»: desde eliminar las autonomías hasta derogar la ley de violencia de género. Obtenido de La Voz de Galicia: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/espana/2018/12/03/ideario-vox-mensajes-controvertidos/00031543822991432779773.htm
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