Tras 10 días de confinamiento, observo que los aplausos de las 20h se han institucionalizado. Ya no hace falta convocar, ya todo aquel que desee participar sabe que a las 8 de cada tarde hay una performance colectiva en los balcones que, pese al distanciamiento social decretado y a los efectos que ya está teniendo sobre la cohesión social, nos permite seguir aferrándonos a la idea de que formamos parte de una comunidad, que no estamos solos.
Acabo de oír un "EH, HAY QUE SALIR A LA VENTANA A APLAUDIR QUE SÉ QUE ESTÁIS AHÍ"
— O'Iván 🦁🐲 (@echeoqhai) March 22, 2020
Sin perjuicio de otras acciones de protesta que puedan convocarse a través de los grupos de whatsapp y de las redes sociales, los aplausos de las 8 son ya intocables y, o mucho me equivoco, o gran parte de su éxito radica en que se han despolitizado. No son ya aplausos en defensa de un modelo de sanidad que de preeminencia a lo público por encima de lo privado, ni es tampoco el aplauso que un determinado partido político intentó capitalizar/contraprogramar con gritos de arribaspaña. Son aplausos a los héroes y heroínas que se están dejando la piel en los hospitales, a quienes conforman la primera trinchera sin ser soldados. Son aplausos al personal sanitario desprovistos de ideología, hasta el punto que puede salir a aplaudirles Díaz Ayuso al balcón de la institución desde la que su partido ha desmantelado la sanidad pública, y no le producirá ningún tipo de disonancia cognitiva.
Son aplausos sin ideología pero que (quizá precisamente por eso) permiten mantener la cohesión social en momentos en que estamos más aislados que nunca, en que la política decretada es la de distanciamiento social y eso tiene efectos a todos los niveles, en momentos en que las interacciones sociales se han reducido a la mínima expresión. Son aplausos que nos recuerdan que ahí fuera hay más gente con nosotros, en la misma situación, que está agobiada igual que nosotros, que al confinamiento suman mil preocupaciones más de tipo económico, familiar, sanitario, etc. igual que nosotros. Son aplausos que permiten mantener una pequeña esperanza en que no todo ha saltado por los aires.
Hace unos días dije que la brecha entre «nosotros» y «ellos» es cada vez más grande, que el «ellos» ha crecido y da cada vez más miedo, que nos hemos convertido en carceleros de nuestros propios vecinos, que el concepto de comunidad ha sido dinamitado y ya solo podemos aferrarnos al concepto de familia. Los aplausos comunitarios de las 8 dicen que me equivoco, que seguimos necesitando aferrarnos a la existencia de una comunidad a la que pertenecer aunque estemos cada vez más solos y más enfrentados entre nosotros.
Serie completa:
Una socióloga confinada. DÍA 3 (martes). Performance espontáneas
Una socióloga confinada. DÍA 4 (miércoles). Seguridad y sensación de control
Una socióloga confinada. DÍA 5 (jueves). Legitimidad democrática
Una socióloga confinada. DÍA 6 (viernes). Capital social y religión
Una socióloga confinada. DÍA 7 (sábado). Disciplina y otras áreas de análisis
Una socióloga confinada. DÍA 9 (lunes). Tolerancia social a la violencia
Una socióloga confinada. DÍA 10 (martes). La importancia de la comunidad
Una socióloga confinada. DÍA 12 (jueves). Recolección de datos sociológicos
Una socióloga confinada. DÍA 13 (viernes). Una sociedad sin ritos
Una socióloga confinada. DÍA 14 (sábado). La dimensión económica
Una socióloga confinada. DÍA 16 (lunes). Hipótesis de trabajo y marco teórico
Una socióloga confinada. DÍA 17 (martes). La importancia del frame
Una socióloga confinada. DÍA 18 (miércoles). Propuestas encaminadas a una renta básica universal
Una socióloga confinada. DÍA 19 (jueves). Coronavirus y clase social
Una socióloga confinada. DÍA 20 (viernes). El tratamiento a la tercera edad
Una socióloga confinada. DÍA 21 (sábado). El miedo como mecanismo de control social
Una socióloga confinada. DÍA 22 (domingo). Todos somos héroes
Una socióloga confinada. DÍA 24 (martes). La mascarilla como burka laico
Una socióloga confinada. DÍA 25 (miércoles). Sobre la estadística de prevalencia epidemiológica
Una socióloga confinada. DÍA 26 (jueves). Datos estandarizados
Una socióloga confinada. DÍA 37 (lunes). Cómo combatir los bulos