Una socióloga confinada. DÍA 11 (miércoles). La Gestapillo de balcón desde un punto de vista sociológico

La opinión pública está dividida. Hay quien considera un comportamiento aceptable, incluso elogiable pasarse el día con la nariz pegada a la ventana controlando los movimientos de todo el vecindario y los motivos que alegan (o imaginan) para salir de casa. Y luego estamos quienes observamos cómo antes el reproche social era un mecanismo de control social no coactivo que se está volviendo violento y coercitivo cada día que pasa. Quienes consideramos que esta categorización dicotómica entre «buenos» y «malos» se va a llevar por delante la cohesión social. Que estar controlando a todas horas los movimientos de los vecinos un día tras otro es un ejercicio insano.