Después de dos semanas de confinamiento, las hipótesis empiezan a estar bastante claras y el marco teórico empieza a coger forma. Considerando el construccionismo social como abordaje teórico para comprender el fenómeno y el interaccionismo simbólico como referencia; y partiendo de que, con las relaciones sociales cercenadas de manera radical, son principalmente los medios de comunicación los que están marcando el nuevo comportamiento normativo ante las nuevas normas sociales a las que nos hemos tenido que adaptar a marchas forzadas, y en menor medida las redes sociales están sirviendo para matizar a los medios, planteo algunas hipótesis que (lo siento) huyen bastante de la idea wonderfulista de que de este confinamiento saldremos más unidos y más solidarios:
- El distanciamiento social tendrá efectos en la naturaleza de las relaciones sociales.
- La deriva represiva, reforzada por la retórica belicista desplegada por el gobierno y alentada por los medios de comunicación, acabará afectando negativamente a las libertades individuales y a los derechos sociales.
- La desconfianza generada afectará negativamente al capital social y a la cohesión social. Saldremos de esta menos solidarios y más desconfiados con nuestros semejantes, lo que redundará en el debilitamiento de los movimientos sociales y reducirá nuestra capacidad como sociedad para responder ante el recorte de libertades.
- El fuerte impacto que esta crisis social tendrá en el sistema económico nos dejará en una posición aún más vulnerable. Este punto por sí solo podría servir de catalizador a una reedición del 15M, pero los puntos anteriores lo dificultarán enormemente.
- La legitimidad de la democracia como sistema sufrirá un importante retroceso. Es probable que crezca notablemente el número de personas que consideran que un modelo totalitario es el más adecuado en determinadas ocasiones.
- La tolerancia social hacia la violencia policial aumentará al mismo ritmo que se aprovechará para recortar en derechos y libertades, aumenta la valoración del ejército, y crece la deslegitimación de la democracia como sistema.
Todo esto se enmarca dentro del contexto de la disciplina social como orden represivo.
Y todo esto ya sabemos cómo acaba. Solo que en el siglo XXI no hace falta pegar ni un solo tiro. Solo ha hecho falta una pandemia que se lleve por delante a unos cuantos miles de ciudadanos y ciudadanas.
Serie completa:
Una socióloga confinada. DÍA 3 (martes). Performance espontáneas
Una socióloga confinada. DÍA 4 (miércoles). Seguridad y sensación de control
Una socióloga confinada. DÍA 5 (jueves). Legitimidad democrática
Una socióloga confinada. DÍA 6 (viernes). Capital social y religión
Una socióloga confinada. DÍA 7 (sábado). Disciplina y otras áreas de análisis
Una socióloga confinada. DÍA 9 (lunes). Tolerancia social a la violencia
Una socióloga confinada. DÍA 10 (martes). La importancia de la comunidad
Una socióloga confinada. DÍA 12 (jueves). Recolección de datos sociológicos
Una socióloga confinada. DÍA 13 (viernes). Una sociedad sin ritos
Una socióloga confinada. DÍA 14 (sábado). La dimensión económica
Una socióloga confinada. DÍA 16 (lunes). Hipótesis de trabajo y marco teórico
Una socióloga confinada. DÍA 17 (martes). La importancia del frame
Una socióloga confinada. DÍA 18 (miércoles). Propuestas encaminadas a una renta básica universal
Una socióloga confinada. DÍA 19 (jueves). Coronavirus y clase social
Una socióloga confinada. DÍA 20 (viernes). El tratamiento a la tercera edad
Una socióloga confinada. DÍA 21 (sábado). El miedo como mecanismo de control social
Una socióloga confinada. DÍA 22 (domingo). Todos somos héroes
Una socióloga confinada. DÍA 24 (martes). La mascarilla como burka laico
Una socióloga confinada. DÍA 25 (miércoles). Sobre la estadística de prevalencia epidemiológica
Una socióloga confinada. DÍA 26 (jueves). Datos estandarizados
Una socióloga confinada. DÍA 37 (lunes). Cómo combatir los bulos
Una socióloga confinada. DÍA 37 (lunes). Cómo combatir los bulos