La denuncia por racismo del branding de Conguitos es el “Gibraltar español” de la izquierda: se repite cada verano con nulo resultado. Mi apuesta es que no le van a cambiar ni el nombre ni la iconografía hasta la próxima generación de directivos. Y menos aún ahora que hay un partido con tres millones y medio de votos de racistas organizados dándole apoyo explícito a la marca.
Intuyo que el objetivo es alcanzar los 100 años y pasar de marca a producto, que todos los cacahuetes bañados en chocolate sean “conguitos”, igual que todas las zapatillas deportivas son “bambas”, todos los pañuelos de papel son “Kleenex” o todos los recipientes para guardar comida son “tuppers”.
Te digo más: estoy convencida de que la polémica es azuzada desde la propia marca. Un producto viejuno y casi olvidado cuya posición en el mercado se revitaliza gracias a la polémica y vuelve a situarse en la mente del consumidor potencial, a quien la polémica por el racismo del nombre y del icono le importa una mierda.
Me ha parecido un buen artículo. Breve, pero muy bueno. Además, el artículo de «El comidista» al que haces referencia al final me ha parecido brutal. Sinceramente, hasta este mismo momento pensaba que lo del racismo de los conguitos era una chorrada: «a quién le va a molestar esa figurita tan simpática de un congoleño, que además está tan rica». Pues claro, resulta que sí que molesta, y a mucha gente. Y eso no se puede tolerar.
Quiero seguir informándome sobre este tema, pero gracias por el artículo. Está genial leer cosas bien argumentadas y con fundamento, aunque las escriba gente que piense «diferente a mí».
Solo voy a recriminar una cosa del artículo que no me ha gustado mucho, la verdad. Eso de que «hay un partido con tres millones y medio de votos de racistas» no me parece acertado. Catalogar a todos los votantes de Vox como racistas no me parece nada justo. No digo que Vox no peque de racista en ciertos comentarios, pero de ahí a catalogar a todos sus votantes como racistas…un mundo. Incluso aunque de verdad Vox sea un partido «absolutamente racista», creo que ese comentario lo único que va a provocar es enfurecer a los «voxeros». Creo que vale más la pena intentar cambiar su opinión sin llamarlos racistas.
Supongo que esto último que he dicho no te ha gustado, pero para acabar bien he de decir que me encanta cómo escribes en general y, sobre todo, me encanta ver cómo fundamentas lo que redactas, que por suerte o por desgracia ya es decir hoy en día.