No me sorprende ni un poquito los de esa asociación de defensa de maltratadores que es «STOP Feminazis» rodeen a Rocío Carrasco y la hostiguen con sus carteles cuando se presentó en el juzgado por una nueva demanda de su ex y era previsible que el lugar estuviera de prensa hasta la bandera. Su testimonio ha removido mucho en muchas familias, por eso llevan semanas intentando pararlo, incluso recogiendo firmas. Que se hayan incrementado en un 42% las llamadas al 016 en la primera semana de emisión de su testimonio en televisión, no es un hecho casual.
La intención no es acosar a Rocío Carrasco, sino aprovechar su proyección mediática para colarse en las casas donde su testimonio ha removido conciencias.
No es un mensaje para ella: es un mensaje para todos ellos, es su forma de decirles “no estáis solos”.
