Esta semana entrevisto a Adrián Lardiez, periodista parlamentario de El Plural y autor del libro «la seducción de la extrema derecha». Hablamos sobre el auge de VOX y trataremos de dar respuesta a la pregunta de cómo un partido con un discurso abiertamente machista, racista y homófobo ha podido llegar a tercera fuerza parlamentaria y cosechar varios millones de votos.

Le pregunté sobre el perfil del votante de la extrema derecha, sobre esa «España que madruga» y sobre si realmente logran atraer al votante de clase obrera a su discurso, como ocurría con el lepenismo. Analizamos la creación del sindicato «Solidaridad» vinculado a la formación de ultraderecha, un sindicato con poca utilidad práctica pues no cuestiona los privilegios de clase ni se va a enfrentar a la patronal en ningún conflicto. Pero este sindicato sí tiene una funcionalidad: darle cobertura mediática en un frente que se les escapa, el del voto obrero. Adrián analiza en su libro las diferencias entre el votante de Trump, que sí ha logrado atraer a la clase trabajadora a su discurso, del electorado de VOX que está muy alejado de ese perfil.

Hablamos sobre los esfuerzos de VOX por vincular violencia contra la mujer e inmigración (especialmente inmigración ilegal, en palabras de Ortega Smith concretamente la procedente del norte de África), a la vez que niegan la propia existencia de la violencia de género y cuestionan a las víctimas de agresiones sexuales. Salvo, claro, cuando los acusados de violación o violencia machista son extranjeros, particularmente inmigrantes del sur global, entonces no solo no lo cuestionan sino que piden endurecimiento de las penas, incluso expulsión o cadena perpetua. Si los denunciados son españoles, las víctimas mienten, se lo inventan, solo quieren joderle la vida a un inocente con denuncias falsas, la violencia no tiene género maldita feminazi hembrista odiahombres los españoles de bien no violan ni maltratan, seguro que te gustó zorra; pero cuando los denunciados son inmigrantes, que caiga sobre ellos todo el peso de la ley, endurecimiento de las penas, cárcel, cadena perpetua, expulsión. Adrián habla de la teoría del chivo expiatorio, en línea con Beatriz Ranea que sostiene que el relato de la extrema derecha reconforta a los hombres enfadados con los avances feministas y LGTBI.

También analizamos el impacto de la ultraderecha en la producción legislativa tanto del Congreso como de los distintos parlamentos autonómicos: básicamente, nulo. En este punto, sostengo que VOX no ha venido a hacer trabajo parlamentario y cambiar las leyes, ha venido a dinamitar los consensos y llevarse por delante la paz social en el camino. Lo que ellos llaman «dar la batalla cultural». Y en esa guerra por dinamitar los consensos, tienen como aliados a PP y Ciudadanos, que encuentran en VOX la excusa perfecta para llevar a cabo su programa de máximos sin tener que mancharse, fingiendo que lo hacen obligados. Adrián recuerda que hace años que Ciudadanos ya había llevado al Congreso una propuesta de ley para eliminar los agravantes por violencia de género y equipararlo a la violencia doméstica, una iniciativa en la que se quedaron solos. Ahora la presencia de VOX les permite que sean otros quienes sostengan ese mismo discurso, sin mancharse con la etiqueta «ultras», pero a su vez romper la espiral del silencio. En ese sentido, VOX otorga una coartada ideológica a PP y Ciudadanos.

Le pedí también un consejo: ¿cómo abordamos el discurso de la extrema derecha? Son frecuentes sus payasadas, sus exabruptos, sus performance solo para lograr repercusión en medios de comunicación. ¿Qué hacemos?

  • ¿Los rebatimos con datos para que no queden sin respuesta, aunque a quienes respondamos no quieran escucharnos?
  • ¿O al rebatirles lo que estamos haciendo es darles la repercusión que buscan y estamos contribuyendo de ese modo a amplificar su público potencial?


Analizamos las diferencias de la extrema derecha parlamentaria con otros partidos de extrema derecha que intentaron el asalto al Congreso de los Diputados con poco éxito. Y le pedí también un pronóstico para el futuro de VOX: ¿desaparecerá rápidamente como UPYD y Ciudadanos, o han venido para quedarse?


El libro de Adrián se puede comprar aquí, es un ensayo muy interesante y entre otros temas aborda la construcción de la identidad desde el punto de la psicología social, y cómo esa identidad influye en el voto a partidos populistas.

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