Ya, ya sé que a etas alturas estaréis todas hasta el mismísimo coño de la movida de Eurovisión, pero yo saco vídeo/post los domingos, así que dejazme que diga la mía, que siempre llego tarde a estas cosas.
Y es que todo el tema del tongazo de las candidaturas para ir a Eurovisión (presuntamente), desde el punto de vista de una socióloga feminista, es pura fantasía. Me siento tal cual como si me hubieran dado las llaves del chiquipark. Y es que hay tantos aspectos desde el que se puede analizar el asunto, que no sé ni por dónde empezar.
¿Es un himno feminista el tema de Rigoberta en homenaje a las madres? ¿Es revolucionario enseñar una teta? ¿De verdad dan miedo nuestras tetas? ¿Es empoderante una performance sexualizada? ¿El tema de Chanel nos molesta porque es una mujer hablando abiertamente de sexo?
¿Cómo puede llegar a condicionar el resultado de unas elecciones el sistema electoral por el que optemos? ¿Hasta qué punto socava la confianza en las instituciones públicas la sospecha de tongo para beneficiar a la industria discográfica, con potentes intereses en juego?
¿Es Chanel una víctima del sistema, o una colaboradora que se beneficia del chanchulleo?
Si nos la han liado en nuestra mismísima cara con algo tan frívolo para que acaben ganando los de siempre pasándose por el forro el voto popular, ¿qué no harán en temas más importantes, como por ejemplo la reforma laboral?
¿Qué tiene que ver todo esto con el tiktoker Naim Darrechi y el archivo de la querella que le puso el Gobierno balear tras confesar que engañaba a mujeres para mantener relaciones sin protección y después eyacular dentro sin permiso?
Jajajaja, Jessica, qué razón tienes, ya lo hizo Sabrina antes que Rigoberta, salvando las distancias.