Ayer, en su despedida del Ministerio, Irene Montero pronunció una frase dirigida a su sucesora que se me clavó en el alma. Está hoy todo el mundo comentando la frase de «Pedro Sánchez nos echa del Ministerio» como si hubiesen firmado un contrato indefinido y no uno por obra y servicio, o la frase con la que finalizó «viva la furia trans, etc etc«.

Pero a mí hubo otra frase en su discurso cargada de intención y dirigida a la nueva Ministra de Igualdad que me heló la sangre en las venas.

Ojalá no te dejen sola.

No, Irene, a ti no te hemos dejado sola. No, no es una cuestión de discrepancias, ni de derechos. La acción política del Ministerio de Igualdad ha incluido fomentar el acoso y el insulto bajo la justificación de la «furia trans». Las feministas nos partimos la cara por ti, hasta que nos echaste a los leones, hasta que decidiste que no te ibas a reunir con asociaciones críticas con tu agenda política porque no te daba la gana, y que no ibas a escuchar a expertos que te pusieran comas, y que ibas a acelerar el trámite parlamentario de tus leyes todo lo que el reglamento te lo permitiera hurtando el debate social, hasta que decidiste cargar de responsabilidad hasta al bedel del Congreso cuando finalmente pasó todo lo que prometiste que no pasaría (aunque te lo advertimos).

No te hemos dejado sola. Tú fomentaste el acoso a las feministas que no te bailaban el agua, le diste tu beneplácito a conductas que en otro contexto no se habrían tolerado jamás entre compañeras, a todos los niveles. Te has quedado sola cuando no toleraste una enmienda de quienes te apoyábamos, de quienes éramos tus aliadas. No solo permitiste, sino que amparaste el insulto, el señalamiento, la hipervigilancia, el acoso a quienes te habíamos apoyado.

Irene, no te hemos dejado sola: te has quedado sola tú. Decidiste aislarte, rodearte de tu guardia pretoriana mientras echabas a los leones a quienes no conocemos dioses a los que rezarles por ponerle enmiendas a tus proyectos de ley.

¿Y ahora? ¿Ahora vienes a quejarte de que te echan, de que te vetan? ¿Ahora nos acusas en plan pasivo-agresivo de que te hemos dejado sola? ¿Ahora, después de los años de acoso y violencia que hemos tenido que aguantar por parte de tus protegides? ¿Ahora? ¿En serio, Irene?

No te veo, estás borrada.

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