Ayer escribí, a raíz del nombramiento de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres, que el activismo trans había perdido la hegemonía del Ministerio de Igualdad. Y ayer, al filo de las 11 de la noche, la propia Isabel García, emitía un comunicado en su cuenta de twitter que parecía haber sido escrito a punta de pistola donde pedia disculpas si unas “opiniones personales” durante el debate previo a la tramitación de la ley trans “había podido causar alguna ofensa”, y manifestaba su total adhesión a la misma ley una vez aprobada, y su voluntad de trabajar desde el Instituto de las Mujeres por el colectivo LGTBI+ y por las personas más vulnerables.
Os voy a ser sincera: lo que a mi me interesa de toda esta película es saber quien ha propuesto un perfil como el de Isabel para un cargo así. Asumo que la Ministra inane no tenía ni la menor idea de quién era, ni de lo que se le venía encima al aceptar su nombre para un puesto que iba a estar en el punto de mira (veréis como el nombramiento para el Observatorio LGTBI no está ni mucho menos sujeto a este estado de hipervigilancia que llevamos años denunciando).
El nombramiento de Ana Redondo como Ministra de Igualdad sorprendió en su momento al no conocérsele trayectoria en el activismo feminista. Me da la sensación de que eso que en su momento se pensó que era un activo, le va a pesar durante su ejercicio en el cargo, dejándola vendida a expensas de quien la esté asesorando. Y quien la asesoró para nombrar a un perfil como Isabel García sí sabía muy bien lo que estaba haciendo. Ese comunicado de disculpas por imperativo legal no va a hacer que se calmen las aguas, tanto Isabel como quien la ha propuesto lo saben de sobra. Te digo más: ese comunicado de disculpas por imperativo legal es fruto única y exclusivamente del clima de violencia contra la oposición política que ha promovido Podemos como parte de su cultura política, que fue el que llevó al veto de Irene Montero en el espacio de Sumar y su posterior salida al Grupo Mixto.
La presión a Isabel para que se disculpe por sus posiciones críticas a la ley Trans y renuncie públicamente a criticar un paradigma sociocinstruccionista que parte de la premisa de que mujer es quien dice ser mujer, independientemente de que la sociedad en su conjunto le reconozca como mujer al margen de su palabra, ha venido envuelta en la idea de que criticar un determinado posicionamiento político equivale a negar derechos, y que criticar las soluciones concretas que una ley determinada propone a una serie de problemas equivale a insultar, humillar y odiar a las personas a las que esa ley se dirige.
Y esos apriorismos imposibilitan el debate, porque lo que pretenden (y llevamos años diciéndolo) es silenciar a la persona, desactivarla políticamente, que es lo que han logrado una vez más. La presión ha debido ser intolerable porque la cabeza que se pedía desde el minuto 2 ha sido ya la de la propia Ministra.
¿Os acordáis de cuando Pedro Sánchez cesó a Angela Rodriguez de su cargo como Secretaria de Estado por sus coñitas a costa de las mujeres víctimas de violación y los efectos de la ley del solo sí es sí? Yo tampoco.
Pero aún me gustaría ir un paso más allá. Me preguntaba más arriba quien le había sugerido a la Ministra inane un perfil como el de Isabel para el cargo de Directora del Instituto de la Mujer. También me gustaría saber quien le prometió a Isabel que la iban a respaldar, sabiendo ella como sí sabía el avispero en el que se estaba metiendo, porque tiene callo suficiente en este tema desde hace años, a diferencia de la Ministra. ¿Se la han jugado a ambas? ¿Era una estrategia para desactivarla políticamente y quizá quitársela de encima? ¿Era una forma de testera hasta qué punto resiste el nuevo Ministerio de Igualdad los embates de la estructura promovida por su predecesora en la cartera? ¿Cómo podía pensar Isabel que a ella sí la iban a respaldar, después de haber visto cómo dejaban caer a un perfil como Carmen Calvo cuando era vicepresidenta?
¿En serio alguien pensaba que con esa disculpa, quienes han pedido su cabeza se iban a dar por satisfechos?
Ana Redondo no acaba la legislatura, guardaos esta predicción. La política no es para ingenuas.
PD: Os he leído ya a varias de vosotras decir que Isabel debería haber sido lo bastante inteligente como para borrar sus tuits “polémicos” en el momento en el que ella tuvo confirmación de su nombramiento, antes de que se hiciera público, para evitar todo esto. Yo soy una mindundi y guardan capturas de tuits míos con la foto de perfil que utilizaba en 2017, va a servir de nada borrar tuits a estas alturas. Cuando hablamos de hipervigilancia, no es un concepto gratuito, es una estrategia perfectamente coordinada.
¿Os acordáis de cuándo Irene Montero, en el acto de traspaso de carteras ministeriales, le dijo a su sucesora eso de “ojalá no te dejen sola”? ¿No os inspira un poco de ternurita, viendo cómo se han sucedido los acontecimientos?