Mi blog, mis normas

Cristina Hoch

El enésimo comentario de un tipo anónimo llamándome loca enferma hembrista odia hombres ha terminad por agotarme la paciencia. A partir de ahora, quien quiera vomitar su misoginia, su despecho porque su mujer le dejó y no le dan la custodia compartida, su rencor porque su ex se está follando a otro, o su rabia porque un juez feminazi le metió en la cárcel… y quiera desahogarse ejerciendo violencia verbal contra mí, que lo haga dando la cara.

Es muy fácil venir a mi casa a insultarme desde el anonimato mientras la única que da la cara soy yo, pero eso AQUÍ se ha acabado. Habéis abusado de mi tiempo, de mi espacio y de mi paciencia. A partir de ahora, para enviar un comentario es obligatorio registrarse con un email válido (se enviará un link para verificar el correo y hasta que no se verifique la cuenta no se activará), y será obligatorio indicar un enlace a tu perfil de Facebook.

Calculo que esta medida me evitará tener que ver del orden del 80-95% de vuestra mierda desquiciada, y me ahorraré tener que banear a medio Madrid y casi toda la Comunidad Valenciana. Seguiréis poniéndome verde en vuestros grupos secretos de hombres denunciados en falso donde todo el mundo es malo menos vosotros, donde el odio hacia las mujeres es tan brutal que habéis logrado expulsar incluso a gente que en principio os apoyaba. Me da igual mientras no vengáis a mi casa a escupir vuestra bilis. Mi máxima aspiración en la vida llegados a este punto es vivir tranquila y que me dejen en paz.

Sé perfectamente que el mundo es un lugar horrible donde habitan hombres como vosotros, que no son conscientes y que creen estar en su derecho agredir a quien sostiene una opinión que les ofende. Sé perfectamente que #EXISTEN hombres peligrosos que se asocian para agredir a mujeres en grupo. Todo eso lo sé. Pero no quiero tener que convivir con ellos y estoy harta de aguantar que vengan a buscarme para darme el coñazo.

Cristina Hoch
Autora: Cristina Hoch