Prostitución: cuando la universidad legitima la explotación sexual

«El trabajo masculino es la norma en la que difícilmente encajan el trabajo doméstico y el trabajo sexual (sic), familiarmente denominados servicio doméstico y prostitución, porque en realidad lo que encaja mal en el sistema es el reconocimiento y la valoración del trabajo emocional realizado por las mujeres, el trabajo de cuidado formal e informal, mercantilizado o libremente entregado (producción afectivo-sexual).»

Anti-influencers y aporofobia: Por qué triunfan los contenidos de la Reina del Brillo, Ramón, Perro Viejo y el resto de la pandilla de Vallecas

Cuando cuestionamos los productos de ocio audiovisual, solemos enfocarnos en contenidos pensados para un público masivo, producido y promocionado por grandes corporaciones. Sin embargo, el contenido amateur realizado por sus propios protagonistas reales y en teoría al margen de la gran industria capitalista, también puede ser altamente problemático.

Youtube, género y consumo

En el caso particular de Youtube, la diferencia de género respecto tanto a las audiencias como la generación de contenidos se paradigmática: ellos representan el 61% del contenido que se consume, mientras que ellas no llegan al 40%. La edad mediana también es indicativa de este mismo paradigma, donde ellos son adultos de más de 30, y ellas jóvenes de alrededor de 25. En cuanto a los contenidos, hay una brecha de género que reproduce roles y estereotipos marcadamente sexistas