
¿Cumplen los medios de comunicación del siglo XXI con su función?
Bien, las preguntas que cabe plantearse para formarnos una opinión sobre el papel que cumplen los medios de comunicación en nuestras sociedades actuales son del tipo: ¿es la prensa actualmente un auténtico contrapoder que legitime su estatus en nuestro sistema democrático? ¿O más bien sirve de correa de transmisión de los discursos dominantes? ¿Pueden realmente denominarse “prensa libre” sin faltar a la verdad unos menos de comunicación masivos atravesados por intereses políticos y económicos que comprometen su viabilidad y la propia supervivencia de estos medios? Una pista acerca de las respuestas a estas preguntas nos dará lo lejos que llegó la iniciativa “sin preguntas no hay cobertura” (Público, 2011), cuando directores de varios medios de comunicación denunciaron la práctica cada vez más habitual por parte de los políticos de dar ruedas de prensa sin permitir preguntas de la prensa. Pese a que la iniciativa surgió de las máximas instancias en el organigrama de los propios medios de comunicación, no prosperó y se siguió dando cobertura al discurso de políticos y gobierno mediante ruedas de prensa donde la propia prensa no podía ejercer su labor delegada por la ciudadanía de fiscalización y por tanto de investigación e información veraz; sin embargo, para las funciones de manipulación informativa, de control social y de reproducción cultural, los medios resultan perfectamente funcionales al sistema.