
Sin prostitución no hay trata
En un ejercicio de corporativismo que ha sorprendido a nadie, el director del grado respalda a la profesora responsable de la asignatura y a la autora del manual: el discurso… Leer más »
En un ejercicio de corporativismo que ha sorprendido a nadie, el director del grado respalda a la profesora responsable de la asignatura y a la autora del manual: el discurso… Leer más »
He revisado los materiales adicionales que la consultora Mireia Gallardo ha aportado para que sigamos trabajando el tema del «trabajo sexual» (sic) en la asignatura de la UOC de «Globalización… Leer más »
Reescribo mi intervención en el foro de la asignatura Globalización y Movimientos Migratorios, por petición expresa de la consultora Mireia Gallardo bajo amenaza de suspender la asignatura. Me resulta muy… Leer más »
El lenguaje nunca es neutral, y desde una perspectiva socioconstruccionista no podemos negar el impacto que tiene el lenguaje en la construcción del imaginario colectivo. Siempre lo expongo con el… Leer más »
«El trabajo masculino es la norma en la que difícilmente encajan el trabajo doméstico y el trabajo sexual (sic), familiarmente denominados servicio doméstico y prostitución, porque en realidad lo que encaja mal en el sistema es el reconocimiento y la valoración del trabajo emocional realizado por las mujeres, el trabajo de cuidado formal e informal, mercantilizado o libremente entregado (producción afectivo-sexual).»
Quienes hemos superado relaciones caracterizadas por la violencia de género algunos argumentos nos los tenemos ya bastante trabajados, entre ellos el chantajito emocional del pobre hombre triste y solitario al que nadie quiere y por eso paga por sexo.
El movimiento feminista ha vivido un progresivo proceso de institucionalización, no exento de tensiones y resistencias, que ha culminado en la Comisión Estatal 8M. La perspectiva regulacionista de la prostitución ejerce hoy el liderazgo institucional del movimiento. El apoyo del equipo municipal de Ada Colau desde el ayuntamiento de Barcelona ha sido fundamental para que esta perspectiva sea normativa entre la opinión pública. La fuerte resistencia por parte del movimiento abolicionista encarnado en colectivos “radfem” (feministas adscritas a la corriente radical) ha ocasionado no pocos conflictos internos.