Este artículo es parte de un trabajo para la UOC sobre la representación de la mujer en los medios de comunicación para la asignatura de Género y Sociedad. Para ello he reutilizado parte de un texto que escribí en febrero cuando saltó a los medios de comunicación que Elsa Artadi podía ser candidata a la Presidencia de la Generalitat y en La Vanguardia le hicieron un perfil destacando que había renunciado a formar una familia para centrarse en su carrera política y parte de otro sobre el chantaje como forma de control machista de la autoestima femenina.

 

Elsa Artadi en La Vanguardia
Retrato íntimo de Elsa Artadi en La Vanguardia

Así fue cómo subtitulaba Andrés Guerra para La Vanguardia su artículo del 8 de febrero de 2018[1] el perfil de la candidata a la presidencia de la Generalitat: “apasionada del yoga y las series y de una carrera política que ha antepuesto a formar una familia.”

Debido al revuelo generado en redes sociales, el texto fue cambiado dos días, pero aún puede consultarse el original en el snippet que Google muestra en sus resultados de búsqueda[2].

A partir de la Ley de Paridad del gobierno de Zapatero y de la introducción de listas paritarias, ha aumentado la presencia de mujeres en cargos electos[3]. Sin embargo, el tiempo de permanencia de las mujeres en la política es más corto que el de los hombres: ellos se dedican a la política durante más tiempo que ellas, y la carrera de ellas es significativamente más corta. En el Congreso de los Diputados, solo un 2,6% de las mujeres ha estado tres o más legislaturas mientras que eso pueden decirlo el 23% de sus colegas hombres. Muy pocas repiten más de dos legislaturas, de hecho, el 60% solo estaba una legislatura, mientras que, en el caso de sus compañeros, es el 47%. El promedio de permanencia de los diputados es de 8,1 años; el de diputadas, 5,2. Por eso suele decirse que los hombres están en política, mientras que las mujeres pasan por ella[4].

No conozco un solo hombre del que se haya dicho en algún medio de comunicación que ha antepuesto su carrera política a formar una familia. No recuerdo un solo titular similar en un medio de comunicación con un hombre como sujeto. En cambio, cuando es una mujer la que llega a un puesto destacado, ya sea en política o en cualquier otro ámbito, si no tiene familia hay que destacarlo y dejar bien claro que es porque ha renunciado, porque para nosotras no es compatible un puesto de responsabilidad con los cuidados que requiere una familia. Nosotras tenemos que elegir[5].

TransParent Project es un trabajo internacional en el que colaboraron una docena de investigadores de siete instituciones y universidades españolas. Tal y como lo describen en su página web:

TransParent Project es una investigación internacional dirigida a parejas primerizas que esperaban su primera criatura y en las que ambos tenían empleo o estaban buscándolo en el momento del embarazo. El objetivo de la investigación ha sido acompañar a las parejas con este perfil en su transición a la maternidad/paternidad para entender las decisiones que han tomado con respecto el cuidado de la criatura, la organización de las tareas domésticas y el empleo remunerado durante los primeros años de crianza.

Esta investigación se ha realizado con una metodología cualitativa longitudinal y se basa en una muestra de 68 parejas entrevistadas en dos momentos diferentes de su vida. La primera entrevista se realizó durante el embarazo, en el año 2011, y la segunda entrevista se realizó cuando el bebé tenía entre 18 y 24 meses de vida, en el año 2013-14[6].

Entre los objetivos a investigar estaba verificar si las intenciones de reparto de tareas y cuidados manifestadas antes del nacimiento se mantienen tras la llegada de la criatura, así como el grado de satisfacción con el reparto de roles y la organización doméstica durante los primeros años de crianza.

Las conclusiones del estudio[7] son demoledoras[8]: pese a los anhelos de igualdad y corresponsabilidad manifestados durante el embarazo, cuando llega el bebé a casa comienzan las diferencias en los roles y en el reparto de tareas. Casi la mitad de las parejas evolucionaron hacia un modelo basado en la desigualdad. La madre asume el papel tradicional de principal responsable y cuidadora de la criatura y de todo el entorno familiar, mientras que el padre tiende a volcarse mucho más que antes en su carrera profesional. Aún más curioso resulta comprobar cómo ellos creen estar participando al 50% en los cuidados familiares, mientras que ellas tienen una opinión muy diferente sobre este reparto y el grado de implicación familiar de sus parejas masculinas, siendo mucho menor el grado de satisfacción de ellas con el nuevo modelo familiar que el de ellos.

En La Mercantilización de la Vida Íntima[9], Arlie Russell Hochschild entrevistó a cientos de parejas con hijos y describió la resistencia que ellos ponían al hecho de encargarse del 50% de las tareas del hogar y cuidados. Describe cómo ellos ponen en marcha todo tipo de estrategias: fingir no saber, hacer horas extras en el trabajo, mentir, negarse directamente, montar broncas, manipulación emocional, excusas y justificaciones de todo tipo. Esto tiene consecuencias muy graves: frena el desarrollo de las mujeres (las obliga a doble y triple jornada), erosiona los vínculos afectivos y conlleva un “imperialismo emocional” (se contrata a mujeres migrantes para tareas de cuidados). Y explica también por qué se considera algo a destacar que mujeres con aspiraciones políticas “renuncien” a formar una familia, mientras que para los hombres es un dato irrelevante: ellos no tienen que tomar esa decisión. Somos nosotras quienes tenemos que conciliar vida laboral y familiar, para ellos la familia no supone ningún hándicap[10]: según los informes periódicos tanto de UGT[11] como de CCOO[12] sobre la brecha salarial[13] a partir de datos de la EPA y de las encuestas de empleos del tiempo del INE[14] y del IDESCAT[15], las mujeres con hijos empeoran su empleabilidad mientras que los hombres con hijos la mejoran.

Este substrato previo tan fuertemente asentado en los roles de género tradicionales influye en la visión que periodistas, columnistas y comunicadores en general trasladan a los medios, que a su vez retroalimentan el imaginario colectivo de la mujer relegada al espacio privado, en su casa encargada del cuidado de la familia, mientras que los hombres ocupan el espacio público, la vida asalariada, encargados de proveer alimentos y bienestar económico. La mujer cuidadora y el hombre proveedor.

Y es que si bien hasta épocas recientes los relatos marginaban por completo a la mujer de la historia salvo en los casos en los que su protagonismo era tan notorio que imposibilitaba soslayarlo, los arquetipos de mujer que aparecen representados en los medios de comunicación siguen siendo los 4 a los que ya aludía Manuel Fernández Álvarez en su libro sobre los distintos tipos de mujeres que coexistieron durante el Renacimiento: Casadas, monjas, rameras y brujas[16].

  • Casadas: cuando a una mujer de la trayectoria profesional de Shakira, fuera de la prensa deportiva sigue siendo presentada[17] como La novia[18] de Piqué[19]. Mireia Belmonte es campeona olímpica de natación, pero lo importante es hablar de su novio[20]. Carolina Martín es campeona mundial de Bádminton, pero lo destacable es que se ha echado novio[21]. Ganas una medalla de oro, pero lo importante es ser la esposa de alguien[22].
  • Monjas: cuando una mujer alcanza cierto estatus público, para ser respetada tiene que pasar por un proceso de blanqueamiento de su imagen a un estado puro y virginal. Tal es el caso de Inés Arrimadas (Incluso de forma literal. Es frecuente, por ejemplo, que Arrimadas se vista de blanco en los debates parlamentarios para los que se prevé un interés mediático importante, tal es el caso por ejemplo del debate de investidura de Quim Torrà el pasado 12 de mayo), que pese a ser la líder del primer partido del es presentada bajo el estereotipo de “mujer decente y señora de su casa[23]. En el caso de Esperanza Aguirre gusta mucho presentarla como una tierna abuelita[24], pese a que su comportamiento en muchas ocasiones diste mucho de parecerse a ese arquetipo[25].
  • Rameras: las mujeres profesionales e independientes que no necesitan de un hombre para completar sus vidas[26], son a menudo estigmatizadas en los medios de comunicación. Trabajar junto a una mujer es una tortura, y si es la propia aún más, al parecer Bardem es “el único hombre del mundo que disfruta trabajando con su mujer” según se desprende de la pregunta que le planteó un periodista en Cannes[27]. Cuando son los hombres quienes cometen irregularidades[28], las mujeres también son culpadas por ello[29].
  • Brujas: es notorio el tratamiento diferenciado en las noticias sobre asesinatos dependiendo de si la persona detenida es un hombre o una mujer. Cuando las mujeres son asesinadas por sus parejas en episodios de violencia de género, muchas veces con antecedentes, ellas “aparecen muertas” o “son halladas[30] muertas”[31] y ellos son “presuntos”[32] incluso tras su propia confesión[33]; en cambio, cuando la agresora es una mujer y la víctima un hombre, la presunción tiende a caerse de los titulares[34].

En el video Así reaccionan los actores ante las preguntas sexistas que soportan las actrices [35] podemos ver de forma muy resumida el tipo de preguntas que los periodistas suelen hacer a actrices, y cómo reaccionan los actores ante esas mismas preguntas: ropa, diseñadores de moda, compaginar vida laboral con familiar, secretos de belleza, presión estética… una serie de tópicos sexistas que a los hombres ni siquiera se les plantean.

 

Preguntas que nos sitúan en el plano que en nuestro contexto sociocultural se atribuye a cada género: ellas como un elemento decorativo que, cuando sale del ámbito familiar debe dar explicaciones sobre cómo lo consigue compaginar pues se considera un logro titánico (sin duda lo es sin ayuda de quien debería corresponsabilizarse de la mitad de tareas le cuidados que le corresponden). Y en el momento en que las mujeres se salen de ese rol de cuidadoras y obtienen una visibilidad profesional destacada, reciben no solo la presión social de su entorno más directo sino también una avalancha de insultos que podrían resumirse, tal y como reflejaron en el video de “Feminismo para torpes: Cómo insultar (bien) a una mujer” de El País[36], en “fea, gorda, puta, malfollada”. Dicho de otro modo: si no pasas por el aro, los hombres te retirarán su aprobación. Y puesto que se sobreentiende que la aprobación masculina es lo más importante para una mujer, que los hombres te nieguen su aprobación implica que te vas a quedar sola, nadie te va a querer, vas a ser una loca de los gatos y vas a vivir amargada el resto de tus días[37]. Tendrás que anteponer tu carrera a formar una familia.

On son les dones?
On son les dones? Análisis en TV3 de la entrevita a Carles Puigdemont (16/04/2018) por parte de los responsables de los principales diarios: Esther Vera, directora de Ara; Álex Sàlmon, director de El Mundo en Catalunya; Xevi Xirgo, director de El Punt Avui; Luis Mauri, director adjunto de El Periódico; Ferran Casas, subdirector de NacióDigital; José Antich, director de ElNacional.cat; Jordi Juan, director de contenidos de LaVanguardia.com; iy Manel Manchón, director adjunto de Crónica Global.

 

REFERENCIAS

  • [1] (Guerra, 08/02/2018 15:58 | Actualizado a 10/02/2018 18:00)
  • [2] (Búsqueda en Google para lavanguardia.com Elsa Artadi apasionada del yoga, 11-5-2018)
  • [3] (Zani, 2016)
  • [4] (Breña, 2007)
  • [5] (Fillol, Elsa Artadi, la mujer que antepuso su carrera política a formar una familia, 2018)
  • [6] (Transparent: Decisiones de empleo y familia en la transición al primer hijo en Europa, 2015)
  • [7] (Abril, y otros, Junio-2015)
  • [8] (Las parejas se alejan de la igualdad cuando nace el bebé, 2015)
  • [9] (Hochschild, 2008)
  • [10] Anexo 1: (Kleven, Landai, & Egholt Soogaard, 2018)
  • [11] (Vicesecretaría General de UGT, Departamento de la Mujer Trabajadora, 2018)
  • [12] (CCOO, Secretaria de la dona, 2017)
  • [13] Anexo 2: (UGT, 2016)
  • [14] Anexo 2: (UGT, 2016)
  • [15] (IDESCAT, 2011)
  • [16] (Álvarez, 2002)
  • [17] (El Barça ficha a la novia de Piqué, 2011)
  • [18] (Shakira, la novia de Piqué, vuelve a Colombia por su padre, 2012)
  • [19] (Shakira: así era la novia de Piqué con 16 años, 2017)
  • [20] (La otra pasión olímpica de Mireia Belmonte, 2016)
  • [21] (Y hasta se ha echado novio, 2015)
  • [22] (Corey Cogdell, wife of Bears lineman Mitch Unrein, wins bronze in Rio, 2016)
  • [23] (Arrimadas: «Mi marido era nacionalista; ahora intento alejarle de esto», 2018)
  • [24] (Esperanza Aguirre vs Manuela Carmena: duelo de abuelas, 2015)
  • [25] (La Policía Municipal acusa a Esperanza Aguirre de arrollar una moto y darse a la fuga, 2014)
  • [26] (Elsa Artadi, la candidata de la ‘Upper Diagonal’ que fue novia a la fuga, 2018)
  • [27] (La aplaudidísima respuesta de Javier Bardem a la pregunta machista de este periodista, 2018)
  • [28] (Dimite un diputado del PP que viajaba a Canarias a visitar a la amiga de Monago a costa del Congreso, 2014)
  • [29] (Olga María Henao, supuesta novia de Monago, no sabe quién pagó los viajes, 2014)
  • [30] (Detenido en Vitoria la ex-pareja de la mujer hallada muerta en Miranda de Ebro, 2017)
  • [31] (Detienen a la pareja de la mujer hallada muerta en su casa de Seseña, 2017)
  • [32] (Detenido la pareja de la mujer hallada muerta en Torrevieja, localizada emparedada en cuarto, 2016)
  • [33] (Un hombre confiesa haber asesinado a su madre, hallada muerta en Valladolid, 2018)
  • [34] (Molina, 2017)
  • [35] (Varios actores, 2018)
  • [36] (El País, 2018)
  • [37] (Fillol, 2016)

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